Torino |Paulo Dybala|

34

Lunes era ya y eso significaba que quedaban dos días para irnos a Oporto. Y eso quería decir que quedaba menos para ver a Iker. Le tenía mucho cariño a Iker Casillas ya sea por la selección o por lo buen amigo que era mío. Sinceramente echaba de menos poder verle tanto como le veía cuando estaba en el Madrid, le veía poco pero le veía en alguna que otra ocasión. Pero lo que más ganas tenía de ver era a Iker y a Buffon juntos. Las dos grandes leyendas de la portería juntos de nuevo, había sido muy bonito verles juntos en la Eurocopa cuando Italia eliminó a España, triste pero el momento había sido muy bonito. Estaba sentada en el suelo del campo, al lado de una portería. Cogí el móvil y miré si había alguna señal de Sergi pero nada… Así que decidí llamarle.

-¿Hola?

-Hola. Hasta que das señales de vida. -dije riendo.

-¿Qué tal?

-¿Qué tal? ¿Enserio? ¿Sólo eso?

-¿Helena estás bien? ¿Pasa algo?

-No sé, sólo quería hablar con mi novio. Hace mucho que no hablamos, quería saber de ti. 

-Hablamos ayer por Instagram.

-Responder a un comentario no es hablar Sergi, quiero saber de ti, nunca llamas y no sé si todo va bien.

-Todo va bien. De verdad. Tampoco tengo mucho tiempo sabes que ahora entre Champions y Liga se me junta todo. -eso sólo sonaba a excusa.

-Sergi…

-Helena todo está bien.

Me quedé en silencio mirando al suelo y pronto sentí como alguien me quitaba el móvil de las manos y se alejaba con él, Paulo… Lo mato. Me levanté para seguirle pero él se alejaba mientras hablaba por el móvil.

-Vos sos el que no sabe lo que va a perder -sentí a Paulo decir serio -. Creéme, no necesito que un nene como vos me diga lo que tengo o no que hacer -intenté quitarle el móvil pero hizo un gesto con la mano y Marko me sujeto. Estos están compinchados… -. Escucháme bien tarado, si no fuera porque ella está enamorada de vos, ya estaría conmigo. Pero que te quede bien claro. Yo, a ella, le gusto.

Lo. Mato. Cortó y me devolvió el móvil en cuanto lo hizo, yo me quedé mirándole mientras me daba el teléfono. No podía creerme lo que acaba de hacer, ¿cómo podía ser tan idiota? Miré a Marko que estaba con una mano en la boca mientras se mordía las uñas. Creo que estaba igual que yo. Al poco me llegó un mensaje de Sergi que no me gustó mucho, por no decir que no me gustó nada.

Sergi😻:
Tu y yo vamos a hablar.
Muy seriamente.
Se acabaron las tonterías.

Miré a Marko que había leído el mensaje y me alejé mientras el me llamaba. Ahora si que se me había complicado todo y gracias a Dybala.

***

Al día siguiente, martes, nos tocaba viajar a Oporto, los chicos entrenarían por la mañana y después del entrenamiento cojeríamos un vuelo con dirección Portugal. No había vuelto a hablar con Sergi desde ayer, la verdad es que tuvimos una discusión bastante fea en cuanto llegué a casa. Me había ido a mi habitación y le había llamado y bueno, estalló. Acabé pasando todo el día en la cama, abrazando a Caín como a un peluche y alicaída.