"My bad boy" [Suga y tu]

Capitulo 17

–Claro! Lo siento– me bajo, mi subconsciente decía que corriera pero ¿Qué sabía él? tuvo un ataque de pánico eso es todo

–Gracias por traerme–

–No fue nada– se frotó la nuca con la palma de su mano derecha

–Fue muy interesante saber más sobre usted, señor Min–

–Señorita Park. Su vida no se queda atrás– me siguió el juego. Hizo una sonrisa de lado que hace que casi muera. Dios, es tan guapo este hombre.

–Tengo que entrar, mi tía debe de estarse jalandose los pelo de los nervios– dije riendo

–Si, mejor entra antes de que se quede pelona– reí ante su comentario

–Claro. Adiós Yoongi– sonreí, para darme media vuelta y caminar hacia la puerta y la abrí pero antes de entrar me llamo

–¡Espera!– volteé y Yoongi corrió hacia mí –Solo, quería,– se frotó la nuca de nuevo, parecía que era un tic nervioso –Quería desearte buenas noches–me sonrió, lo miré tierna pero eso me pareció raro

–Gracias, Yoongi. Buenas noches para ti también– le sonreí, me sonrió y su rostro se acercó al mío.

Mi yo interna estaba como "¡Oh, Dios! Yoongi si no te alejas moriré" "No puedo con tanto", cerré los ojos y lo próximo que sentí fue que puso su mano en mejilla derecha y un pequeño y sonoro beso en mi mejilla izquierda. Abrí los ojos y el se alejaba de mí, me sonrió y se dió media vuelta yendo a su moto..Montarla, encenderla y arrancar a la usual velocidad que iba. Dejando una _____ roja de sonrojo y una boba sonrisa.

Pero que mierda me acaba de pasar.

–¿Corazón?– escuché desde dentro de la casa

–Si, soy yo tía– entré y cerré la puerta, para caminar a la sala en donde se encontraba ella leyendo un libro

–¿Qué horas son estas de llegar? ¿Y sin mi permiso?– me miró seria

–No te enojes– la miré inocente

–Bueno, estaba preocupada ¿Con quién andabas?–

–Andaba con Yoongi–

–Ah, así que ese muchachito otra vez– me miró sobre sus gafas

–Tía, por favor. Pensé que dirías algo como "Yoongi, el muchachito que me salvó y mandará a tu padre a la cárcel" o algo por el estilo– le dije irónica

–Haya lo que haya hecho, sigue siendo un adolescente y creeme que los adolescentes a esa edad andan de calientes y con…–no la deje terminar

–¡TÍA!– la interrumpí

–¿Qué? Es la verdad, o a poco no– me miró incrédula, pero será loca o que

–Si pero… ¡ya hemos tenido esa plática! ¡Por favor, no me hagas sufrir de nuevo!– le dije en suplica

–Bien, ya. No exageres– volvió a su lectura

–No lo hago, es la verdad– rodeé los ojos

–No ruedes los ojos– dijo seria

–¿Cómo lo…– me interrumpio

–Te conozco al derecho y al revés– me miró y sonrió

–Bueno ya,– caminé hacia ella y me senté a su lado –¿Qué era lo que me ibas a decir?–

–Pensé que lo habías olvidado– suspiró, dejando su libro a un lado, me miró

–Comienza– sonreí. Ni loca olvidar eso

–Tu padre,– comenzó –El dijo que venía por algo que por derecho "le pertenecía",– hizo comillas con los dedos y rodó los ojos, yo asentí –Bueno, la verdad es que no le pertenece por derecho a él si no, a tí– fruncí el ceño

–¿Cómo que me pertenece algo? ¿Qué es?– la mire confundida

–Tu madre…mi hermana, tenía una pequeña empresa de diseño de ropa. Ganaba muy bien, luego conoció a tu padre y se descuidó un poco. Pero el negocio seguía ahi, era un negocio muy bueno. Tu padre no hacía gran cosa, mas bien no hacia nada,– suspiró –Es y era un bueno para nada en aquel entonces,– rió un poco –Y bueno, al morir ella, esa pequeña empresa al no tener a alguien que la pudiera mantener, desapareció–

–¿Y mi papá quería la empresa?– la verdad es que no estaba entendiendo mucho

–No. El quería el dinero que había dejado esa empresa– me miro

–¿O sea que ese dinero me pertenece a mi?–

–Todo ese dinero es tuyo– la miré incrédula

–¿Enserio? ¿Y porqué no sabía nada sobre eso?–

–Por que la herencia será tuya por derecho cuando cumplas 20, está en el testamento–

–Wow…no lo creo– dije negando

–Creelo– pusó una mano en mi rodilla

–Cr…creo que tengo que meditar un poco las cosas–

–Claro, ¿Querrás de cenar algo?–

–No, gracias,– hice una mueca –Que pases buenas noches– me paré y caminé hacia las escaleras

–Y tu cariño– escuché mientras las subía

Llegué a mi cuarto y lo que hice fue entrar al baño, despojarme de mi ropa y entrar a la ducha. Necesitaba relajarme y esto estaba funcionando.

Enjabonaba mi cuerpo y lavaba mi cabello, era muy relajante. Al terminar envolví mi cuerpo en una toalla, salí y me lavé los dientes. Al recojer mi ropa para ponerla en el cesto de la ropa sucia, mi camisa de cuadros olía a él.

Olía a su perfecto y varonil aroma -Ya deja de pensar en él, tienes otras cosas mas importantes que pensar- me regañó mi subconsciente, lo olí un poco mas y lo dejé en la ropa sucia. Al salir a mi cuarto me puse un pequeño short azul cielo y una blusa morada con mangas. Me aventé a la cama, estaba exhausta. Lo único que quería era dormir. Cerré los ojos y al momento me quedé dormida.