6. El chico desconocido.

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Le avisó a su madre sobre la fiesta y esta le sonrió feliz pues su conversación dio buenos resultados.

Se dio una ducha rápidamente y comenzó a arreglarse. Se colocó una camiseta simple, un pantalón de cuero, un blazer y botas negros. Eso hacía resaltar más el color de su cabello. Se daba los últimos retoques cuando su madre entró a la habitación sonriente.

—Te ves muy guapo.

—Gracias, mamá. —Sonrió y sus ojos formaron una línea.

—TaeTae ya esta afuera esperándote.

—Oh... claro. —Se puso perfume y salió apresuradamente.

En la sala se encontró con su amigo quien jugaba con sus dedos y tenía la mirada perdida.

—Tae, vámonos. —Le sonrió.

—Vaya, JiMinnie. Lástima que solo somos amigos. —Dijo viéndolo de arriba a abajo y JiMin rodó los ojos—. Vámonos.  —Mostró una de esas sonrisas cuadradas que tanto le gustaban.

A JiMin le parecía un niño muy lindo y tierno pero también muy extraño. Siempre decía cosas raras pero le causaban mucha gracia. Después de diez años de amistad, no sabía que haría si ese demente le llegara a faltar.

Cuando salieron del hogar de JiMin, se dirigieron a la motocicleta de TaeHyung. Este último le entregó un casco a su amigo, ambos se lo colocaron y subieron para que finalmente el castaño emprendiera camino al bar.

—No comprendo cómo manejas una motocicleta y no las has destruido. —Se burló.

—¡Hey! Soy muy responsable en estas cuestiones. —Frunció el ceño.

Ambos rieron. El camino hacia el bar no era tan largo por lo que llegaron en diez minutos. Se acercaron a la entrada donde había varios chicos que aún intentaban ingresar a la fiesta.

—Nombre. —Dijo un tipo robusto detrás de la cadena.

—TaeHyung, Kim TaeHyung. Y él, Park JiMin.

El hombre revisó su lista. Y en efecto, el nombre de ambos chicos estaba. Les dejó pasar y estos se asombraron al ver el gran ambiente allí dentro. JungKook sí que sabía organizar fiestas.

—¿Dónde está JungKook? —JiMin alzó la voz para que su amigo lo escuchara.

—No tengo idea, pero vamos a la barra.

—No vayas a tomar alcohol, Tae.

—Solo iremos por agua. —Rodó los ojos.

Se encaminaron hacia donde dijo el castaño. Divisaron algunos rostros conocidos ya que varios de los invitados eran compañeros de la escuela y los saludaron. Ordenaron bebidas sin alcohol, ya que TaeHyung tenía que conducir la motocicleta y JiMin era poco tolerante a este. Las pocas veces que bebieron, las cosas se salieron un poco de control.


[...]


El castaño bebía tranquilamente cuando entre la multitud, vio a un chico de cabello negro, finas facciones y hermosa sonrisa.

—¿Qué tanto ves? —Preguntó el peli-naranja curioso.

—A ese chico de bonita sonrisa.

JiMin vio en dirección que le indicó su amigo y levantó una ceja, el chico era guapo.

—Es verdad, su sonrisa es linda. ¿Por qué no vas a hablarle?

—Eso haré.

—Sí, solo déjame... —TaeHyung se levantó de su asiento ignorando a su amigo y se dirigió hacia donde el pelinegro—. Genial, ya me quedé solo. —Dijo JiMin para sí mismo cuando notó que su amigo se había ido.

—¡Déjenme pasar! —Gritaba el castaño.

Y como lo pensó, sólo lo empujaron más hacia aquel chico. Cuando TaeHyung estuvo cerca de él, como si todo estuviese planeado, la multitud se amontonó al punto de que ellos quedaron separados uno del otro solo por unos cuantos centímetros.

—Que rápido es este idiota. —Mencionó JiMin mientras veía aquella escena desde su asiento bastante impresionado.

El pelinegro observó al castaño con los ojos muy abiertos ya que la cercanía era demasiada.

La música y la bulla estaba a un volumen tan alto capaz de dejarlos sordos pero en ese momento dejaron de escuchar y observar a los demás para concentrarse solo en ellos dos. El pelinegro veía al castaño directamente a los ojos sintiendo una corriente eléctrica recorriendo su cuerpo. TaeHyung sentía exactamente lo mismo y una sonrisa cuadrada se escapó de su boca. Los ojos del pelinegro expusieron un lindo brillo al ver esa blanca dentadura formando lo más hermoso que había visto en la vida.

TaeHyung había sentido algo y estaba seguro que el pelinegro también y sin más se acercó un poco más para juntar sus labios. El pelinegro se sorprendió al extremo cuando sintió esa fina boca sobre la suya. Pero no se inmutó, al contrario, correspondió haciendo que el castaño sonriera.

JiMin, quien seguía observando la escena dio un sorbo a su bebida, y cuando vio que su amigo besó al chico casi se ahoga con el líquido en su boca, pero le sorprendió aún más que el chico pelinegro le correspondiera.

Ambos movían sus labios lentamente. Al principio por timidez pero después para disfrutar más de esa unión. Las manos de TaeHyung se encontraban en las mejillas del chico y las de este en la cintura del castaño. Cuando se separaron se miraron algo asustados. No tenían idea de qué acaba de pasar.

—No sé tu nombre. —Dijo el castaño aún cerca de él.

—Jung HoSeok. —Dijo avergonzado.

—Kim TaeHyung. —Y otra sonrisa cuadrada se asomó de su rostro.

Nothing Like Us [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora