Día 3: Pizza y videojuegos

3.9K 549 114
                                    


- Pero tío ... ¿Cómo tanto? – dijo Scott sentado en el piso alfombrado del cuarto de Stiles, ambos con los controles de la consola jugando a matar zombis.

- Mira si serás de descarado como para decirme eso.

Hace un buen rato que estaban jugando y ninguno despegaba la vista de la tele, ni para responderse.

- Pero si hace dos días que lo conoces -replicó el moreno.

- Y tú el primer día te tiraste a Alison.

- ¡oye! – paró el juego para mirarle a los ojos. – no fue el primer día.

- Pero si el tercero.

- ¡como sea! No estamos hablando de mí y Alison, sino de ti – sacó su inhalador y aspiro antes de seguir hablando. - ¡lo acabas de conocer Stiles! ¿Cómo es posible que solo te haya dicho hola y tú ya te enamoraste?

- ¡no pude evitarlo!

- ¡pero si hasta es mayor, y policía! Y tiene esa cara de querer estrangular a alguien todo el día.

- Es su cara común – se burló, tomando un sorbo de su bebida. - lo que pasa es que es estreñido emocionalmente.

- ¿eso es posible? – Stiles solo se encogió de hombros. -entonces hablando de gente estreñida ¿supiste que hizo Harris al ver su auto?

- No, pero me hubiera encantado ver su cara de imbécil.

Juntos se rieron de sus bromas, hace mucho que Stiles y Scott no hacían algo tan normal, por lo general el moreno después del instituto iba al hospital a visitar a su amigo, hablaban hasta tarde o hasta que lo echaran, y cuando Stiles se sentía mejor lo sacaba a dar una vuelta por ahí, jugando en los pasillos del hospital, pero nunca fue lo mismo para Scott, desde que Stiles enfermo él vivió junto a él todas las esas experiencias desagradables, las operaciones, las quimioterapias, el dolor, todo. Incluso recuerda esa vez que el castaño salió tan mal de la quimio que lo hecho de su habitación.

***

El castaño no dejaba de vomitar y llorar en silencio, le dolía cada parte de su cuerpo y su cabeza no dejaba de zumbar. Su papá intentaba recostarlo, pero Stiles lo empujaba gritándole que no lo tocara y volvía a vomitar. Entonces llegó Scott a verle. Ese no era su Stiles, gritando y lastimando a las personas que quería con palabras hirientes, hasta le había gritado a su mamá.

John miró a Scott pidiendo en silencio que se retirara, pero el moreno no lo hizo en cambio hizo que el mayor le dejará con el castaño y fuera a descansar, aunque sea un rato.

Podía ver a su amigo temblar y llorar en silencio, se sentía tan inútil, su amigo, su hermano del alma, estaba sufriendo y no podía ayudarlo.

- Stiles... -le llamó suavemente.

- Vete Scott- pidió Stiles con voz gastada y triste.

- No me voy a ir Stiles.

- Vete.

- No -por primera vez no le iba a hacer caso al castaño.

- ¡que te largues! ¡no te quiero aquí! -gritó sentándose en la cama de golpe, provocando que se mareara y volviera a vomitar en el pote de plástico. – vete Scott- suplico esta vez, llorando.

- No Stiles, no voy a ir, no voy a abandonarte- sentenció firme, acercándose donde su amigo sobándole la espalda.

Stiles siempre fue el que inventaba los juegos y creaba los planes, y Scott siempre lo seguía, le hacía caso. Cuando los padres de Scott se separan y creyó que iba a quedarse solo, Stiles estuvo ahí siempre, sacándole sonrisas con bromas o colándose de noche a su cuarto con una botella de coca-cola y una bolsa de papitas. Stiles nunca le falló, y él tampoco lo iba a hacer. Por eso no iba a hacerle caso esta vez, iba a quedarse con su amigo, no importaba, si quería desquitarse con él, bien, no le importaba, recibiría cada insulto.

10 cosas que hacer antes de morir //STEREK//Место, где живут истории. Откройте их для себя