Páginas sueltas

Una nueva oportunidad

La tierra se estremece.

Pasado esto, Viktor se levanta y se viste.

—Tengo que irme -Dijo Viktor con tristeza-

—No te v-vayas -Dijo Yuri tartamudeando- Y-ya es tarde, ¿Por que no llamas a tus padres y te quedas?

—¿Qué hora es? -Preguntó Viktor-

—Son 9:30 -Respondió Yuri-

—No es tan tarde, pero ya no encontraré transporte -Comentó Viktor- Tienes razón, será mejor que me quede. ¿Puedo utilizar tu teléfono?

—Claro, está sobre la mesa -le indicó Yuri-

Viktor llamó a su casa, le contestó su madre preocupada. Al principio su madre se negó, pero después de tantas suplicas, la pudo convencer.

—Pero iré por ti muy temprano, para prepararte para la escuela, ¿Yuri no tiene problema? -Preguntó su madre-

—Esta bien, no de hecho el sugirió que me quedara -Comentó Viktor-

—Esta bien, iré temprano -Dijo la mamá de Viktor antes de colgar-

Viktor colgó el telefono, se dirigió hacia Yuri, lo abrazó y le besó tiernamente la frente.

—¿Qué te dijo? -Preguntó Yuri sonriendo-

—Que me podía quedar, pero vendría por mi temprano -Respondió Viktor-

—Que bien -Dijo Yuri con una mirada sugestiva-

                                                   ∆      ∆      ∆

Yurio se dirigía hacia su casa, caminaba por aquellas calles pensando en Yuri. "No lo sé, pero podría pensarlo", recordó esas palabras mientras su corazón se llenaba de esperanza. "¿Cómo lo conquistaré?" La duda que le pesaba en el alma. 

Tomó el transporte y se fue directo a casa. Cuando llegó a su casa terminó la tarea y abrió Facebook, unas cuantas notificaciones y sólo un mensaje, "Necesito hablar contigo" y el remitente era Otabek. Vió el mensaje, cerró Facebook y se fue a dormir, eran 11:30.

Al día siguiente, Yurio se levantó temprano como de costumbre, se vistió, preparó su mochila, desayunó, se lavó los dientes y partió hacia la escuela. 

En el transcurso de su casa a la parada venía lamentándose por lo de ayer, no por besar a Yuri (eso lo deseaba), sino por arrastrarse ante él. Esa no es mi actitud -Pensó- ¿Por que Yuri hace que me comporte de esa manera?. 

Llegó el transporte y subió.

Al llegar a la escueña, caminó por la entrada hacia el salón, cuando entró al salón encontró a Otabek sentado en una butaca.

—Hola -le saludó Otabek-

—Hola... -Saludó Yurio- ¿Querías hablar conmigo?

—Sí –Contestó Otabek ligeramente nervioso-

—¿De qué? -Preguntó Yurio con curiosidad-

—Hablamos en el receso, ¿Esta bien?–Contesó Otabek-

—Si, claro - Respondió Yurio-

Pasaron los primeros cuatro módulos muy rápido, al salir del cuarto módulo, Yurio se encontró con Viktor y Yuri.

—¿Quieres ir a patinar hor, Yurio? -Preguntó Viktor-

—No hoy no, estoy ocupado -Respondió Yurio-

—Esta bien, Yurio -Dijo Yuri- No hay problema.

Viktor y Yuri se marcharon.

Yurio buscó con la mirada a Otabek, en un segundo lo vio dirigirse hacia él corriendo.

—Hola -Dijo Otabek tratando de sonreír-

—Hola -Saludó Yurio distraído- ¿Qué me quieres decir?

—Te lo digo mientras caminamos, ven -Dijo Otabek avanzando- Bueno, me da un poco de pena.

—¿Qué?, ¿Te gusto? -Preguntó Yurio bromeando-

—En realidad si -Admitió Otabek-

Yurio se paró en seco, de su boca no salió ninguna palabra.

—¿Me estas mintiendo? -Dijo Yurio dudoso-

—¿Por que te mentiría? -Dijo Otabek- Te quiero, Yurio. ¿Podría haber algo entre nosotros?