• c a p í t u l o # 1 •

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Ámsterdam, 10:10 am.

— Martijn, bebé —le susurró cerca de la oreja— Vamos, levántate.

Comenzó a moverle las sábanas que lo cubrían. Él dio un giro en el colchón y quedó boca abajo.

— No molestes —musito adormilado. Charelle, ya frustrada, camino hacia el otro lado de la cama y jalo sus sabanas dejándolo al descubierto—

— ¡Es hora, bello durmiente! —Martijn gruño en respuesta—

No le quedó más opción que levantarse. Aún con los ojos cerrados, entró en el cuarto de baño tomando de la pared la toalla. Dejó caer el bóxer que cargaba y entro a la ducha. Charelle, ya había extendido la ropa de Martijn en la cama, muy bien arreglada, como una total perfeccionista que era de costumbre. Bajó las escaleras en dirección a la cocina, tomo el pan y lo unto de mermelada de fresa.

"La favorita de Martijn" pensó estúpidamente. Sirvió el desayuno en la mesa y miro a Martijn que ya iba bajando las escaleras mientras se abrochaba los botones de la camisa.

— Diez y cuarenta y cinco, amor. Vas tarde —le reprocho Charelle. Martijn hizo una mueca y se acercó a ella para rozar sus labios con dulzura—

— Es tarde, linda. Me tengo que ir, desayuno en el hospital —le informo él—

Tomando la chaqueta guindada en el perchero. Charelle suspiró y se acercó a él, ajustando su corbata. Martijn se abrigó con la chaqueta y pasó los dedos por la pared donde estaban guindadas las llaves pensando que carro iba a utilizar hoy.

— La moto —sugirió sutil ella—

Martijn negó con la cabeza, estaba haciendo frío.

— Lamborghini —se despidió de ella abriendo la puerta de la casa—

— ¿A qué hora llegaras hoy? —pregunto curiosa—

Martijn rodó los ojos a sus espaldas.

— No lo sé, amor intentaré que temprano —soltó hartado para dejarla tranquila—

— Recuerda lo que hablamos ayer.

— Si. si —repitió con ironía mientras abría la puerta del auto y entraba en él—

Saca los lentes de sol y se los coloca mientras prende el motor del carro adentrándose en el.

Mira al frente de él la hermosa casa que compró hace unos meses y suspira con orgullo a si mismo. Sale en retroceso del garaje y ve por la ventanilla del auto a su mujer que con la mano se despide y con una sonrisa en sus labios le expresa un grato "te amo". Martijn le pica un ojo y arranca en salida del conjunto residencial donde vive desde hace un año con su "prometida", Charelle Schriek.

Martijn había empezado una relación abierta con Charelle dos meses después de conocerla en un bar, luego de unas cuantas copas, termino tirándosela.

Charelle tenía algo especial que Martijn vio en sus ojos. Era responsable, ama de casa, amorosa, dulce, preocupada, lo mas importante, para su ventaja de el esta cegada y completamente enamorada de él. Al instante que la conoció, supo que ella iba a ser parte de su vida. Por su forma de ser, ella seria su esposa perfecta. A Martijn siempre le a gustado que una mujer esté mas pendiente por él que de su propia vida. Le encanta que se ocupen de él. Es un hombre ocupado que esta completamente dedicado a su profesión. (Y a las mujeres).

Son dos requisitos que Charelle rellenó para ser parte de una de las mujeres de Martijn Garritsen, uno de los mejores cirujanos de Ámsterdam. Ya fuera del alcance de Charelle, presiona el botón de desbloqueo de su IPhone y lo prende dejando que todos los mensajes del buzón que fueron enviados ayer por la noche le lleguen.

garritsen's women ✧ [m.g.] | ✓Where stories live. Discover now