Las Ventanas Rotas de los Argentinos

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Hace ya un largo tiempo que estoy seguro que los argentinos somos responsables del país que tenemos y que imagino que prácticamente no tiene arreglo. Unos años atrás me planteé la idea de irme a vivir a otro país, para ser coherente con lo que pienso. Al diablo el nacionalismo, este no es el país que quiero. Pero por estar separado y queriendo disfrutar de mis niños viví con algo de angustia la decisión de quedarme. Sin embargo, asi como mi madre me enseñó de pequeño les enseño a mis hijos a no tirar papeles en la calle, tratando de, en mis posibilidades, hacer las cosas correctamente.

Unos días atrás iba caminando por la Av. Libertador, en Vicente López quejándome de los autos estacionados en la Avenida, incluso bajo los carteles de "Prohibido estacionar" para colmo también en la misma cuadra donde está la comisaría jurisdiccional. Mientras me quejaba (deporte habitual mío y de muchos otros compatriotas) Veo una 4x4 que estaba estacionada, que sale de su lugar y gira en "U" por el medio de la Avenida. Justo la agarra el semáforo y frena. El conductor ve pasar a otro automóvil en rojo y se queja. En ese momento pienso "mirá este irresponsable como se queja de lo que hace el otro sin ver lo que recién hizo él". Mientras pensaba esto tiraba la colilla de mi cigarrillo a la vereda y la pisaba. Me quede riéndome de mi mismo y de lo hipócrita que estaba siendo. YO! Que me jacto de educar bien a mis hijos, tiraba la colilla al suelo!!! y seguí pensando, si, también yo alguna vez pasé en rojo y me puse la excusa de que era de noche y era peligroso. Si, también yo supero la velocidad máxima y la corrijo si hay un radar. Y así encontré muchas situaciones donde era yo el irrespetuoso.

Por mi situación laboral suelo viajar bastante; cada vez que viajo soy, en otros países, un ciudadano modelo. Respeto la velocidad máxima, los carteles de "PARE", dejo cruzar a los peatones que aún no bajan a la vereda, tiro las colillas de cigarrillo en los cestos, etc., mientras pienso y me lamento por vivir en Argentina, donde "los Argentinos" (y mientras pienso esto, me considero de otro bando, yo estoy curado, soy mejor) hacen siempre las cosas mal.

Qué triste me sentí en ese momento de revelación sobre la avenida Libertador, soy tanto o más argentino que todos los demás. No coimeo a un policía que me para pero conduzco aun después de haber consumido algún vino con el asado. No giro en U pero supero las velocidades máximas, etc. Era hora de repensar como me sentía conmigo mismo y con mi posibilidad de hacer algo por éste, mi país!

Ahí recordé la teoría de las ventanas rotas, en un curso de gestión empresarial que realicé hace varios años habían hablado de esto. James Q. Wilson y George L. Kelling escribieron un artículo que apareció en la edición de Marzo de 1982 de The Atlantic Monthly. El artículo se basa en un experimento realizado en 1969 por el Prof. Phillip Zimbardo de la Universidad de Stanford. El estudio consistió en dejar 2 autos idénticos en distintos lugares, uno en el Bronx y el otro en un buen barrio de Palo Alto. A las pocas horas el auto del Bronx había comenzado a ser vandalizado, robos, destrucción, etc; mientras que a la semana el de Palo Alto permanecía intacto.

Es común atribuir a la pobreza las causas del delito, postura en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras (de derecha y de izquierda).

Pero el experimento aún no terminaba. A la semana, cuando el auto del Bronx estaba deshecho los investigadores decidieron romper un vidrio del auto que estaba en Palo Alto. Como resultado terminó ocurriendo lo mismo que en el auto que había en el Bronx, en pocas horas comenzó a ser vandalizado.

Como resultado se comenzó a reflexionar de que no se trataba de la pobreza sino de la psicología humana y las relaciones sociales. Se teorizó con esto, que el vidrio roto trasmitía una idea de deterioro, de abandono; y ya que eso rompe la idea de convivencia, muestra una aparente "ausencia de ley" o un "vale todo". Cada nuevo ataque que recibe el auto va reafirmando esta percepción y multiplicando la idea. Hasta que la escalada se torna incontrolable.

En experimentos posteriores, (James Q. Wilson y George Kelling), desarrollaron la "teoría de las ventanas rotas", la misma que desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Si se rompe el vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Al poco tiempo irrumpirían en el edificio, luego lo ocuparían y posiblemente termine éste incendiado. Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importar a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen pequeñas faltas, y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.

Desde nuestro lugar como ciudadanos debemos velar por que esos pequeños delitos, o muestras de malas conductas y hábitos, no ocurran. Debemos no dar lugar a mostrar un vidrio roto, sea cual fuere. Recriminar a quien no dé paso en una senda peatonal a los peatones. Mantenernos a la derecha en las autopistas si conducimos a poca velocidad. Pagar los impuestos y aportes si tenemos una empleada doméstica. Facturar si tenemos negocio y exigir una factura si somos clientes; etc.

El estado debería preocuparse mucho más porque la gente no estacione mal, no tire papeles o colillas en la vereda, no gire en U, no circule en contramano, no pase semáforos en rojo, no haya cuidacoches que amenacen, etc.

No es difícil poner una multa por mal estacionamiento o controlar que quienes vayan en moto el casco lo usen en la cabeza en lugar de los codos; sancionar a quien pasa un semáforo en rojo. Poner cestos de residuos en todas las calles y multar a quien pretenda vandalizarlos, exigir que los colectivos paren sobre el cordón y que los automovilistas respeten las velocidades máximas.

Estoy convencido que podemos cambiar la Argentina y convertirla en el país que queremos con esos hábitos que alabamos de otros países. Mucho de esto pasa por nosotros y bastante poco pasa por el estado. No digo poco por pensar que el estado no tiene que hacer nada, digo poco porque realmente creo que no es muy difícil exigir estas pequeñas cosas. Poner una infracción creo que es fácil.

No generemos más vidrios rotos, cambiemos primeramente los que hemos quebrado nosotros mismos.

Federico Kroupensky


James Q. Wilson and George L. Kelling. (PDF).http://www.abc.es/tecnologia/redes/abci-odilo-plataforma-gestion-contenidos-digitales-capta-6-millones-euros-201703080947_noticia.html

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⏰ Last updated: Mar 08, 2017 ⏰

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