Hershella y la Villa Misteriosa

1r capitulo: La llegada a la villa

-¿Y bien Hershella?-Mi padre hizo una pequeña pausa para tomar un poco de su té-¿Qué te pareció?

-...empecemos desde el principio, papá.

"-Uff, como pude aceptar dejar la oficina para venir a ese pueblucho de mala muerte...supongo que la curiosidad me ganó.

Seguí conduciendo, replanteándome la misma pregunta durante todo el viaje, y siempre, obteniendo la misma respuesta.

Cuando por fin llegué, me encontré con el típico pueblo rústico y acogedor, aunque hubo algo que me sorprendió, entre todas las pequeñas casas unifamiliares, vi una gran torre que se alzaba hasta las nubes, rodeada de un aura oscura, a la que la niebla cubría la parte alta, transmitía un sentimiento de terror indescriptible.

-Mmm...¿Puede ser esto a lo que se refería con el misterio del que me habló?

El interior del pueblo y el exterior estaban separados por un puente levadizo, pude entrever al otro lado del río como un señor con un aspecto bastante pintoresco bajaba una palanca, haciendo así, que la pasarela descendiese para recibir mi llegada, a continuación, prosiguió a hablar.

-Ya m'hablaron d'uste, la hija del profesoh, bienvenia.

Se notaba que era de pueblo por su acento, pero aun así me extrañé, no estoy muy acostumbrada a tratar con ese tipo de gente, como ya sabes.

-Muchas gracias, mi nombre es Hershella, y sí, como bien dice soy la hija del profesor Layton, que, por lo que me han contado, tanto les ayudó, encantada.

El hombre me hizo una señal para pasar, cuando entré se alejó de mi unos segundos para alzar el pequeño puente, en ese tiempo pude ver un grupo de personas paradas delante mío, al acecho. Me propuse a saludar, aunque he de reconocer que estaba bastante nerviosa.

-Ho...hola, ejem, no esperaba a tanta gente recibiéndome, es un placer.

Del gentío, se acercó a mí un pequeño hombre vestido de mayordomo, por lo que vi, estaba bastante emocionado.

-¡Bienvenida! Es un verdadero placer tenerla con nosotros, se parece mucho a su padre.

Mientras el señor me daba la bienvenida, podía oír como las demás personas presentes murmuraban ansiosamente entre ellas.

-Muchas gracias-sonreí, prácticamente obligada por las palabras del mayordomo-el placer es mío, mi nombre es Hershella, mi padre me contó muchas cosas buenas de ustedes.

-Me alegro, yo me llamo Richard, y estaré aquí para cualquier duda que tenga sobre este lugar. A propósito, deberá estar cansada por el largo viaje, permítame que le lleve hacia el hotel del pueblo, no es tan lujoso como a los que debe estar acostumbrada, pero nos hemos encargado de que sea lo más cómodo posible para usted.

-Gracias por su amabilidad Richard, y adiós a todos.

Tomamos rumbo al hotel, dejando atrás a todos los curiosos reunidos en la plaza.

El hotel estaba a dos calles más abajo, ya que era un pueblo pequeño, o eso fue lo que pensé desde el coche, no tuvimos que caminar mucho para llegar. El edificio era pequeño, por lo que vi desde fuera, parecía como si tuviese la capacidad de acoger a no más veinte personas. Bueno, supongo que no necesitaban un hotel de cinco estrellas cuando ni siquiera acudían turistas normalmente.

-Ya hemos llegado-dijo Richard mostrando una sonrisa-ya hablé con la encargada del hotel, no debería haber ningún problema con su habitación.

-Está bien, gracias, hasta mañana.