Mírame

3.9K 545 382
                                    

Antes de empezar aclararé que ₱ es Harry y £ es Draco. Ahora sí, comencemos.

__________________________

£

Mirémonos mientras estamos en clase de pociones, mientras tú finges prestar atención a tu amiga sabelotodo y mientras yo me ocupo de la sustancia en mi caldero.

~

— ¡Harry!—Hermione, alarmada, sostuvo la mano de su compañero antes de que soltara el cuerno de unicornio en el líquido amarillento—Si lo haces antes de apagar el fuego, eso va a explotar.

Harry asintió avergonzado y miró con disgusto la mesa donde cierto rubio mantenía una sonrisa burlona mientras se fingía entretenido con su poción.

Negando con la cabeza en claro gesto de superioridad, Draco apagó el fuego, y con la mirada fija en el chico pelinegro, depositó el último ingrediente, diciendose a sí mismo como tantas otras veces que Potter era un idiota.

<><><>

Mirémonos en el comedor, cuando tú le sonríes a Parkinson y a tus guardaespaldas y cuando yo doy un sorbo a mi jugo de calabaza.

~

— ¿En verdad lo crees?

— Estoy seguro.

—Agh—Draco sonrió por la mueca de asco que acababa de poner Pansy al enterarse que el responsable por todas esas cartas anónimas que recibía era probablemente un Hufflepuff ¿Quién más si no? Pese a ser una Slytherin bastante prespicaz, Pansy tenía sus momento en donde no veía, o no deseaba ver, cosas tan claras.

— ¿Sabes? últimamente se ha vuelto difícil verte sonreír—Parkinson ladeó la cabeza apreciando el gesto del rubio, a lo cual Draco sonrió con más énfasis y con un poco de arrogancia. Estuvo a punto de replicar de no ser por el alboroto que se estaba formando en la mesa de los leones.

— ¡Maldición, Harry! Recuérdame no volver a sentarme junto a tí nunca más—Ron trataba de limpiar su túnica de los restos de jugo de calabaza que había dejado su compañero al escupirle casi directamente.

Harry se disculpó entre risas y trató de excusarse diciendo que fue culpa de Seamus por hacer carbón la carne de su plato queriendo que estese un poco más cosida.

A lo lejos, Draco siguió con su sonrisa, la arrogancia dejó de estar presente y un sentimiento no del todo claro fue el que ocupó su lugar.

<><><>

₱/£

Mirémonos durante el quidditch, tú y yo persiguiendo la snitch y volando a gran velocidad sobre nuestras escobas, con la multitud lo suficientemente lejos de nosotros como para no darse cuenta de la conexión en nuestros ojos.

~

— Hazte a un lado, Potter—ganando velocidad, Draco se posicionó junto a Harry, tanto como para que sus piernas se rozaran, y lo suficiente para distinguir la mirada retadora del otro.

— Apártate, Malfoy—Harry lo miró tras los lentes: el cabello rubio ondeando hacia atrás desapareciendo su peinado engominado; los ojos desafiantes y brillantes por los rayos de sol reflejándose en las pupilas, volviéndolos casi rojos.

Ambos pasaron por la sombra que producía una de las torres de los espectadores que apoyaban a Gryffindor, y Draco pudo distinguir perfectamente el color de los ojos de Harry ya sin el reflejo de las gafas: verdes, oscuros y luminosos; siempre combativos, siempre vivaces.

Ahora, No Nos Miremos, Cuando No Nos Miren, Nos MiraremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora