Judith... Judith

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Podría adorarla por horas enteras, me enloquece observarla, se ha encargado de curar mi corazón a su manera, despacio, sin prisa y con fuerza.

—¿Qué haces?– pregunto llegando a su cuerpo el cual se encuentra atrás del espejo y la abrazo por la cintura recargando mi mentón sobre su hombro.

—Maquillándome Danna– dice obvia riendo un poco.

—Terminaras matándome.

—Estás siendo dramática amor– contesta regalándome una ligera sonrisa, da la vuelta entre mis brazos y clava sus ojos a los míos.

—Gracias– hablo de pronto, sin saber porque esa palabra salió de mis labios, dejándome llevar por el impulso –llegaste a salvarme, llegaste cuando más te necesitaba.

—Merecías ser feliz– murmura triste, sabe a lo que me refiero.

Cinco años atrás

—Vamos Dan, te presentaré a alguien– dice Claudia atrás de la línea, lleva meses intentando sacarme de mi casa y presentarme mujeres, eso nunca pasara, otro amor no resiste el corazón.

—No Claudia, no insistas no quiero conocer a nadie y menos salir.

—Ya ha pasado un año desde que se fue, deberías seguir con tu vida.

—Y pasarán años, esto no es fácil.

—Al menos trata de intentarlo ¿si?, tienes que seguir, por ti, no por Laura– mierda, aún siento arder el pecho al escuchar su nombre.

—Lo haré.

Después de hacer entender a Claudia que no saldría colgué la llamada y apague el celular, deje mi cuerpo caer sobre la cama y mandé mi mente a volar lejos.

Siento todo mi alrededor dar vueltas, el suelo que se encuentra bajo mis pies retumba haciendo mi equilibrio nulo, todo mi alrededor se desvanece, todo lo que me rodea se cae a pedazos, mientras más pasa el tiempo y tú no regresas mi vida se derrumba en sismos cada vez más grandes.

"Que llegue quien tenga que llegar, que se vaya quien se tenga que ir, que duela lo que tenga que doler... que pase lo que tenga que pasar" esas frías y congruentes palabras son recordadas a mi cerebro, la cruda realidad que Mario Benedetti expresó en sus palabras me despierta, me deja una abrumadora sensación, como si la helada más dolorosa ha llegado a habitar cada uno de mis huesos, dejando la sensación de un dolor placentero, susurrando con una fría brisa la verdad que necesitaba escuchar y dejando con ella el conocimiento que salvaría mi vida; repito automáticamente cada una de esas palabras en mi cabeza, buscando consuelo en ellas, ansiosa por sentirme tranquila de nuevo. Entiendo cada palabra y aunque juntas parecen no decir nada a mí me lo dicen todo, duele, es cierto... que pase que lo que tenga que pasar, aún así eso signifique dejar que Laura se aleje libre de mí, para bien de las dos quizá.

Las lágrimas se escapas de mis párpados cerrados, luchando contra mis pestañas entrelazadas para ser liberadas, siento que cada una purifica mi alma, al soltarlas la fuerte presión que comenzaba a ser huésped de mi pecho es libre y se pierde en algún lugar invisible en mi habitación.

Mi cuerpo es suspendido en medio de un éxtasis irreconocible para mí, no entiendo lo qué pasa, solamente soy capaz de sentir paz. Las lágrimas cesan y mi cordura vuelve rebelando las respuestas que todo mi ser pedía a gritos; he amado, lo he hecho como nunca antes, tan fuerte que el corazón fue consumido en llamas y lo único que queda son cenizas, pero hay algo más importante, algo más grande que el amor que siento por Laura y se llama amor propio... quizás ahora no entienda su decisión, tal vez nunca la entenderé porque no hay respuestas congruentes que justifiquen su acto, pero eso es algo de lo que solo Laura debe darse cuenta, la amo y la amaré por el resto de mis días, porque cuando realmente se ama nunca se deja de hacerlo, pero a partir de hoy decido amarme a mí misma y dejar de atosigarme hundida en una depresión por su ausencia... "si amas algo déjalo ir, si vuelve es tuyo, si no, nunca lo fue"
Laura no es mía eso es claro, pero puedo respirar en el consuelo de que es para mí y si no es así, seré dichosa por haberla conocido, dejaré que el tiempo cure las heridas, dejaré de reproducir las imágenes de ti, o el segundo donde tus labios comenzaban a curvarse para revelar la mejor sonrisa... te seguiré amando pero a mi manera.

Sobre tu mirada  •|profesora y alumna|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora