-¿Decías?-dijo intentando que siguiera con mi oración. Parpadeé y mi mirada bajó a sus labios.- esta bien, no digas nada.- se alejó de mi y tomó la ropa que yo había dejado sobre la cama.- No entiendo.-dijo.- ¿Para que me preguntas que parte del closet voy a usar si luego no me dejas nada de espacio?-estaba notoriamente molesto.
-Iba a dejarte la mitad pero luego me di cuenta que tu estabas jugando sucio y decidí hacer lo mismo.-expliqué. Se sentó en la cama y me miró, entre cerró los ojos y asintió.
-Gracias.-dijo luego. Lo miré sin entender. Me mostró el paquetito que yo acababa de entregarle. Entendí. Lo abrió y sonrió.- Te debo algo.-me dijo y se levantó de la cama. Besó mi mejilla sonoramente.
-De nada.-respondí algo anonada.
-Puedes volver a guardar tu ropa.-me informó. Asentí.
Ya estaba cayendo la noche. Creo que ambos coincidíamos en que no queríamos pelear más. Me di una ducha mientras Kendall terminaba de ordenar su parte del armario.
Esta vez me llevé el pijama al baño y cuando salí de la ducha me lo coloqué.
Luego de mi ducha, era el turno de Kendall, que sin protestar se metió al baño y se llevó su ropa al igual que yo.
Me tiré en la cama y encendí el televisor esperando encontrar un buen canal para ver a esta hora, mientras esperábamos la comida en la habitación.
-Listo.-dijo cuando salió sacudiendo su pelo con una toalla.- ¿Todavía no llegó la comida?-agregó. Lo miré, fue cuando caí en la cuenta de que el estaba en boxers con el torso desnudo. Me hizo una mueca torcida, intente no mirarlo mucho para no empezar con los problemas.
-No, todavía no.-me limité a decirle. Se sentó en la cama mientras veía fijamente a la pantalla del televisor.- ¿Qué ves?-arqueó una ceja.
-Sweet 16.-respondí secamente.
-¿Qué canal es ese?-dijo extrañado.
-El programa se llama “Sweet 16”.-volteé a verlo. Me miró.- El canal es el MTV.-asintió con la cabeza.- No me digas que no lo conoces.-agregué divertida. Rió.
-No, no se de donde salió ese canal tan raro.
-Woow Kendall, tu si que tienes problemas.-carcajeé. Me sonrió.
-¿Problemas?-dijo divertido.- No lo creo pequeña.-rió. Lo miré seriamente haciendo que rodara sus ojos.- ¿Qué eres?
-¿Qué soy?-dije confundida.
-Si, ¿Qué eres?-insistió.
-Puede que tus amigos te entiendan cuando hablas así de raro pero yo no te entiendo.-dije cambiando de canal.
-Quiero decir…-dijo buscando las palabras correctas. Me quedé mirándolo.- Que… si eres pequeña, una mujer, una señorita, una dama. ¿Cómo te gusta que te trate?-dijo finalmente. Me quedé pensando sobre eso.- Olvídalo, solo quería saber como hablarte, pero no importa.-volteé mi mirada al televisor y a los segundo regresé mi mirada a su rostro.
-¿Tu que crees que soy?-pregunté. Me miró.- ¿Una niña?- negó con la cabeza.- Entonces…-lo incité para que hablara.
-Para mi eres…- miró hacía el techo. Se me hacía divertido que preguntara eso y a la vez me causaba ternura que preguntara como debía tratarme.
-Una simple adolescente.-le completé la frase. Bajó la mirada hasta mis ojos.- Solo eso.
-No.-dijo negando con la cabeza.- Eres mi novia.