No te enamores de la apuesta. CORRIGIENDO.

capítulo 32

Las puertas se habrieron, todos los invitados se pararon, levanté la vista y lo vi a mi futuro esposo, tenia un traje negro y sus ojos azules se iluminaron cuando me vieron.

Mi padre me dio un apretón en la mano y me miro como queriendo detectar algo.

-Estoy bien...
Le susurró.

La musica empezó a sonar, avanzaba, con cada paso que hacía, los nervios aumentaban más.

Cuando llegué al altar, mi padre le extendió mi mano a Francisco.

-Cuidala bien, es mi tesoro más presiado.

-Lo haré, se lo juro.
Respondió Fran con una sonrisa.

El cura empezó hablar, yo no prestaba atención, empecé a pensar, todo lo que viví, fue algo que no le pasa a cualquiera, mi vida es un puto cliché, pero saben que, eso me gusta.

Mire a mi costado y vi a las personas que más me apoyaron, que siempre estuvieron para mi, en las buenas y en las malas, a veces me preguntó, porque me dieron tan buenas amigas, porque eso son, Tifani y Cailin, eran, son y serán mis hermanas de corazón.

Doy vuelta mi cabeza y me encuentro con mis padres y Alejo, que puedo decir de ellos, bueno para empezar son la mejor familia que me pudo tocar, y ese estúpido que tengo por hermano, es una gran persona aunque todavía no entiendo que le vi a Cailin a sus 13 años, sin ofender pero Cailin era una tabla andante.

A lado de ellos estaban Harry y Tren, sin Harry yo no soy nada, es mi mejor amigo, gracias a él y a los otros pude salir de mi depresión y bueno Tren, el es un buen chico, siempre me ayuda, y le agradezco por haber formado la familia que mi amiga tanto soñó, y por darme un hermoso sobrino.

Volví a mi mundo y le presté atención al cura.

-Si hay alguien que se oponga a esta alianza, hable ahora o calle para siempre.

Nadie dijo nada, la iglesia quedo en silencio, agradecí internamente.

-¡Yo me opongo!
Gritó alguien, me di la vuelta y lo vi, estaba tan lindo, sus ojos grises con una pizca de adrenalina, su traje y ese pelo que siempre me gustó.

En la puerta de la iglesia estaba parado Alex, Alex estaba cumpliendo mi maldito cliché.

Pov's Alex

-¡Yo me opongo!
Grité, toda la iglesia se dio la vuelta.

Mis amigos sonreían felices, los padres de Alison me miraban con orgullo y Alison... ella se dio la vuelta, estaba tan linda con ese vestido, sus hermosos ojos azules me miraban con asombró y a la vez con ternura, estaba simplemente bella.

-Señor me puede explicar la razón por la que quiere que la señorita Alison no se case con el señor Francisco.

-Con gusto.
Dije con una sonrisa.
-Lo que pasa señor cura, es que la señorita Morgan no se puede casar porque me pertenece a mi- todos me miraban con atención- un vez, con mi grupo de amigos hicimos una apuesta, yo el lider del grupo tenía que enamorar a la nerd, yo acepté, era el popular, nada me costaba, pero pasó algo que nunca me imaginé que iba a pasar, ese chica que está  frente suyo me enamoró con solo mirarme, besarme, nunca ninguna chica despertó ese sentimiento en mi.
Mi querido amigo Harry, un día me me gritó ¡"No te enamores de la apuesta!, pero señores lamento informarles que, estoy perdidamente enamorado de la apuesta.

Dije caminando hacía el altar, una vez frente Alison, la mire, su cara estaba llena de lágrimas, me di la vuelta y vi a todos mis amigos, todos me decían que lo haga, me harme de valor y di la vuelta, conecté su mirada con la mía y dije lo siguiente.

-¿Alison Morgan te quieres casar conmigo?

----Fin------

Tranquilos queda el epílogo...