¿Qué hay detrás?

Capítulo 2: Reencuentro

- Dulce: ¡Alfonso Herrera! ¡Poncho! ¡Mi Ponchito! ¿Cómo supiste que estoy acá? Te acordaste de mí, ¡no lo puedo creer!

-Poncho: ¡Como olvidar a mi carnal! Me enteré que estabas aquí y vine volando. Yo no soy como tú, siempre te tuve presente reina de las ardillas...

- Dulce: Ay mi ardillita, lo siento... pero me dolía tanto seguir con el contacto y pensar que no os vería más. Cuéntame tooooodo lo que haya pasado.

Pasamos la tarde entera, de risas y confidencias.

- Poncho: Ahora que regresaste ¿dónde vas a estudiar?

- Dulce: la neta no sé, pero supongo que a nuestro colegio, en el que crecimos.

- Poncho: ¿Sabes que han abierto una nueva escuela de niños bien justo en frente?

- Dulce: Hijos de los perfectos corruptos...

- Poncho: Yo no lo hubiera dicho mejor. Pero si nos cruzamos ni nos miramos, osea que... cero problemas.

- Dulce: Hasta que llegue yo mi rey, pondré a esos niños de papá en su sitio.

- Poncho: Aún ni has entrado y ya vas buscando líos... pero cuenta conmigo (dijo Poncho entre risas)

Poncho se marchó, es hora de aguantar a Alma. A fingir que somos una especie de familia.

- Dulce: hola Alma.

- Alma: hola mi amor, ¿como fue tu alojamiento aquí?

- Dulce: no sabía que te importara. Por cierto, ¿en que colegio me vas a apuntar?

- Alma: Ni un beso a mamá ni nada... Pues la verdad es que tenía pensado apuntarte a la nueva escuela.

- Dulce: ¿¡ Qué!? Antes muerta.

- Alma: bueno, si tanto te desagrada, vamos al antiguo y ya. ¿Te gusta la idea mi amor?

- Dulce: Sí Alma.

- Alma: ¿ Por qué me tratas así hija?

- Dulce: Estoy harta de que os creáis que soy un mueble que cambia de casa a casa. Dejandome al margen de todo.

- Alma: Eso no es así Dul...

-Dulce: Sí es así, pero x... no me importa.

Pasaron varios días, y por fin volví a mi vieja escuela. Estaban todos Poncho, May, Christian, Zoraida y Ed.

Estuvimos como en los viejos tiempos, todo iba perfecto hasta que en la salida...

Suena un pito.

- Dulce: ¿Estás loco o que te pasa? Casi me matas idiota.

Se baja un puberto del auto y empieza a gritar.

- Christopher: ¿Y a ti qué te pasa? ¡Estás loca o que! Quítate de en medio que tengo cosas más importantes que hacer ¡loca!

¡¿Qué?! No me puedo creer esto, casi me atropella y se va así que se cree ese idiota sin cerebro, muñequito de plástico, seguramente un títere de los corruptos.

- Poncho: Dul, ¿estás bien? Ese es un idiota, hijo del futuro gobernador tenía que ser...

- Dulce: Gracias Poncho, casi me da un infarto. La gente está muy mal la neta.