Estábamos solos el día que nos conocimos. Sonriente me hiciste pentagrama. Con las letras de tu nombre marcaste el compás, y, cuando nuestras manos se estrecharon, afinaste cada uno de mis nervios.
Mi cabeza retumbaba clásica, mis manos eran puro jazz, mis pies se movían al ritmo del tango, y mis latidos eran un rock rebelde. Todo yo era una confusión de ritmos y sonidos, y tú empezabas a ponerlos en orden, o en caos según el ánimo que llevases.
Los días pasaron, seguías sonriente, interpretabas con tus ojos cada género musical en mí, te acercaste, nos acercamos, y tu voz de cantante armonizó con todas las notas que corrían por mis venas.
Pero cada gran presentación tiene su final, todo telón debe caer, sobretodo cuando el artista nunca quiso ese concierto tanto como la audiencia, y ahora tocas otros ritmos, y yo bailo al son de otros horizontes; pero en mí siempre irá un poco de tu melodía, y sé que, en distintos tonos, en tu ser se ha acoplado parte de la mía.
___________________________________________________Al chico con espalda de guitarra y sonrisa de Marfil
SR
أنت تقرأ
De la vida y otras cosas estúpidas
عشوائيEste será el segundo proyecto que inicie, y no, para los que se lo pregunten, no abandonaré Besos Arcoíris , únicamente estoy tomando un descanso, pero volveré con más poemas cuando escriba otro que sienta que merece ver la luz de WattPad. Pero deja...