【redpetals】

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A pesar de todo lo ocurrido, las cosas no fueron mejores para Louis.

Esto solo había hecho que el sentimiento de amor creciera más en su pecho, estaba ahí. Dolía de una forma desesperante, física como mentalmente. Estaba cansado, abrumado, sus calificaciones bajaron desmesuradamente y estaba asustado de lo que eso podía provocarle a su familia.

Si, quizá las burlas y los comentarios en los pasillos terminaron. Pero ahora era algo más bruto como notas escondidas dentro de su casillero explicándole que era hombre muerto por alejar a Harry de ellos, puesto que, después de lo ocurrido, Harry no era capaz de permanecer un solo segundo alejado de él. Miradas feroces y un millón de amenazas que de vez en cuando se cumplían.

Pasó de ser una persona acosada frecuentemente de forma verbal, a vista de todos, a ser una persona acosada físicamente en lugares donde el resto no podía notarlo, sumado también la cantidad de cosas grotescas que murmuraban mientras manos ajenas tocaban con coraje su cuerpo.

Louis cree que, en un primer instante, la razón del acoso era Harry. Pero que ahora era algo casi como una costumbre. Ellos decían que era por Harry, gritaban constantemente que era por Harry, pero sabe que no es más que una excusa sin sentido. Que al final, solo lo usaban para soltar el estrés reprimido que cada uno tenía adentro.

Había pasado casi un mes desde aquel incidente y se sentía vacío. En un escenario diferente habría estado tan feliz de que Harry le prestase tanta atención, pero ahora mismo, demacrado, ojeroso, y enfermo, no quería recibir esa mirada de lastima constante sobre él. No quería ser el punto de odio de todos.

Él solo quería ser lo invisible que era antes, pero entonces, con la mano de Harry envuelta en su cintura, y la forma en la que delicadamente tomaba sus mejillas entre sus manos mirándolo solo para preguntarle si está bien, piensa que no está tan mal ser notado por una persona. Al menos por una.

Sabe que debería contarle a Harry, que debería levantar su playera en su casa y mostrarle los grandes moretones de su estómago, o los que están en sus piernas. Que debería levantar un poco el suéter por encima del hombro para que ve el corte que le hizo uno de sus compañeros de ultimo año cuando le pidió que parara.

Pero entonces están ahí, sentados en la cama de su cuarto. Su mano está, casi a penas y con timidez, tocando la de Harry. Ríen incluso aunque su pecho duele con cada carcajada, y hablan sobre un millón de cosas.

No quiere arruinar la única luz que hay en su día con oscuridad.

No quiere que las cosas se vuelvan difíciles para él por su culpa.

No quiere hacerlo sentir culpable.

No quiere nada de eso, porque no vale la pena cuando al final, sus días están contados.

Él no tiene idea de cómo fue que todo se volvió tan agresivo. O si, la tiene, pero no quiere admitirlo. Porque admitirlo sería culpar a Harry cuando nada de esto era en realidad su culpa.

La gente estaba enferma. Las personas estaban locas, impregnadas en odio irracional hacia un muñeco que habían creado, porque al final, eso era él. Un muñeco al que le había puesto una personalidad creada a base de sus mentes que necesitan algo a lo que aferrar su odio.

Decían cosas como que era egoísta, engreído. Que tenía a Harry en sus manos solo por la lástima que quería generar a pesar de que en realidad no eran más que mentiras para poder atraparlo. Un anzuelo. Él no sabe de dónde fue que sacaron todas esas cosas respecto a él, porque de todas las personas que le han dicho o hecho algo a lo largo de su periodo escolar, a ninguna le dijo más de dos palabras en toda su vida.

Nadie lo conocía realmente, todos sabían lo que el amigo del amigo les había dicho sobre él. Pero en realidad, Louis no hablaba con nadie más que con Harry, a no ser que fuese sumamente necesario.

Y entonces estaba la ex novia de Harry, porque si, habían terminado después de aquel incidente. Ella era, desde entonces, la líder de todo este movimiento estúpido en su contra. Quien se encargaba de difundir los chismes falsos que le involucraban.

También, y a pesar de que ahora mismo estaba dejándolo en segundo plano, estaba su enfermedad. Empeorando cada día y haciéndolo faltar constantemente.  Tosía cada vez con más frecuencia, incluso los pétalos eran más rojos debido a la cantidad de sangre.

A pesar de que la esperanza de vida de una persona con esta enfermedad puede llegar a los tres meses, él sabe que con el ritmo tan malo que lleva, no durará más de un par de semanas más.

Harry está tocando su cabello en uno de los recesos, en la escuela. Explicándole que lo extrañó porque había faltado mucho últimamente, y a pesar de que lo iba a ver en las tardes, era muy corto el tiempo que podía permanecer ahí. Hablaba sobre eso un buen rato, siempre, hasta que de repente, preocupado, lo obligaba a mirarle a los ojos para hacer la pregunta: —¿Cómo vas con la tos? ¿Fuiste al médico?

Y Louis sonríe. Sonríe de forma mínima intimidado por una mirada que le está rogado la verdad. —Tú sabes que la única opción para que esto desaparezca es esa. No hay otra. No necesito a un médico que me lo repita. Y no, no voy a sacar la flor con cirugía, sabes lo que eso significa. Perder los recuerdos que tengo sobre esa persona, no estoy dispuesto.

—¿En serio son tan importantes? ¿Incluso más que tu vida? Yo no puedo entenderlo, Louis. No entiendo que puede ser más importante que vivir. —Harry está frustrado, algo molesto. Se nota por su ceño fruncido y la forma en la que presiona sus labios con firmeza. Pero Louis no está dispuesto a dejarse ceder por nada de eso.

—Si olvido a esa persona, entonces me levantaré de esa camilla y viviré una vida vacía. Sabré siempre que algo me falta, incluso aunque no lo recuerde. Trataré siempre de saber que es, no podré dormir con esa sensación. Además, la expresión que pondrá cuando no le recuerde, como se sentirá. Incluso aunque no sabré quien es, no quiero estar vivo para verlo.

El oji-verde suelta un suave suspiro abrumador. Parece más molesto que antes.

¿Por qué Louis amaba tanto a esa persona? ¿Cómo alguien podía no amar a Louis?

No lo entendía, incluso mirándolo de esta perspectiva, era una hermosa persona con una mente brillante. Sus ojos y la finura de sus facciones eran lo más precioso que había visto en toda su vida.

Cuando Louis toma su mano cálida entre las suyas que están heladas, algo se remueve dentro de su corazón. Mientras con una mirada de necesidad le dice: —No puedo dejar ir esto que siento. Lo siento, siento que no puedas comprenderlo, pero no me voy a sacar la flor. Incluso aunque ahora mismo todo sea devastador, amar a alguien es todo lo que me queda.

Notita.

Ayyy prepárense porque se viene mucho sufrimiento. Gracias por leer, mucho mucho amorrr xx