RBD... Una nueva historia de amor.

12-Nueva oportunidad

*ANAHÍ*

Tras la platica con Pedro, una discusión enorme se había formado cuándo este se fue enfurecido como un rayo.

Mi enojo, y dolor no eran buenos aliados en ese momento, prefería estar lejos de todos, lejos de ella. La situación se había salido de nuestras manos, ellos gritaban, discutían temas distintos, mientras lo único que hacía yo era quedarme en silencio escuchándolos, a cada uno.

Hasta que tomé la decisión y salí del departamento, sin rumbo, sin saber a quién a acudir. Llamando en el peor de los casos a Ruben, que siempre había considerado un chico muy guapo, pero que realmente es un idiota.

Él es de esos chicos que sólo piensan en si mismos, que pueden discutir un mismo punto por horas hasta que le des la razón de todo. Lo que tiene de romántico, lo tiene de idiota, realmente nunca lo he tenido como prospecto de novio.

Era uno de los chicos con los que más salía, aunque el acercamiento sexual nunca se a dado.

Eramos la típica pareja de amigos con derecho de besos, abrazos, salidas, diversión. No teníamos ningún tipo de compromiso de nada, sabía bien que él moría por ir conmigo a la cama, pero simplemente no logro imaginarme con Ruben en una situación así.

Al borde de lágrimas, enojada y desesperada, lo llamé, y el acudió a mi rescate en cuánto me escuchó llorar.

-Hermosa, ¿qué quieres hacer?- me preguntó Ruben, con una sonrisa exagerada, a lo que respondí sonriendo de medio lado, con los ojos un poco entre cerrados- ¿Estás bien?.

-Hoy haremos lo que tú quieras, no tengo ánimos de nada- respondí siendo sincera.

-¿Quieres ir a un bar?- pregunta tomando mi mano.

-No, si me llevas a un bar probablemente no me saques de allí, me siento muy deprimida y lo menos que quiero es hundirme en un maldito lugar de esos.

-Anahí- él se acercó a mi y beso mis labios con suavidad- Sabes que lo único que quiero es tú bienestar... ¿dime a dónde quieres ir?.

-Quiero ir lejos, dónde no exista RBD- sonreí y el frunció el ceño confundido.

-¿Problemas con los chicos?.

-Más que eso, es un tema delicado que no tocaré contigo, lo siento.

Él asintió con tristeza, ya que siempre estaba pendiente de que me encontrará bien. No quiero lastimarlo más, pero en esté momento él es el único respiro que puedo tener. Es como un círculo vicioso, te lastima alguien que no te quiere ni te ama, y ahí vas tú a hacerle lo mismo a otra persona, al querer usar la excusa de .... "un clavo saca a otro clavo", ¿cierto?.

¿Cuántas personas en el mundo abran utilizado esté método?, probablemente más de lo que pueda imaginar.

-¿Qué tal un café negro, con espuma y dos cucharaditas de azúcar?.

-¿Desde cuándo conoces mis gustos?.

-Soy de prestar atención- me sonríe, y siento una sensación nueva en mi cuerpo. Extraña pero agradable.

-Estoy de acuerdo con el café, y además podrías acompañarme... quiero darme mi gusto del mes.

-¿Sexo?- me frunce el ceño y le guiño un ojo.

-No, comprar ropa- suspiré y él se ríe.

-¿Tendré que ser de esos tipos?.

-¿De los que se quedan sentados mientras que la mujer se prueba ropa?- asiente- Sí, sí puedes soportarlo.

-Por ti, lo que sea- me sonríe- Entonces, ¿vamos?.

-A la orden mi capitán.

Luego del café, Ruben me acompañó a comprar ropa. Él era el único hombre en las tiendas, salvó por dos o tres que vi, pero de forma fugaz, ya que aparecían fans tomándome por sorpresa. Mis interminables bolsas no las dejaba, las llevaba conmigo al cambiador. Muchas mujeres que trabajaban en la tienda creían que eramos novios, y murmuraban en secreto.