Sonata de invierno

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Estados Unidos, año 1996

La habitación de su motel está completamente desordenada. Platos desechables se encuentran en el piso revueltos con su ropa sucia, la cama desordenada y el baño desaseado, en fin, ninguna camarera quería atender esa habitación.

Por enésima vez trataba de dormir un poco, durante las últimas noches los recuerdos y la desesperación por no tener noticias de sus compañeras lo habían dejado en un estado insomne. Se levanta nuevamente y enciende el ordenador, entrando al motor de búsqueda que era la sensación del momento y que sarcásticamente él llamaba "San google", escribe una vez más su búsqueda favorita: estrellas que solo pueden verse cada cierto tiempo.

-Aproximadamente 3.170.000 resultados (0,39 segundos)-bufó-como que no eres tan bueno san google, deberías decirme exactamente lo que quiero saber.

No piensa leer una vez más los 3 millones de posibles respuestas que le había arrojado el buscador, así que resignado a que por millonésima vez san google no lo ayudara, abre el buzón de email esperando encontrar un correo que le diera una pista de encontrar a su ángel.

-"Tienes 30 invitaciones para classmatespuntocom", parece que las personas no tienen nada que hacer más que sentarse frente a esta máquina y desperdiciar su tiempo.

Había sido una pérdida de tiempo revisar su correo, así como también el haberse inscrito al colegio otra vez, al igual que ya lo había hecho en Chile, Perú, México, Colombia, Costa Rica, Canadá e incluso en Groenlandia. Según lo que acordó con los protectores, cada uno se repartiría un continente de forma que si alguien daba con Selene avisaría a los demás. A él le había correspondido América.

Casi quinientos años habían pasado ya desde la última vez que la vieron y aún no tenían noticias de ella, esto ya lo estaba volviendo loco. Pasar de país en país tratando de no levantar sospechas, tener que cambiar su apariencia en cada lugar donde iba, cambiar su nombre y residencia, era agotador.

Cuando empezaron a asistir a escuelas y colegios fue lo peor. Una y otra vez tenía que repetir los mismos cursos, la misma información, la misma materia, sus cajones estaban repletos de los títulos que había obtenido y por eso ya no guardaba la ropa en ellos. Tenía muchos años ya establecido en Estados Unidos, había escogido este lugar por tener un centro muy especializado donde estudiaban las estrellas.

A pesar de todos los cambios que había sufrido la tierra, uno de los que más lo exasperaban era la tecnología. Le fue difícil aprender a usar la computadora y cuando creyó que ya lo había dominado, fabrican laptops, en fin todo esto lo aprendió, así como el internet y los celulares, pues le servía para estar en contacto con los demás ángeles. Eso sí, había resistido la tentación de meterse en el caos de las redes sociales que había empezado a revolucionar todo a su alrededor, todavía algunos de sus compañeros de clases se burlaban de él y lo miraban como bicho raro cuando decía no tener ninguna cuenta.

Rendido apaga el computador y se tira encima del basurero que le servía de cama, enciende el televisor y comienza a cambiar rápidamente los canales hasta dar con las noticias de las once. Se levanta para ir al baño y mientras cepilla sus dientes escucha al presentador de noticias del canal 22.

-La Unicef le pide a la República Popular China explicaciones urgentes por la muerte de miles de niños en orfanatos del país.

-Fuentes indican que este caso es de suma importancia para el ente ya que se trata de niños pequeños…

Estas noticias no le gustaban pero igual las oía con la esperanza de que en algún momento hubiera una noticia que le brindara una luz en medio de la oscuridad en la que estaba. Terminó de cepillarse los dientes y volvió a la cama. Sentía que el sueño ya estaba haciendo de las suyas con su cuerpo cuando a lo lejos escuchó una noticia diferente.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora