Las sombras del atardecer

Capítulo 14

— Mis padres eran personas muy importantes y se amaban, entonces una noche en la cama... — comenzó el chico.

—¡Oye! No quiero tantos detalles — le interrumpió Izumi imaginándose lo que seguía en la narración.

— Bueno, como tu digas — soltó una pequeña risa — Los dos se amaban tanto que decidieron tener un hijo, ya lo tenían todo planeado, tenían su habitación lista, su cama y todo lo que iba a necesitar; no tardaron mucho para que su objetivo se cumpliera, mi mamá quedo embarazada, pero sus planes se vinieron abajo cuando se enteró que estaba esperando gemelos, nada de eso estaba en sus planes y ese pequeño les había arruinado todo — miró el cielo por unos segundos.

—ese bebé ¿eras tu?

— Si, bueno, según ellos, realmente no sé quien fue el primero en ser engendrado, creo que se les paso la mano esa noche — respondió sonriendo de forma pervertida.

—¡Cállate! —le gritó la joven.

—  Oh si claro, sin detalles. Mi mamá corría un gran riesgo con ese embarazo, todo "gracias a mi", y además esa no fue la única mala noticia, uno de los dos gemelos posiblemente no se alcanzaría a desarrollar o moriría horas después de nacer ya que era muy débil. Mi padre estaba furioso, por culpa de un bebé que no estaba en sus planes su esposa podía morir, los meses pasaron y en una noche tormentosa sin ningún medico disponible ambos nacimos; mi padre tomó al hijo sano y lo llevo a conocer su habitación y a asegurarse de que no tuviera ningún problema, en cambio, mi mamá y yo nos quedamos ahí moribundos y de las sombras salio una persona que le dijo a mi madre que con magia oscura podía mantenerme con vida, sin tener que dar nada a cambio, lo cual hasta la fecha me resulta un misterio; ella aceptó, mis genes se modificaron, sobreviví y mi madre murió — contaba con la mirada perdida.

Izumi estaba muy atenta escuchando la historia de Yuuki.

—Mi padre no quiso saber nada de mi y me abandonó quedándose solo con mi hermano, asi que después de algun tiempo, una joven, en serio, muy joven pareja me encontró y se encargó de mi.

La joven tenía sus ojos llorosos, ahora miraba a Yuuki de una forma diferente.

— Oye, no es para tanto, creo que faltaron detalles de esa noche... — dijo el joven para eliminar la tensión.

—  No, ¡Cállate! — Izumi se tapó los oídos y empezó a sonreír mientras regañaba a Yuuki por comentar cosas innecesarias.