No hubo chispas, ni sonrisas de reencuentros, ni tampoco lágrimas o enfados, ni siquiera confusión. Eran desconocidos que una vez fueron algo más, eran dos cartas de una misma baraja que, por casualidades del destino, al barajarlas bien, se había vuelto a encontrar después de mucho tiempo.Lo odiaba, le echaba de menos, se sentía sólo.
Tenía grabado a fuego en sus memorias cada mirada o gesto, cada sonrisa (aunque fuesen muchas); también las discusiones que acababan en risas o competiciones absurdas. Él recordaba muchas cosas sin sentido, que no deberían importarle, pero ahí estaban, tocando la puerta hacia un corazón hecho de piedra que a veces se volvía de mimbre.
Seguía igual que siempre, tan estúpidamente bajito, tan sonriente como de costumbre. El mismo pelo, los mismos ojos hechos de fuego y miel, la misma voz irritante: no, Hinata Shoyo no había cambiado en nada; aunque tenía que reconocer que había crecido algo y ya no estaba tan delgado.
Kageyama se deshizo de sus pensamientos al encontrar halagos entre ellos, no entendía bien como a pesar del tiempo sin verse, de lo ocurrido y las ausencias, seguía significando tanto para él. Quizás, sólo quizás, fuese porque nunca nadie había llegado a importarle tanto, y esas cosas no se olvidan fácilmente.
Se había ido y había vuelto, para quedarse. Su amigo jamás entendió por qué se fue, quizás porque nunca se le dieron bien las palabras y mucho menos mostrar sus sentimientos, quizás porque había sido demasiado egoísta como para buscar excusas; el caso es que huyó y no volvió hasta ahora, lleno de heridas sin cicatrizar, más alejado de un mundo cálido, de un sol que lo calentara.
Acercarse a ellos no era una opción.
-Así que, tú eres Kageyama Tobio. –Un chico rubio, alto y con sonrisa ladina se acercó a él. –Soy Haku Toori, seré a quien mandes tus pelotas.
Levántala para mí, Kageyama. Yo siempre la golpearé.
-Quién ha dicho que vayas a ser el rematador. -Le contestó, con malhumor, sin ganas. -Dudo mucho que llegues a mis tiros.
-Soy alto, siempre lo hago. -Era tan arrogante como Oikawa, es más, juraría que tenían la misma sonrisa. -Seamos amigo, Tobio.
Se dio la vuelta, si no iba a entrenar, prefería irse a su habitación. -No me interesas.
-Vaya, veo que los rumores de que el Rey ha vuelto, son ciertos, aunque dicen que ya no eres tan rígido. -Gritó, lo suficiente como para que el resto los escuchase.
Allí estaba, siendo observados por todos, menos por el más importante. -Si soy el Rey, Haku, olvídate de recibir nada de mí.
Definitivamente no tenía nada que hacer allí.
Si te caes siete veces, levántate ocho.
Era fuerte y decidido, era duro y resistente: la vida lo había hecho así, bajo sus circunstancias rendirse no era una opción, por mucho que le doliese. Hinata veía el vaso medio lleno, encontraba soluciones donde no las había, y sino ignoraba los problemas.
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Pases en el aire - [KageHina]
Fanfiction"Fue entonces cuando comprendieron que algo había cambiado en esa final, justo en ese instante, y ninguno estaba seguro de qué". Hinata y Kageyama han sido rivales, han sido compañeros de equipo, de estudio; se han visto en las malas y buenas, han s...