CAPITULO # 6

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Paso del tiempo


Pasaron 4 meses desde que realizaron aquella promesa. Leo y Layla se habían convertido en grandes amigos, ella le visitaba constantemente por las mañanas para despertarlo, esa era su rutina mañanera y ya se habían acostumbrado a ello.

Al poco tiempo Layla se entera de que habían comprado el departamento donde ella habitaba quedándose sin dónde ir, lo que más le preocupaba era que se alejaría de su amigo. Además Leo no le había ayudado aún a saber cuál era su propósito de que se encuentre presente en este mundo, por qué aún no se podía ir de ese mundo.

Ambos esperaban la finalización del Año lectivo para tener tiempo suficiente y no dejar cabos sueltos sobre el asunto del fantasmita. Tras un largo día muy agotador en la Universidad, Leo quien se encontraba agotado buscaba llegar a su casa a descansar, lo que no sabía Leo era que Blue iría a hablar con él acerca de los nuevos acontecimientos que se estaban dando.

-Leo... tengo algo que decirte- pauso unos segundos –es importante- dice seria.

-Parece que me vas a decir que te vas a morir, con la cara de funeral que te manejas...dale te escucho soy todo oídos- no mentía, se veía algo pálida más de lo que era y hablaba de manera seria, solo esperaba saber lo que le diría.

-Y-yo... ya no te voy a poder visitar más por las mañanas- comenzó titubeante con la mirada gacha, continuando lo que quería decirle sin levantar su rostro –El departamento de al lado ya está vendido, tendrás nueva vecina y yo me tendré que marchar- alzó la cabeza posando su mirada en Leo quien no tenía expresión alguna, seguía normal –Aún no sé a dónde, pero no es la primera vez que me pasa, ya me encuentro acostumbrado- le muestra una sonrisa forzada.

La cara de nuestro fantasmita era un tanto desconsolador, era muy cierto que más de una vez tenía que dejar el lugar donde ella se instalaba, pero esta era la primera vez que tenía un amigo o mejor dicho alguien que no la ignoraba o pudiese ella fácilmente traspasar con su cuerpo, sintiéndose más invisible.

Luego de un silencio que se tornó eterno, Leo dubitativo pensó en la solución a esta situación, aunque no le parecía muy acogedor para consigo, pero algo que no haría Leo era faltar a sus promesas y él las cumpliría.

-No tienes a donde ir cierto?- Layla asiente algo taciturna –Pero sin dudo creo que puedes hacer algunas cosas...- susurro para sí mismo, nuestra fantasmita escucho, pero no entendía –Necesito una empleada de limpieza, si aceptas te puedes quedar aquí y sí no pues... vaya por la sombrita señorita- le suelta su propuesta, para que ella eligiera

-mmm... no sé eso me suena a abuso- ella se pone a pensar – Me vas a pagar por el trabajo? Mira que soy fantasmita, pero no estúpida- concluye Blue.

Leo se reía como loco, era muy gracioso que ella le quisiera cobrar cuando él le estaba haciendo un favor de muerte y obviamente Layla estaba enterada de ello, pero para ella una broma de más no hacía mal a nadie, después de todo ya eran grande amigos.

-Acepto los términos y condiciones con los que viene el no contrato- mencionando lo último con fuerza –Te voy a demandar por no pagarme- haciendo notar la burla con aquella frase, se mordía el labio para no reír.

-Ha! Si hay algo que no se ve muy seguido eso sería ver a una muerta querer cobrar por el trabajo que ni si quiera ha empezado- le sigue el chistecito.

-Una pregunta flash!- mencionó apresurada –¿Dónde voy a dormir?- quería saber aunque no tuviera la necesidad de hacerlo.

-Tu duermes?- dijo irónico –se supone que los fantasmas no duermen- aún son ironía, ella solo puso sus ojos en blanco.

-No lo hacemos, pero... Hey! No me quedaré de brazos cruzados, por lo menos dame una cama! No sé- le miro desafiante.

-Siempre y cuando tú quieras puedes dormir en el baño- haciéndole burla, se reía de la expresión que nuestro fantasma tenía en esos momentos, era de estupefacción y se veía muy cómica mientras Leo se puso muy molestoso.

Luego de hablar se había arreglado como podían con el tema de la cama, Leo dormiría en el sofá ya que este era expandible y se convertía en una cama, mientras Layla dormiría en el cuarto de Leo.

A la llegada del día siguiente Layla no espero más y se dispuso a limpiar el hogar, buscó la escoba y como era de esperarse está se volvió invisible, para vista de un humano común solo se vería el polvo levantarse de un lado a otro, pero para aquellos que la podían ver, se vería su pequeño cuerpo algo traslucido sujetarse a la escoba. Blue intentaba barrer, pero cada vez que se acercaba al polvo este se expandía de nuevo por todos lados ya que su cuerpo desprendía mínimas corrientes alrededor.

Leo se encontraba observando a ese pequeño ser, que estaba luchando por barrer, él se estaba aguantando la risa, se quería reír de las locuras que realizaba esta chica hasta darse cuenta de que existen cosas que ella no puede realizar, pero enseguida sus pensamientos se invadieron por una pregunta que dio paso a otras ¿Por qué ella no recordaba su apellido? ¿Qué era aquella que la ataba a este mundo? ¿Por qué no lograba ser feliz siendo ella tan alegre, como ella mismo se describía?. Tantas preguntas invadieron su cabeza en ese instante que lo trasladaban a otro mundo, tantas cosas que él quería saber, como la razón de porque murió, acaso había hecho algo malo o acaso era una farsa su manera de ser.

Layla BlueWhere stories live. Discover now