Capítulo 14

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Murió toda alianza, no había rostros amigables entre nosotros. Hemos triturado toda piedad que, escasamente, guardábamos.

...

De un momento a otro, los sonidos murieron en una ráfaga demoledora. Cayeron los enemigos de Hellsing, o al menos por el momento. Integra estaba dispuesta a descansar de tanta guerra sin justificación. El Mayor fue derrotado por la mano de la dama de hierro, Walter destruido por su ambición idiota. Alucard y su ama formaron un solo equipo, una pieza que ahorcó los actos crueles de sus adversarios.

Enrico Maxwell, fue detenido por traición al Vaticano y a la organización Iscariote, Alexander Anderson se encargó de llevarlo hasta su merecido castigo. Ahora debían elegir un sucesor para ese puesto.

                                  *

Eleonora Mancini y Steve James, lograron sobrevivir a la brutalidad de los nazis dementes. La lección que aprendieron, fue que el ayudar personas debe ser cosa de todos los días, y no solo durante una guerra.
La pelirroja estaba entusiasmada con servir a la organización Hellsing y no ser una buena esposa solamente. No, sabía lo que deseaba ser y así lo haría. Lucharía por ello.

A propósito, el joven Steve fue adoptado por los padres de la joven Mancini. Ambos compartieron un lazo tan fuerte y unido que, en realidad, parecían hermanos de sangre. La alegría resplandecía en lo alto de la torre a los individuos.

                                    *

Seras Victoria no podía ser más dichosa en cuanto Pip recuperó su estabilidad física y emocional. El capitán no dejaba de lanzar chistes estúpidos de lo que sucedió con Millenium. Quizá, el francés se alegraba no solo por haber conseguido el milagro de la vida, sino por tener a su lado a su mignonette. Quien deseaba con afán, ser algo más que amigos.

Tal vez con el debido tiempo, se darían las cosas. Podrían enseñar el uno al otro a que, el amor, va más allá de ser iguales en personalidad, que no importa lo que sea alguien, siempre tendrá la oportunidad de amar y ser amado, para sanar heridas pasadas y verter calidez en el corazón.

                                     *

Y en cuanto a Alucard e Integra, bueno...

—Ha sido un honor haber peleado a su lado, mi amada maestra.

Embelesado, las palabras eran arrancadas sin ninguna clase de cuidado del vampiro. Por una fracción de segundo, su corazón no muerto, parecía reanudar su marcha después de tanto tiempo.

La rubia sonrió, asintiendo con la cabeza.

—Puedo decir lo mismo, conde.

—Estaré siempre con usted, condesa.

Los monstruos pueden amar, ¿no? Eso descubrió la dama de hierro, aprendió que ni el más letal de las armas, era suficiente para erradicar sentimientos. Que hombres y bestias, pueden formar parte de uno solo. Y, sobretodo, descubrió que no importa si el amor entre un siervo y su ama surge, sino alimentar esa chispa, es lo mejor y a veces, lo correcto.

Ahora debía decidir, qué era lo que realmente estaba a sus expectativas. Cuál era su razón de ser, con quién viviría por la eternidad. La última carta, estaba en ella. Y solamente, en ella.

~*~
Wa, solo falta el epílogo y listo. Gracias por leer esta bazofia, pero no soy buena con los finales felices xD

© El plan maestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora