20. En Caída Libre.

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"Es solo que la manera de nuestro encuentro no resultó, ¿Cierto?. Es triste. ¿No?

Sé que no hay deseo en ti, de morir ni herir.

Deja que el mar, aparentemente hundido, se trague hasta tu destino."

Daybreak's Bell, Hyde.



Kaden sonrió mientras vio a la Doctora - antes enfermera - abandonar el edificio. Inclinó la cara al escuchar la campana sonar. Se hallaba en el Restorán Marroquí al otro lado de la calle, un poco retirado de la Galería. Kaden gustaba de vigilar a Alexander desde allí; el mudarse no había apartado a Alec de su singular vigilancia. Desde donde estaba podía verlo enterar y salir, pero Kaden aún no había encontrado la manera de desplazarse por el edificio.

Había sido inteligente de parte de Alec el moverse al piso de Bane, Kaden no tenía manera de entrar allí. El edificio parecía casi mágico, negándole la entrada a Kaden. Cada zona que parecía fácil de penetrar, de hecho resultaba imposible de alterar. Kaden se quitaba el sombrero ante Alec y Magnus, pero solo sería pasajero. Kaden siempre encontraba la manera.

La puerta se abrió de nuevo y Alarick entró en la habitación, el hombre lucía mucho más viejo, su expresión se tornó fastidiada, sin embargo buscaba con la mirada a Kaden.

- ¿No me ibas a abandonar?.- cuestionó Kaden, con una amplia sonrisa.

- Supe que olvidaste al niño, así que pensé que te marcharías conmigo.- comentó Alarick, sentándose frente a su sobrino.

- No lo he olvidado.- Kaden continuó mirando hacia el edificio.- Todas las parejas tienen sus rupturas.- Kaden se encogió de hombros.- Alec solo quiere sentirse libre.

- ¿Aun pretendes perseguirlo?.- Alarick pareció incómodo al hablar de ello en ese lugar.- ¿Pretendes continuar con ello?. El niño te ha olvidado.

- Mis planes han cambiado ligeramente.- Kaden inclinó la cabeza.- Alexander me hizo enojar mucho y planeo castigarlo solo un poco más.- una sonrisa cruel se deslizó por sus labios.- Ha mostrado un lado tan dominante, que deseo demostrarle porqué debe temerme.

- Tu interés se ha distorsionado.- dijo Alarick.- Tu capricho lo llevará a la muerte.

- Si hablas sobre el ligero envenenamiento.- Kaden fijó su cruel expresión sobre Alarick.- Tenía que castigarlo. Alec se ha olvidado de mí. Me ha reemplazado. Tenía que hacerlo ver su error.- añadió con voz irascible.

- ¿Matándolo?.- Alarick palideció bajo la atenta mirada de Kaden.- ¿Pretendes obligarlo a que te ame o que te odie?.

- Yo no... pretendo nada de eso.

- Pero intentaste asesinarlo.

- Fue solo un ligero envenenamiento.

- Harry... Deja al niño y continúa con tu vida.- Alarick suplicaba por el joven que había visto crecer. Todo lo que había logrado se desvanecía con aquella obsesión.

- Perdí mucho de mi vida en Italia, solo aferrado al recuerdo del niño cuyo corazón me pertenecía.- Kaden le dio un profundo trago a su bebida antes de continuar hablando.- Alec fue lo único que verdaderamente pudo ser parte de mi vida. Era mío.

- Alexander no es como era antes.

- ¿Eso qué significa?.

- El niño ya no te sería útil de la manera en que lo era antes.- Alarick no podía ver a Kaden cometer un gran error. Era libre y tenía dinero, pero todo lo arrojaría por la borda si continuaba con su obsesión.- Solo déjalo y vámonos.

El Café de la Cuarta AvenidaWhere stories live. Discover now