57 (narrado).

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-Nena, ya nos vamos.- Mi madre aviso desde la cocina.- ¿Estas segura que no vendrás?- Pregunto, asomándose a el comedor, donde me encontraba terminado de peinar el poco cabello de Ethan.

Sin duda, mi hijo era un niño precioso. Y se que no validaba demasiado si lo decía su madre, pero no puedo evitarlo.

Es castaño, igual al cabello de Shawn. Pero al resto, es igual a mi, tiene las mejillas rojitas y gordas, agradecía que el no se pareciera en nada a Jason.

Quien le viera podría decir que es hijo de Shawn.

-Karen ha dicho que estarían muy felices de que fueras.- Volvió a insistir mi madre.

Sonreí en su dirección y negué con la cabeza.

-No mamá, enserio. Sabes que las cosas entre Shawn y yo no están de lo mejor. Ve tu; diviértete con tu nueva amiga, y yo me quedare aquí disfrutando de un día para mi misma.- Coloque a Ethan en sus brazos y poco más la eche de nustra casa.

Solo quería que se fuera y dejara de insistir en ir. Shawn me había dejado bien en claro que no me quería ver la cara. Ir era como meterme en la boca del lobo.

Una vez mamá se marchó, me dirigí a la cocina a prepararme un té.

Una vez pronto, me apoye sobre la mesada y me dediqué a tomar mi té.

Amo a Ethan, pero estos momentos a solas conmigo misma son magníficos.

Poder pensar y analizar lo loca que ha sido mi vida en este último año.

Mi movil vibró indicando que habia recibido un nuevo mensaje.

"Numero desconocido: Esos pantalones de chándal te quedan de maravilla, Alessia."

Trague duramente, sabiendo de quien se trataba.

Deje mi té de lado y comenze a respirar lenta y pausadamente, tratando de calmarme.

Es solo quiere jugar con mi cordura.

Mi movil volvió a vibrar y puedo decir que ese mensaje fue mi puto infierno.

"Numero desconocido: No debes dejar la puerta abierta, Alessia. Cualquier depravado podría querer entrar."

En cuanto sentí los pasos aproximarse a la cocina, mis manos comenzaron a sudar y a temblar.

Mi cuerpo completo parecía una gelatina.

-Hola nuevamente, Pequeña Alessia.- Susurro aquella voz en mi oido.

Estaba acabada y lo sabia perfectamente.

No había manera en el infierno que yo podría salir bien luego de esto.

-¿Que pasa, Cariño? ¿Te comió la lengua el gato?.- Hablo burlescamente  dándome la vuelta bruscamente, haciéndonos quedar cara a cara.

Su mirada, su agarre en mi cintura, eran como aquel día. Su tono de voz, todo era como aquel maldito día.

-Déjame porfavor.- Apenas conseguí musitar.

El miedo calaba por mis huesos, no podría articular palabra alguna.

Tan sólo podía tener fe en mi misma y pensar que todo podría salir bien. Aunque yo sabía muy bien que no sería asi.

-Vine a cumplir mi promesa, princesa.- Acarició mi mejilla con el dorso de su mano, y luego su dedo pulgar hizo contacto con mi labio inferior. Acerco su rostro al mio con todas las intenciones de besarme, pero voltee mi rostro y termino besando mi mejilla.- Eres tan estúpida. Puedes intentar que no te bese pero no puedes evitar que te folle, maldita perra.- Grito totalmente fuera de sí mismo.

Teen Mom; Shawn Mendes (editando)Where stories live. Discover now