|2da Temporada| No quiero perderte II

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[Capítulo 4 :No quiero perderte II]  

—A sí que patinador profesional— entro al hielo, pero no parecía ser la primera vez que lo hacía ya que lo hacía ver sencillo.

—Profesional no— reí —Pero de chico mi padre me traía todos los fines de semana— me acerqué y lo rodee. —Digamos que tengo experiencia— sonrió pícaramente —Ven— le tendí mi mano a Sulli quien permanecía en la orilla por temor a caerse.

—Me voy a caer— dijo sin querer soltarse

—Pero te levantarás, además no pasa ¡nada! Todos se caen mínimo una vez— tomó mi mano sin soltarse de la orilla —Asi... Despacio— dije tranquilamente tratando de darle confianza. Levanté mi mirada y me encontré con la de Minho quien nos miraba sonriente. Le regrese el gesto y se dio la media vuelta para comenzar una carrera con Jared. —Ya vez que es sencillo— Sulli había tomado más confianza y se había soltado de la barda.

—Sí, es divertido— dijo alegre soltando mi mano pero perdió un poco el equilibro y cayó en el hielo.

— ¿Estás bien? — le pregunté ayudándolo a levantarse.

— ¡Sí!- no paraba de reír, eso era bueno. Comenzó a patinar por si solo.

—mmm... Ya era hora— sentí la mano de Minho en mi cintura —Ya me tocaba a mí— tomó mis manos y entrelazo nuestros dedos —Tienes la nariz roja— rio después de tocarla con su índice.

—No te burles— lo empujé

—No me burlé— ambos reímos —Espera— se frenó y por ende yo también.

— ¿Qué pasa?— volteé hacia él y lo abrace ocultando mi rostro en su pecho.

—Kibum...— tomó mi barbilla y me hizo mirarlo, observé con detenimiento sus perfectas facciones, mientras trataba de descifrar lo que pasaba — ¿Quieres ser mi novia?— debo decir que me sorprendió. A pesar de vivir juntos, no es lo mismo que ser 'novios'. Una enorme sonrisa se formó lentamente en mi rostro.

—Claro que si— acaricie su mejilla antes de besar esos adictivos labios.


Estuvimos ahí por mucho tiempo, jugábamos carreras y en ocasiones nos regañaban, ya que podíamos chocar con alguien, pero aun así Minho nos incitaba a hacerlo.


Después de comer regresamos a casa —Son novios, son novios— Sulli no dejaba de 

cantar desde que se enteró.

—Le gustó la noticia— dije feliz abrazando a mi novio.

—Me alegra— besó mi mejilla y tomo mi mano para después caminar hacia las escaleras, íbamos en la mitad de estas cuando el timbre nos sorprendió. Minho bufó con fastidio

— ¿Abro? — le pregunté y negó con la cabeza —Yo lo haré— beso mis labios y subí hasta mi habitación. Tome un short de mezclilla, ya que eran las cinco de la tarde, aún era temprano para ponerme la pijama, junto con una musculosa blanca.

Minho no llegaba así que bajé — ¿Minho? — Canturreé mientras descendía con brincos por las escaleras —Hay, yo lo siento— dije tapando mi boca bastante apenado al llegar a la sala y ver que había visita.

—No te preocupes, ven— me tendió la mano y aun avergonzado la tome. —Tía... — se dirigió a la mujer castaña con sonrisa amable que estaba frente a nosotros — Él es Kim Kibum... mi novio— ¡Dios! me encantaba como lo decía.

—Minho... — alargó con ternura —Es hermoso— se acercó a mí y me saludo con un beso en la mejilla —Yo soy Lucile, Tía de Minho— me sonrió y al igual le obsequie una sonrisa. Seguramente era la tía sobre la que me había contado que se encargaría de ellos cuando sus padres fallecieron.

—Mucho gusto— dije cortésmente

—Hay Kibum cuéntame que le viste a esta piedra— se refería a Minho y carcajeo, me fue imposible no seguirla.

— ¿Vamos a empezar?— hablo Minho y ella carcajeó aún mas

—No seas amargado Minho— tomó su mejilla —Es una broma— Minho rodó los ojos. De pronto se escucharon muchas voces de niños volteé y eran Jisung Sulli con otros tres pequeños, parecidos entre sí. Era obvio que eran los hijos de Lucile.

—Minho ¿podemos ir a casa de tía Lucile?— preguntó Sulli y fue secundada por Jisung

—Anda... es sábado— agrego Jared

—No lo sé.

—Déjalos, yo los traigo mañana en la noche o pasas por ellos— Le dijo Lucile y acepto finalmente.


Narra Minho

— Kibum ¿me ayudas con mi ropa?— Le pidió Sulli, asintió con la cabeza antes de tomar su mano y subir las escaleras.

—Entonces...— dijo Lucile sacándome de mi desconcentrado estado. — ¿Él vive aquí?— sonreí y dije si con la cabeza. — ¿Y no crees que es algo apresurado?...— mi sonrisa desapareció, sabía cuál era el punto.

—No, no lo creo— contesté seriamente, pero sin ser grosero.

—No te enojes— me conocía muy bien. —Solo creo que Sulli y Jisung están muy encariñados con él— suspiró —...Y si algo entre ustedes llega a salir mal...— ¿Qué estaba diciendo? —Ellos saldrán afectados.

— ¿Y por qué habría de salir algo mal?— ahora si estaba molesto

—Minho escúchame...— señaló su oído —No te estoy diciendo que algo saldrá mal— suspiró —Sólo te digo que creo que es algo muy adelantado el que vivan juntos ¿Sus padres qué piensan sobre esto?— se escucharon las voces de todos por las escaleras.

—Nada, no piensan nada sobre esto.

— ¿No lo saben?— sus verdosos ojos se abrieron a tope. —Minho hablaremos de esto después.

—No hay nada que hablar sobre esto, yo sé lo que hago. — me esforzaba por no decir nada grosero que la ofendiera, pero mi tono de voz no me ayudaba.

—Claro que si hay que hablar— me señaló —Sé que eres muy independiente, has logrado mantener a tus hermanos y a ti y es algo muy respetable— ahora ella también estaba molesta —Pero tus padres siempre quisieron lo mejor para sus hijos, tal vez esto es bueno para ti pero para tus hermanos puede ser contraproducente. — ¿Contraproducente? ¡Ellos lo adoran!

—Están listos—Kibum avisó con una gran sonrisa. Ambos corrieron a despedirse de mí y después lo hicieron con ella.

—Nos vemos Minho— Kibum los acompañó a la puerta, yo no podía moverme del enojo. ¿Cuál era el maldito problema?

— ¿Hey por qué esa cara?

—Por nada— forcé una sonrisa y me puse de pie

— ¿Seguro?— me tomó por los hombros y me hizo sentarme de nuevo

—Seguro— no iba a decirle que estaba molesto porque mi tía no estaba del todo contenta por que viviera aquí.

—Te conozco— se sentó en mis piernas y paso sus brazos por mi cuello —Estas molesto— escondió su rostro en mi cuello y comenzó a impartir suaves y electrizantes besos que hacían que mi enojo simplemente se esfumara.

Del odio al amor [MINKEY || FINALIZADA]Onde histórias criam vida. Descubra agora