Prólogo

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Él fue un huracán ardiente y demoledor en mi vida. La bestia que aturdió cada milímetro de mi sistema.  El guardián que arribó a mi existencia como el más letal de los monstruos. Mi perdición o salvación, dependía de él.

                                  ...

Huyó en sus pensamientos de negación, mientras recopilada los recuerdos del suceso que le atormentaban cada segundo.
Esperaba que todo fuera producto de su mente, que ésta le estuviera jugando una broma de mal gusto.
Sin embargo, era completamente verídica aquella pesadez.

—Mi señora, ¿se encuentra usted bien?— Walter examinó a la joven mujer, que claramente manifestaba agobio en sus ojos azules y profundos.

—Sí, estoy bien— mintió en un tono serio que parecía disfrazar la verdad.

El mayordomo se retiró de la oficina de Integra y ésta solo contemplaba el techo detenidamente, a la vez que los recuerdos y pensamientos le invadían como un gran dédalo de confusión.

—Es imposible que sean celos, no lo son, me niego a creer que así sea—murmuraba para ella misma, tratando de creer sus propias palabras.

Cerró los ojos, recordando la escena que produjo un dolor en su corazón, no quería aceptarlo, pero ella sabía perfectamente que al presenciar ese acto, su interior ardía como un río de lava.

»Alucard llevaba varios días pensando en cómo convencer a la líder Hellsing, de convertirla en su vampiresa.
Él sabía que esa idea era muy descabellada y casi imposible de realizar, pero con intentarlo no perdería nada.
Decidió contarle a Seras acerca de ello, la chica se sorprendió y le preguntó a su amo del porqué quería hacer eso.
El conde sólo respondió que Integra, era la mujer perfecta para ser su compañera eterna, su Condesa, su Reina no viva.
Entonces, Victoria lo supo, quedaba bastante claro; él tenía sentimientos por su ama, no había duda de ello.
Los brazos de la joven draculina, enroscaron el cuerpo de Alucard, ya que sintió felicidad por su amo, al saber que en su muerto corazón, aun reposaban sentimientos.

Ella los observaba desde una distancia corta, no había escuchado lo que hablaban, Integra fijó su mirada en como los individuos ejercían tal afecto, no sabía por qué, pero esa escena creó un extraño sentimiento lastimero en su ser.
Fue a su oficina y ordenó a Walter llevarle una taza de té, el criado se apresuró a su petición y notó rara a Sir Hellsing, cuestionando si se encontraba bien, ella solo asintió y el mayordomo se fue del lugar.«

Al concluir el recuerdo de hacía unos minutos, encendió un cigarrillo, aspiró el humo de éste y expulsó la sustancia gaseosa que contenía el producto.
Retornó a sus pensamientos nuevamente, aún no se creía que esa clase de "emociones", reinaran en su mente y corazón.
Si en definitiva poseía celos, debía erradicarlos completamente, ella no podía estar enamorada del Conde Drácula, o al menos eso pensaba ella.

                                             *

Tomó un sorbo de su copa, deleitado por el sabor de ese líquido que resbalaba en su garganta, sentado en su trono, imaginando como su plan daría los resultados esperados.
Una sonrisa se esbozó en su rostro, dejando escapar una risa cargada de determinación.

—Ahora, mi ama, ¿aceptarás ser una criatura de la noche?— la convicción brillaba en sus ojos color escarlata, estaba decidido a tener a Integra como su consorte eterno.

                                    ...

Notas de la autora: ¿Qué les pareció el prólogo?
Es el primer fanfic que hago XD
Disculpen si tengo alguna falta de ortografía o gramática.

Saludos desde México :3

© El plan maestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora