|CUATRO|

3.4K 263 2
                                    

Suspiré algo desesperada por ir caminando sola por el patio, casi siempre iba con SeeHanna, y cuadno ella no estaba la gente me miraba raro, siempre están pendiente de los dramas, y por algún mootivo llevan esperando una pelea entre Hanna y yo desde que nos conocimos. Direis, y donde está la chica, o no porque no os importa un carajo y medio, pues yo lo digo igual, la asquerosa esa estaba supuestamente en la biblioteca, digo supuestamente porque ella es muy atenta en clase y toda la cosa pero detesta perderse el recreo estudiando así que no lo hace, por lo que a saber donde está.Fui hasta el banco en el que siempre comíamos y me senté en la parte alta, ¿sabéis donde os digo? En la parte en la que se apoya la espalda, pues ahí, me encantaba ese sitio, o sea, el lugar, no donde estaba sentada, que tambié, a ver, que me liio, me encantaba ese sitio porque estaba lleno de árboles y rara vez había alguien. Al terminar de comer fui al baño con la idea de mear antes de que sonara el timbre, y por primera vez desde que estoy en el instituto, vi el baño vacío, era como si hubiera un apocalipsis. Cuando abrí la puerta de un cubículo escuché como echaban el pestillo, hola mamá, o me iban a pegar o iba a fumarse tremendo porro. Ah, pues no, es un inútil medio sado.

- Park, sé que lo tuyo no es la inteligencia, y que por ende no sabrás leer, pero hay un dibujito y todo donde se ve una mujer.

- No me jodas, ¿de verdad? - abrió la boca y parpadeó a lo flash - Verás, este baño, está solo, y tú,amiga, me debes una.

- Si prentendes que te haga un striptease aquí y ahora, que sepas que me estoy meando, así que pírate, cerdo.

- No.

Me empujé contra lapared, y como intenté empujarle, y l era una roca y yo un palito, pues obviamente ni se inmutó y rápidamente me agarró de las muñecas paraque me quedara quieta, ¿qué pasó? Que yo grité, por razones obvias.

- Qué pasa - será un imbécil, pero al ver que me dolía, bajó bastante la fuerza.

- Suéltame, enserio.

- ¿Por qué? - miró las muñequeras y al parecer su cerebro-cacahuete ató cabos y me bajó las muñequeras.

- Duele, ¿vales? Suéltame, por favor. - fue tan obvio el cambio que hubo en su expresión, que hasta me dolió.

- ¿Qué es eso, Seung? - ya no mesujetaba las muñecas, pero si los antesbrazos, casi por el codo. - Dimelo, o no voy a soltarte hasta que lo hagas, porque ni puta gracia me hacen los cortes.

- Me caí en un albero, ya sabes, arena, piedras, balones, niños que meten las piernasentre las tuyas y acabas volando... - ¿tenía sentido? No, ¿se lo creyó? No lo parecía, ¿lo dejó pasar? Zikzi.

- Obviamente eso no se lo cree nadie, pero vamos a dejarlo así porquete sale humo de la cabeza de tanto pensar una triste excusa, ya me imagino parte de la historia.

- Que diversión, ¿me sueltas?

Alzó las cejas, expresando un "mmm, ¿no?" y se acercó hasta mi cuello, hola, me llamo Seung, y si me respiras en el cuello me dan tres taquicardias, por lo que esta maravillosa vezz me dio un escalofrío y eche la cabeza hacia atrás... Sí... Soy glipollas.

-  Vaya... Interesante - interesante es la hostia que te vas a llevar, zorro.

Mami, el cerdo me está poniendo los labios en el cuello, ayuda... ¡Mami, está chupando! Se cree que soy un pezón, ayuda, me voy a llorar a una esquinita en cuanto se vaya, he sido violada, y mi cuello ahora es una prueba irrefutable.

- Bueno, como que me voy yendo yaa, antes de que te de un paro de miocardio, bonito cuello, que te vaya bien - me guiñó un ojo, el cerdo me guiñó un  ojo y se fue, sin más.

- ¡Violador!

Se despidió de espaldas levantando una mano y se fue. Ese cerdo violador, es un sado que se aprovecha de mi situación, ¿cómo duerme por las noches?. Me acomodé bien las muñequeras y salí del baño. Después de unos largos, eternos, y pesados diez minutos caminando, me encontré con SeeHanna en su taquilla buscando algo, me acerqué a ella y le hablé por la espalda.

- Señorita Kim Seehanna, ¿acaso necesita ayuda para encontrar algo? - dije imitando la voz de una de las profesoras más irritantes que había en el instituto.

- No, profesora Choi, lo acabo de encontrar, pero no se preocupe, usted siempre va con retraso - las dos reímos. Ella de repente cambió su expresión alegre por una pícara - Heeey, ¿pero que es esto, chiquibeibi? -obviamente me estaba tocando la marquita roja de cuello, chupetón, para los amigos. - ¿Quién es el afortunado?- tu padre es el afortuando. Perdón, me alteré.

- Yo...yo... - maldito Park - Mi...Mi padre... - definitivamente soy idiota.

- ¿¡Qué?! ¿¡Ese asqueroso se ha atrevi-...- le tapé la boca con la mano, claro Seung, no se la vas a tapar con el pie, y la arrastréa haci la parte "abandonada" del instituto, bajo la atenta mirada de los demás, cotillas.

- ¡Cállate, joder!

- ¡No! ¿¡Cómo quieres que me calle si ese hijo de puta te ha hecho eso!?

- ¡Que te calles!

Me fui corriendo a mi taquilla para coger mi móvil y llamar a mi madre a pedirle que venga por mí, no quería estar ahí. Pero Jimin apareció de la nada como casi siempre, un maldito acosador, debería denunciarlo.

- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué tu amiga gritaba como una loca?

- ¡Cállate, esto es tu puta culpa! ¡No entiendo porqué coño me amenazaste para que aceptara ese puto trato! ¡Vete a la mierda Park Jimin!

Fui al baño a taparme la marca que me había dejado Jimin y que más de medio instituto había visto ya, y ahora me mira como si fuera una prostituta, pero nenes, ni lo soy, ni sería la vuestra, pubertos necesitados. Me cubrí el cuello con el pelo, de forma estratégica, ahí a lo jugada de fútbol. Y ara mi sorpresa, en realidad no, Jmin, aka, el acosador, estaba fuera esperándome.

- Me caes mal.

- Gracias.

- De nada.

Me entró una llamada de mi madre para que saliera, por lo que dejé a Jimin hablando con la pared y me fui.










Una simple amenaza • P. J • [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora