9 [Final].

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Estaban en la última habitación de aquella cabaña, tenían minutos para que los encuentren y hagan lo que quieran con ellos.

— Acá estaremos bien.

Dijo Rubén, esperando respuesta de su novia, y la obtuvo.

— ¿Estaremos bien? —, levantó su cuerpo y lo miró con lágrimas en los ojos. — Mi madre está muerta, hay tipos dentro con armas, listos para matarnos, mí padre está muerto, ¿y tú te atreves a decir que estaremos bien? —, golpea la mejilla de Rubén. — Dime, ¿quién eres?, ¿Eres Rubén o Iván?, ¡respondeme! — Golpea desesperada el pecho del chico, llorando y gritando, las mismas acciones se calmaron al sentir un abrazo de Rubén.

Pero cuando el castaño sintió un ruido cerca de la habitación salió a ver quien era.

Dejándola ahí, en un constante lucha por no saber que hacer, y actuó sin pensar. Agarró la pistola de su padre, que se posaba en aquella mesa de algarrobo donde siempre guardaba las cartas y le apuntó, con algunas lágrimas que resbalaban por su mejilla.

— Dime la verdad, Rubén — ordenó al castaño que solo paró en seco al ver a Frances con aquel objeto.

— Te traicioné, Frances...

Confesó el castaño, esperando recibir aquel balazo que terminaría con él.
Las gotas de sudor caían y de la nada se sitió el disparo. Le había disparado.

— ¡No!

Soltó un grito y al verlo caer, le disparó a Matt, no tenía nada que lo pueda salvar, entonces le disparó justo en él corazón. Al instante murió, y ella solo corrió hacia Rubén, quién tenía una bala dentro de su cuerpo, y la sangre de su boca comenzó a salir, para su suerte las sirenas se sienten cada vez más cerca, pero así de cerca está la muerte de Rubén.

— Perdoname, Frances... —, hace una mueca de dolor, sintiendo que pronto se irá. — Y-yo c-creí qu-que podía c-con la tra-traición. P-pero me enam-enamoré de t-ti —, Frances besó los labios de Rubén y se separó al instante porque un hombre vestido de blanco y otros que acompañaban una camilla agarraron a Rubén y lo subieron a la misma.

— ¡Rubén! —, gritó en su mismo lugar. — ¡Respira, por favor! —, ordena sutilmente la chica.

Siente sus lágrimas caer, lo mismo sucede con su cuerpo.

Traición; RubénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora