Capítulo 16

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- Te voy a extrañar tonta -gruñí al abrazar nuevamente a mi mejor amiga.


Me encontrába en el hospital. Hope me había llamado saliendo de la terrible reunión con mi padre y me había dicho que su madre y ella se marchaban.


- Yo más -contestó-. No te hagas de más enemigos, no voy a estar aquí para salvar tu trasero.


Empuje su silla de ruedas por el corredor hacia la salida; su madre había terminado de hablar con el doctor y ya nos alcanzaba.


- ¿A qué hora sale su vuelo?


- En una hora -contestó Gretta.


- ¿No podemos quedarnos un día más? No tengo ganas de subir a un avión en este momento.


- Lo siento mi vida pero mañana tengo trabajo. Te quedarás en cama un par de días por si acaso.


Hope rodó los ojos.


- No duele tanto.


- Sólo cada vez que te mueves -completé arqueando una ceja.


Al llegar al estacionamiento ayudé a mi amiga a ponerse de pie y subir al auto.


- ¿Y tu chico dónde está?


- El detective le llamó así que tuvo que irse.


- ¿Cómo regresarás a tu casa?


- A pie, en taxi... No lo sé, preocupate por tí mejor.


Sonrió.


- No fue como planeé pero igual estuvimos juntas.


Su madre subió al auto así que le di un último abrazo.


- Te quiero.


- Yo también te quiero y sigo siendo team Demma.


Rodé los ojos dramáticamente.


- Cállate.


- Nos vemos pronto Fallyn -se despidió Gretta.


- Adiós-dije y me despedí con la mano hasta que salieron a la carretera.



Suspiré pesadamente. Quería llorar un poco, hubieron tantas cosas de las que no hablamos, nos faltó tiempo para estar juntas y maldije a Mark por arrebatarnoslo.


Empujé la silla de regreso al edificio y volví a salir.


Empecé a caminar en el borde de la carretera hasta que vi una camioneta roja estacionarse a pocos metros de mí. Sonreí y caminé hacia ella pensando que sería Olivia, pero no se trataba de ella.


- Hola Emma -saludó Blake desenvolviendo su sonrisa que ya no parecía tan amable- ¿Necesitas un aventón?


Lo miré con todo mi enojo contenido y me aparté para seguir caminando.


Blake me empezó a seguir con la camioneta muy de cerca, estaba justo al borde de la carretera como yo.


Saqué mi teléfono.



Necesito ayuda


Qué pasa?


Un idiota que no me deja en paz


Dónde estás?


En la carretera que va hacia Ketterman.


???


No he salido de Petersburgo, acabo de salir del hospital. Estoy caminando


Voy para allá



Volví a guardar el teléfono en mi bolsillo.


Pasaron unos minutos y ya estaba muy estresada tendiendo el sonido del motor justo detrás de mí.


Me detuve y él también, me volteé y me dirigí hacia la ventanilla del conductor. Blake me miraba con una sonrisita burlona.


- ¿Vas a atropellarme ahora? ¿O luego? En serio no tengo ánimos ni ganas para soportar tus jueguitos estúpidos. ¿Qué quieres?


- Quiero llevarte a tu casa, eso quiero.


- No.


- Oh vamos ¿por qué no?


- Porque eres una de las peores personas que he conocido.


- Ah, pero no la peor -repusó levantando el dedo pulgar.


- Dejame tranquila.


- No me digas que te asusto.


Torcí la boca.


- No voy a lastimarte -dijo- Al menos, no aquí.


- Sólo dime lo que quieres y ya.


Me quedé de pie mirándolo. Blake continuaba con esa actitud juguetona y burlesca. Apagó el motor y salió del auto, lo rodeó por la parte trasera y se quedó de pie frente a mí.


- ¿Alguna vez tu hermoso Alexander te contó lo que sucedió entre nuestros padres? -preguntó-. Por esa mirada, supongo que no.


- ¿Qué tiene que ver su padre en todo esto? -agité las manos.


- ¿Todo esto?


- Lo que le hiciste a Olivia, por ejemplo.


Arrugó la nariz.


- Lo de Olivia fue un daño colateral, un mero descuido que resultó muy favorable, ya que aprendió a detestar a Alex tanto como yo.


- Ya no.


- ¿Eso crees? -ladeó la cabeza-. En fin, ¿por qué te importa tanto? Tú acabas de llegar.


- Tu hermana es mi amiga.


- Ésa no es mi hermana, es débil, demasiado sentimental.


- ¿Cómo te atr...


- Lo que le dije era verdad; estaban en la ruina, mi padre le salvó el pellejo casándose con su madre. Y viéndola, no puedo reprocharle nada.


Hice una mueca de asco.


- ¿Es que no acaso no le tienes ni un poco de afecto?


- No. Sólo tengo enojo y un culpable: Alexander y su familia -se acercó unos pasos-. No sabes lo feliz que fui al escuchar que el miserable de su padre acabo en la cárcel. Que suerte se carga tu novio, su muerta mami y su padre un vil criminal.


- Callate -casi grité.


- Pero continuando con el tema -empezó a caminar como si estuviera dando una clase-. Su padre, sedujo a mi madre, ella, loca de amor por él, dejo a mi padre para irse con Mark y éste la rechazó, habiendo ya destruido mi familia. Divorcio, depresión, terapia, el enojo sigue aquí y no va a ir a ninguna parte.


Me quedé clavada en mi lugar procesando lo que acababa de decir.


- Pero Alex no tuvo nada que ver, ¡odia a su padre! El cual está en prisión, como ya sabes.


Estúpido.


- ¿Qué me dices de tu novio? Mientras mi mundo se caía a pedazos, él era feliz en su vida perfecta.


- Perdió a su madre, ¿cómo puedes decir eso?


La vida de Alexander había sido todo menos perfecta y no solo por su madre.


Blake se encogió de hombros.


- Tiene que sentir lo que sentí, lo que aún siento.


- Estas loco.


En ese momento la bocina de un auto sonó. Era Daniel.


Sin decir otra cosa me apresuré a llegar hasta el auto, subí y el castaño pisó el acelerador.



Estúpido ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora