La Corona De Seda

Un Sacrificio Injusto y Necesario

Pero como lo dice el dicho "no hay felicidad completa", ya que al volver una noche, además de los habituales destrozos en la cueva, notó una carta sellada con un Rubí sobre su cama y decidió leerla:
"Nada querido Matt:
Hemos visto como la matabas, como LOS matabas, noche tras noche, todas las muertes no fueron tan dolorosas como la primera, ese ladrón le robó a nuestra agente, tu lo mataste y te quedaste con su collar, pero días después la mataste también a ella, no creo que lo sepas, pero se llamaba Amanda, y era nuestra agente más valiosa, pagaremos ojo por ojo, diente por diente. En el caso de que tu no mueras, tu pequeña princesa lo hará y no podrás hacer nada para detenerlo

Con odio:
Mr.Pata Roja".

Matt se quedó congelado durante un tiempo, sin poder decir nada, no le importaba su vida, le importaba la vida de Mia. Durante semanas se ganó su amor...y ahora...iban a matarla, no podía permitirlo, no mientras él viva.
Se levantó al día siguiente y salió corriendo hacia las ruinas, esquivando los derrumbes y volviendo a la placa de fuego, solo que esta vez no habia una inscripción con el simbolo del fuego, sino que había otro símbolo: "sangre".
Matt sabía que el nigromante estaba dentro, y como guardaba más sangre de la que necesitaba de los cuerpos de sus víctimas, le hecho un poco a la placa y la pared desapareció luego de un chirrido metálico. Él no se vió sorprendido y siguió el camino hacia el nigromante.
Cuando llego a su lado, la rata susurró "te has metido en graves problemas no es asi?". La araña quedó petrificada del escalofrío y respondió
-Ya lo sabes, por favor...ayúdame a que ella sobreviva.-el nigromante agitó la cabeza demostrando descontento
-Es inevitable,será atacada, pero tú tienes el antídoto desde nacimiento- la araña lo miró curioso y exigió respuestas, el nigromante siguió hablando calmado.
-verás...ella será atacada por los patas rojas. Enfermará, pero el antídoto es, basicamente, tu veneno, y no, no puede tomárselo, necesitas morderla,no se si te lo dije, pero al inyectar tu veneno el amuleto dejará de funcionar, y entiendo que eso te representa un dilema, pero es el único antídoto posible, asi que vete, o no saldrás de aquí con vida.
Matt salió de las ruinas algo deprimido y nervioso, debía volver a ser araña y morder a la princesa...ella lo odiaria, pero le salvaría la vida...a lo mejor...ella lo acepta. Mientras Matt intentaba aclararse, entró a la taberna y Andrea le sirvió un trago de aguamiel.
Luego de un rato fue con la princesa,esta vez ella estaba muchísimo más desenvuelta y cariñosa.
-Sabes, te esperé todo el día, queria darte algo- la princesa se acercó a él abrazandole y besó su mejilla algo enamorada.
-Si...perdona, tenia asuntos que atender...espera...me tienes que dar algo?- el rostro de Matt comenzó a cobrar color y temperatura mientras la princesa extendía ante él un paquete largo y fino.
-Para mi?...- susurró nervioso el supuesto príncipe y la miro a los ojos
-si tonto! Para ti! Siempre te veo llevando esos puñales desafilados y pensé que necesitabas algo con más clase, digno de un príncipe- la princesa sonrió mientras le entregaba una "rapier" a Matt, él se quedo asombrado, esas espadas son finas, rápidas y caras, ahora se sentía culpable de su gasto
-¿enserio esto es para mi?-le miró sorprendido
-si lo es! Creo que mereces algo mejor que dos simples puñales sin filo- al terminar de decir eso, Matt abrazó a la princesa desde la cintura y la acercó a él, mirandola a los ojos y susurrando.
-sabes...debo decirte algo...
-si?- la princesa comenzó a ponerse cada vez mas roja.
-sabes...seré directo, estoy enamorado de ti Mia...- Matt suspiró y la miró a los ojos con amor
-enserio?- la princesa mantenía su asombro y felicidad
-nunca podría hablar más enserio- al terminar de hablar, se acercó un poco más y unió sus labios lentamente, en un cálido beso con amor.
Luego de un rato de besos y abrazos, Matt recordó que ella iba a enfermar, asi que la abrazó y susurro a su oido:
-me amarías como fuera?...la princesa lo miro confundida
-siempre, mi Príncipe...
-y si....fuera una araña?- el principe susurró y la princesa sonrió un poco
-te amaría igual, aunque tendrías que tener cuidado, sabes que les tengo pabor.
Luego de decir eso, la princesa se desmayó en sus brazos y comenzó a palidecer, Matt estaba preocupado y muy alterado,asi que sin pensarlo dos veces, mato todas las arañas que encontró por el lugar, escribió una carta, la dejó en su cama y se quitó el collar, volviendo a ser araña, pensó durante unos minutos hasta que decidió que sería lo mejor para ella.
Al morderla, ella despertó brutamente y vió una araña en su cuerpo, brusca y torpemente intento matarla, pero ella salió por la ventana, llorando y volviendo a su cueva.
La princesa se levantó, buscó a su Príncipe pero no lo encontró, solo encontró una carta que decía:
"A mi querida princesa:
Todo este tiempo, tu príncipe estuvo disfrazado, no, no era un príncipe, llevo años viviendo en los tejados observandote sufrir, me encantabas tanto, que decidí buscar la manera para verme como un humano, solo para acercarme a ti y hacerte felíz, pero encontrando la manera de verme humano, tambien me amenazaron con matarte...la única cura era mi veneno...al despertar, supongo que me quitarás e intentarás matarme, al fin y al cabo, le tienes miedo a las arañas, y yo soy uno de ellas, pero no te preocupes, aunque no me veas, estaré ahi, observandote y velando por tu salud, y sonriendo al ver tu hermoso futuro.
Con amor
Tu araña. Matt"
Al terminar de leer, la princesa lloraba como niña pequeña, notando que ella alejó al único ser vivo que la amaba. Pidio al sastre oficial del reino que le confeccione un vestido de seda de araña, tardaría bastante, pero sería lo mejor que podría hacer por inmortalizar su amor por la araña que un día fue su Príncipe.
Cuando volvió a su habitación en el castillo real, vió una caja en la cama con una nota que decía
"Te hará juego con el vestido
Matt".
Mia abrió la caja emocionada y lloró al ver una hermosa y frágil Corona de Seda. Se la acomodó en su cabellera color café, se probo su vestido de seda de araña y se recostó en la cama, para dormir, dormir y nunca despertar.

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