Capitulo III

37 4 0
                                    

La semana se paso como un sueño y cuando menos se dio cuenta llego el sábado, Kalet había esuchado la conversación sobre la fiesta a la cuál asistiría Lotti y Anne, el estaba dispuesto a seguirla como cada noche. Cuando llego a la casa de ella para verla salir, observó su vestimenta y peinado sin descanso, deseo que ese vestido negro ajustado que mostraba su hermosa silueta y su cabello suelto tan naturalmente fuera solo para el pero el solo se ñimitó a tomarle una foto como de costumbre con su siempre confiable cámara Reflex Canon Eos 400D, como era de esperarse de un fotógrafo las imágenes salían perfectas para su altar. Vió como Anne la recogía y las siguió hasta un club donde el se preparó para el impacto de personas que habría e intentaba pasar desapercibido tomando en cuenta que Anne lo había visto seguir a Lotti. 

Durante toda la noche el solo veía como su bella Lotti bailaba y socializaba haciendo nuevos amigos como siempre, todo era normal pero acto seguido paso algo que a Kalet le pareció inaceptable. Lotti se estaba retirando de la fiesta por eso de las 11:00 pm. con un chico de cabello pelirrojo castaño, en ese momento el se levantó de su asiento tomandoles una foto mientras salían del club pero su enojo aumentó cuando vio a los dos entrando a casa de Lotti, el solo pensaba -Lo voy a matar, el debe morir, como alguien mas piede entrar en la casa de mi Lotti y tocarla!- su ira era incontrolable, solo se fue de vuelta a su apartamento y empezó a destrozar todo lo que veía a su paso: la cocina, la sala de estar. El no podía con sus emociones, no era la primera vez que el alcanzaba este nivel de ira, para su desgracia Lotti era popular con los chicos y el como cualquier buen acosador se ponía demasiado celoso de ellos, incluso cuando ella tuvo pocos noviazgos en la Universidad no duraban mucho pero siempre se aseguró de que ninguno lastimará a su bello ángel. Pero esta noche solo se puso a pensar en las posibilidades de que el la tocara de maneras que el nunca podría, esto hacía aumentar su rabia y furia mientras durante toda la noche tomo alcohol y fumó como si no hubiera un mañana. Al día siguiente se refugió en su apartamento como un ermitaño hasta que el lunes cuando volvió a trabajar pero esta vez solo podía pensar en como ese bastardo pudo haber tocado a su preciada joya, era inaceptable para el.

Obsesión AngelicalWhere stories live. Discover now