Visitantes Sorpresa

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En el corazón de la ciudad la gente se movía de un lado a otro sin pensar en nada que no fuesen sus propios problemas. Sus mentes estresadas nunca habrían sido capaces de percibir los 4 quejidos que se sumaron por un instante al barullo habitual.

En un estrello callejón se incorporaban 4 jóvenes; dos chicos y dos chicas. La primera muchacha, que se había levantado de un salto, lucía un aspecto desenfadado. Una camiseta y pantalón cortos, de tonos marrones, un pelo rubio recogido en una coleta, el tatuaje de una cruz en el brazo derecho, una especie de mini altavoz enganchado a la cintura, una pulsera, y una expresión de enfado. La otra, por el contrario, llevaba el pelo rojo corto y un vestidito rosa, un pequeño bolso, una pulsera a juego con la otra, y parecía más preocupada por quitarse de encima de los dos muchachos que de su propia seguridad, los cuales se mostraban claramente molestos por lo que fuera que acabase de suceder.  El primero de ellos, castaño, vestía un suéter azul y unos vaqueros, además de un tatuaje similar al de la chica en la mano izquierda. El cuarto de grupo destacaba entre los demás por llevar una especie de cíber traje que cubría todo su cuerpo salvo la cara.

-Vaya vaya, así que otra vez ibais a marcharos sin nosotras, ¿eh? - dijo la rubia
-Así es. Consideramos como la mejor opción el ir solos - Respondió fríamente el chico del traje
-¡¿Pero tú le oyes?!¡Se suponía que eramos un equipo! - Le gritó la rubia
-Chicos, será mejor que nos calmemos - Intervino el otro muchacho
-¡Claro, ahora la mala soy yo! - La rubia se cruzó de brazos y les dio la espalda.
-Ceres - Dijo la pelirroja, refiriéndose al chico castaño - creo que Cerveza tiene razón al enfadarse, en especial después de que nos hubiéseis dicho ayer que íbamos a trabajar juntos
-Tienes razón, Cereza. Yo... Lo sentimos. Y tú -dijo dando un toque al otro- intenta tener un poco más de tacto. Recuerda que ya no tienes excusa.
-¡Exacto señorito "robot que no es un robot salvo cuando le conviene"!
-Te recomiendo llamarme Over, consumirás menos tiempo. Y -su expresión cambió del tono frío a uno mucho más humano- en eso tienes razón. Será mejor que os lo expliquemos.
-Vaya, gracias
-Cerveza, ¿Podrías bajar un poco el grado de sarcasmo? - Apuntó Ceres.
-Hmpf
-Dicho de forma corta: -comenzó a explicar Over- detecté una inestabilidad en el tejido dimensional, que me permitió localizar un mundo del que recibía unas lecturas muy peculiares. No sabía cuanto podía durar la distorsión, así que tratándose de un mundo en el que parecía posible encontrar pistas, hablé con Ceres y decidimos partir de inmediato.
-¿Eso es todo? - Preguntó Cereza. Over miró a Ceres, en busca de una confirmación.
-También pensamos que podría ser peligroso, y que lo mejor sería no traeros. - Dijo Ceres
-¡Lo sabía!¡Nos ibais a dejar de lado!
-¡Era la decisión lógica!-Respondió Over, molesto- ¡La diferencia entre nuestras habilidades es demasiado grande!
-¡¿Quieres probarlo, hojalata!? - Ceres y Cereza se apresuraron a separarles
-¡Ya basta! - Dijo Ceres
-¡Los tres, disculpaos! - Añadió Cereza
Tras unos momentos, cada uno dijo "lo siento".
-Y ahora... -continuó Cereza- Cerveza, Over... Un abrazo- Los dos se miraron en silencio, y tras unos segundos, el traje que recubría a Over desapareció con un brillo y fue sustituido por ropa corriente. Entonces, se dieron un abrazo de reconciliación.
-Muy bien, es hora de ponernos en marcha - Concluyó Cereza con una sonrisa
-Estoy de acuerdo - Dijo Ceres
-Así es - Dijo Over
-Seh - Añadió Cerveza
Antes de continuar, Ceres susurró a su amigo:
-¿Ves como es mucho mejor solucionar las cosas al estilo paladín?-
Over no le respondió, pero esbozó u a sonrisa sincera.

Viajes dimensionales: Cartoon HSWhere stories live. Discover now