3.- Sleeping with sirens.

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Parecía un sueño.
Vivir bajo el agua, tener una reina y vivir por colores parecía ahora sólo un sueño. Nos dimos cuenta que agua dulce no sólo era un simple nombre, desde siempre nos parecía una broma, ya que el agua de mar es salada, respirábamos sal prácticamente, sin embargo al estar en la superficie, conocimos la verdadera agua dulce, diferentes tipos de comida, no sólo peces, habían también frutas y verduras, animales terrestres e incluso aves, en la superficie comían de todo.

De vez en cuando suelo tener sueños sobre la gran explosión, Me despierto por las noches pensando que todo había sido un sueño, pero no es así.

-Anemone, tenemos que ir algún día a nuestro hogar, aunque sea sólo para...

-Es mejor que no, ahora pertenecemos a la superficie, además, aquí podemos elegir que hacer, no estamos limitadas a un solo trabajo-

Salí del orfanato, ahora vivíamos como huérfanas del Apocalipsis y aunque habían pasado ya tres años, quedaron secuelas de la explosión.

-Es ella- Escuché una voz masculina a lo lejos.

No fue hasta que llegue a la esquina, vi a un hombre  vestido de traje negro, llevaba en su mano un radio por el cual dijo un código y se abalanzó tras de mí.

Grite lo más fuerte que pude y  lo esquivé, suerte que aún contaba con los reflejo de sirena. Un auto se detuvo a escasos metros, del cual salieron 4 hombres más, estos traían armas.

Chris salió rápido en mi auxilio, brincó por la cerca y aterrizó sobre uno de los hombres. Otro de ellos le disparó, no eran balas reales, eran proyectiles paralizantes, Chris cayó, estaba desmayada, de la impresión sentí un pequeño toque en mis brazos, y después perdí la conciencia.

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-Ellas dos son, pude sentir su fuerte presencia-

-Son sólo unas mocosas, espero que no estés mintiendo-

-Puedo asegurarlo-

-Sabes las consecuencias...-

--Asumire toda la responsabilidad-

-Entonces no hay tiempo que perder-

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Desperté adolorida, mi vista estaba desenfocada, no sabía dónde estaba, ni que había pasado. Era una habitación enorme, con dos mesas al fondo, un pequeño taburete a mi lado izquierdo, una cristalera oscura frente a mi y un ventanal enorme encima de la cabecera.

Recuerda.

Había salido del orfanato esta mañana, me dirigía como todos los días a la escuela...

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no noté al hombre aquel, entrar al cuarto, vestia un elegante traje negro, y llevaba puestas unas gafas pequeñas y oscuras.

¡Recuerda!

-veo dos guardias-

-Yo me encargo-

-pues en marcha, no tenemos tiempo que perder-

-¿Puedo saber por qué tanta prisa?-

-Fueron cuatro invocaciones, por suerte todos están en el mismo futuro, tenemos que ir por ellos, Irina y Tiara no saben nada-

-Explicate, ¿Quieres?-

-Hice un praecantatio Arcobaleno, hay siete seres que tienen el poder de sellar a Irina, pero únicamente si están juntos, somos nosotros tres, y cuatro están en el futuro, debemos ir por ellos para sellarla antes de que despierte a Pharos o a Brunilda- 

-Tal parece  que lo que se decía era cierto, eres una verdadera y auténtica sirena ¡Pero que maravilla! - Exclamó el hombre mientras se quitaba las gafas-

-¿Como sabes eso?- Pregunté sorprendida. Era casi imposible que alguien supiera mi condición, y si ese era el caso... -¿¡ Donde tienen a Crisálida!?-

-Tranquila- El hombre fue junto a la cristalera y pulso un interruptor, al otro lado de la cristalera se encontraba un cuarto idéntico al mío, ahí estaba Crisálida. -¿Que piensan hacer con nosotras? ¿Quienes son ustedes?-

-Solo queremos....- Pensó un poco lo que iba a decir. -Respuestas, eso es todo, queremos saber dónde esconden el artefacto de energía-

-¿Artefa..?, ¿de que demonios esta hablando?-

-tu y yo...- Un fuerte sonido de explosión detuvo al hombre de hablar.

Un guardia de seguridad, o al menos eso parecia, entró al cuarto con la piel pálida, tenia sudor en la frente y sangre en el traje blanco que portaba.

-Señor... Es... Es increíble, un solo sujeto... No podemos...- le faltaba el aire, estaba un poco exhausto, sin embargo lo poco que dijo antes de desmayarse dejo sudando a mi interrogante.

Apócrifo II: El Génesis PerdidoWhere stories live. Discover now