Vampires (Homosexual/Gay)

Cap. 29- Primos

Chris

Al abrir los ojos lo primero que vi fue una luz blanca, pestañeé varias veces y me reincorporé lentamente de donde estaba, miré a mi alrededor con confusión, me encontraba en mi habitación. Al notar a Jack sentado en una esquina me tranquilicé, él levantó la mirada del libro que estaba leyendo, sentí una extraña sensación cálida recorrer mi cuerpo cuando su mirada se encontró con la mía.

Él bajó el libro y me sonrió, me rasqué la nuca y miré mi muñeca al sentirla arder un poco, me llevé la otra mano a la boca con sorpresa al ver la flechita dorada que tenía tatuada.

—¿Q-Qué es e-esto? —pregunté sin salir de mi asombro, miré a Jack cuando se levantó y caminó hacia mí con calma, tragué duro cuando agarró con suavidad mi muñeca y miró la marca.

—Esto es algo muy especial Chris, esta marca es una muestra de lo unidos que estamos —respondió acariciándola, me sorprendí al ver que tenía una igual, solo que la suya era negra. —Nada ni nadie podrá romper el vínculo que nos une —lo miré a la cara, él me estaba mirando con mucha intensidad, me sentí abochornado, pero sobre todo me sentí feliz.

Si lo que él dice es cierto entonces no hay duda alguna de que él me ama tanto como yo a él.

—¿Y por qué es una flecha? —pregunté con curiosidad, él me miró en silencio por unos segundos, luego se sentó en la cama frente a mí y bajó la mirada a la marca.

—Refleja el momento en el que ambos sufrimos más... cuando... me fui a los dos nos afectó mucho, con esta marca podrás saber en donde estoy y yo en donde estás... —contestó levantando la mirada a mis ojos, asentí levemente sin comprender bien qué quería decir con eso, sentí mis mejillas calentarse cuando él se rió. —Entenderás esto cuando sea el momento —susurró pasando dos dedos por la marca, asentí mordiéndome el labio inferior.

Se sentía bien tener sus fríos dedos pasando suavemente por la marca que aun me ardía un poco.

—Espero que jamás volvamos a estar separados —dije entrelazando nuestros dedos, Jack se quedó callado, en cambio acarició mi mano y asintió.

Hice un puchero al recordar que su corazón dejó de latir a causa del dolor que le causó que estuviéramos separados.

—¿Cuáles cosas dejaste de sentir cuando tu corazón se detuvo? —pregunté con cautela, él se encogió de hombros y se acostó a mi lado con los brazos cruzados detrás de su cabeza, me senté con las piernas cruzadas y lo miré con atención.

—Al principio, todo. Bueno... lo único que sentía era frialdad y soledad... —me llevé una mano al pecho y lo miré con culpabilidad, él extendió una mano y acarició mi mejilla derecha, había tranquilidad en sus ojos rojos. —Hasta que volví a verte y todo cambió... comencé a sentir cosas que no sentía desde que me convertí en vampiro...

No pude evitar sorprenderme al escuchar eso, él asintió lentamente cuando lo miré con dudas.

—Todo se siente más intenso ahora... —añadió llevando sus dedos hasta mis labios, los dos nos quedamos en completo silencio mientras nos mirábamos.

Sin decir nada me acosté a su lado y me acurruqué en su pecho, afuera había comenzado a llover.

—¿Podemos salir a ver la ciudad? —pregunté con cautela aún sabiendo cual será su respuesta. Pero no pierdo nada con preguntarlo.

—Chris... —lancé un suspiro al escuchar su tono de advertencia, él levantó mi mentón y me hizo mirarlo a la cara. —Por ahora no podemos... Allistair podría estar cerca y no hace ni una hora que los vampiros de la ciudad te conocen, debemos darles algo de tiempo para que asimilen bien la idea —dijo con un tono calmado, hice un puchero y asentí. Sabía que tenía razón pero es que me sentía encerrado en este lugar.