Capítulo 2: Vida nueva

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POV El sexy narrador (o sea yo XD)

Habían pasado ya tres meses después del despertar de Red y este se encontraba de maravilla; su madre apenas enterarse que su hijo había despertado tomo el primer vuelo hacia Kalos y decidió que ambos se quedarían a vivir en esa región por un tiempo indeterminado ya que según los doctores era riesgoso que Red se encontrara viajando por mucho tiempo ya sea en avión o en barco.

Y ahí se encontraba la pequeña familia, en una casa en la cual la madre de Red estaba rentando, no se podía decir que era una casa muy grande, pero tampoco pequeña, había todas las comodidades para ambos e incluso tenía un pequeño jardín trasero. Esta se encontraba en Pueblo Acuarela lo cual esto era reconfortante para los dos ya que en la región de Kanto vivían también en un pueblo.

― ¡Red! ―gritó la madre de susodicho personaje―. Es hora de que realices tus ejercicios.

― ¡Enseguida voy mamá! ―replicó Red, para enseguida voltear hacia su PC―. Bueno Ash, Serena. Gracias por tratar de ayudarme a recuperar mis memorias, luego seguimos charlando ¡Adiós!

― ¡Hasta luego Red! ―se despidieron Ash y Serena.

Apenas despedirse, Red apago su computador y se dispuso a salir de su habitación, bajar las escaleras hasta llegar a la sala de su reciente casa y así encontrar a su madre un poco molesta.

―Cielos Red ―exclamó molesta―. ¿Por qué tardas tanto? ¿No estabas haciendo algo indebido verdad?

― ¡Woah! ―exclamó sorprendido el joven ante lo dicho y la actitud que tomo su madre―. Tranquila ma', estaba hablando con Ash y Serena, me estaban ayudando a refrescar mi memoria.

―Je, je, je ―rio su madre ante la reacción de su adorado hijo―. ¿Cómo podría molestarme contigo cariño? Debiste ver tu cara.

<<Buf >> bufó mentalmente mientras daba un gran suspiro ante la pequeña broma de su madre ―Bien vayamos a seguir con mis ejercicios ―dijo con una sonrisa―. Solo déjame ir a cambiarme de ropa.

―Ésta bien hijo, te espero en el patio ―replicó su madre mientras salía por la puerta trasera―. Pero no tardes.

<<Presiento que este será un día muy largo>> pensó haciendo énfasis en el muy.

Pasaron noventa minutos y Red ya se encontraba en el patio trasero realizando sus ejercicios para recuperar su buena condición y obtener un estado de salud aceptable ya que al estar en coma por varios meses su cuerpo se había desgastado.

―Ya pasó hora y media ma' ―dijo Red viendo a si madre la cual se encontraba acostada en una silla reclinable―. ¿Puedo dejar de hacer estos ejercicios?

―No cariño ―respondió la madre la cual seguía acostada comiendo uvas bajo la sombra de una palmera―. Tienen que ser exactamente dos horas durante al menos unos seis meses.

―Pero si ya estoy completamente saludable ―decía el chico haciendo una voltereta ―. Estoy igual de saludable a cómo estaba antes.

―No, no, no hijo ―negó su mamá―. El doctor fue muy estricto con el tiempo por día. Sabes que me preocupo mucho por ti cielo, tuviste mucha suerte al no arrastrar algún otro daño mental al quedarte en ese estado vegetativo, además de que agradezco que me hayas recordado a mí y a tus pokémon.

― ¡Pero mamá! ―renegó su hijo haciendo un puchero.

―Nada de peros ―decía con una dulce voz mientras que de ella empezaba a emanar un aura asesina―. Esta es una orden directa de madre a hijo, has los ejercicios.

A falta de un amorWhere stories live. Discover now