●●Dimensiones●● [Melick]

02

Hola a todos, queridos lectores:D Gusto en saludarlos de nuevo, disfruten su lectura.

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- Papá, esto es una broma, ¿verdad?

- ¿Qué acaso t-tengo cara de payaso? -nadie respondió- Ahora, si nos disculpan...

El mayor se retiró junto a la chica de cabello bicolor, encerrándose en su laboratorio. La sala quedó en silencio y todos volvieron a sus actividades, restándole importancia a la pareja.

- ¿Enserio vamos a dejar pasar esto?

- ¿Qué quieres que haga, Jerry?

- Mmh...no lo sé, ¡quizás echarlo con todo y esclava!

- ¡Cállate, no sabemos su relación con él!

- Ese es el problema, ¡no sabemos nada de ella! ¡Podría ser una prostituta, otro parásito o quizás una vendedora de seguros!

- ¿No puedes ser amable con un desconocido por una vez?

- Mira quién lo dice, ¡lo haces sólo por ese viejo!

- ¿Y qué si es así? ¡No tienes derecho a ordenarme!

Y así siguieron peleando por un rato, haciendo que los niños tuvieran que irse de ahí. Morty quería ir con su abuelo, pero creía que tal vez los interrumpiría en algo importante. En el garage, Rick se encontraba ajustando su pistola de portales. Melanie se limitó a observar lo que había en las repisas. Tornillos, super pegamento, wafers escondidos entre libros, chatarra del viaje en el tiempo, entre otras cosas pegajosas. El otro estaba muy concentrado en su trabajo como para regañarla.

Después de unos cuantos minutos, el científico le dijo a la chica que iría con su nieto a conseguir una semilla a otra dimensión.

- ¿Puedo ir? -preguntó ella inocentemente-

- E-Esta no es tu *URRP* misión. -agarró las llaves de su nave- Vuelvo al rato.

No fue hasta entrada la madrugada que regresó junto al castaño, quien se dirigió somñoliento a su habitación. Rick fue a su laboratorio para seguir con su trabajo. Encendió la luz, y se sorprendió al ver a Mel dormido sobre su escritorio. Enternecido, la cargó en brazos y con facilidad la llevó a su habitación, donde la acostó en la cama. Se acomodó junto a ella, admirándola un poco. Y con esa vista, se durmió.

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Los días pasaron, y Melanie parecía acoplarse a la familia Smith Sánchez. Siempre que podía, ayudaba a cualquiera que lo necesitara. Cocinaba para evitar que Beth lo hiciera o tuviera que comprar comida; si podía, le ayudaba a Morty con su tarea; le daba consejos de noviazgo a Summer, Jerry se desahogaba con ella, entre otras cosas. Se fue convirtiendo poco a poco en algo así como en una ama de casa, o al menos hacía más que Beth.

Ese día no era la excepción, Mel se encontraba preparando unas galletas para la tarde. Sonrió. Esta vez no les pondría veneno. Unos brazos le rodearon la cintura, asustándola y haciendo que  tirara la caliente bandeja.

- Oye, Melanie, ¿q-q-quieres ir conmigo a conseguir algo?

- Claro pero, ¿ a dónde?

- Es a otra dimensión que no conoces, y-ya lo verás.

- Oh, está bien.

El peliazul tomó las galletas y las guardó en una bolsa de papel. Fueron al garage donde estaba su nave y se subieron a ésta. Fue cuestión de minutos para que llegaran a su destino. Fueron recibidos por el clima árido. Hacía demasiado calor ahí. A lo lejos se podían apreciar unas montañas rocosas, el suelo estaba agrietado y no parecía que algo o alguien habitara a los alrededores.

Claramente no era una dimensión que ella conociera, aunque no es como si viajara a muchas. El abuelo guardó su pistola y dirigió a la chica por el suelo naranja rojizo. Caminaron sin rumbo, escuchando rugidos y gritos bestiales, que le erizaron la piel. Llegaron a un edificio derrumbado, al cual entraron. Anduvieron vagando por horas, hasta que el científico encontró lo que quería o eso creía ella. En un recóndito laboratorio, se encontraba un tubo de ensayo con un líquido verde. No sabía lo que era y no estaba segura de querer descubrirlo.

Lo tomaron en silencio y se largaron de ahí. Caminaron aún sin dirigirse la palabra. No estaban enojados el uno con el otro, sino que solamente no tenían ganas de hablar. Un temor recorría el interior ambos, aunque el mayor no quisiera admitirlo. Aún era de día en aquél inhabitable planeta.

Necesitaba llegar antes de la cena en casa, pues si no, su familia empezaría a especular cosas indebidas y erróneas sobre ellos dos. A tan sólo unos metros de la nave, un par de gigantes los interceptaron, impidiendo entrar a la nave. Como estos no sabían hablar, lo único que hicieron fue tomar a la chica y llevársela consigo.

- ¡Mel!

- ¡Rick, ayúdame!

Los tlaforkianos se alejaron a pasos agigantados hacia un valle rocoso. El otro trató de alcanzarlos, pero eran muy rápidos. Los monstruos dejaron a Mel en el suelo, en medio de un círculos de los de su especie, listos para atacarla en una de las peores formas. Uno de ellos le agarró de los brazos y otro de los pies, estirándola e impidiéndole moverse.

- ¡Por favor, Rick! ¡Ayúdame!

El susodicho por fin llegó junto al grupo de tlaforkianos, a los que les apuntó con su pistola, convirtiéndolos en polvo al instante. Repitió el mismo proceso con los demás monstruos que estaban rodeando a la chica, hasta que no quedó ninguno. El científico se le acercó, ayudándola a levantarse.

- Mel, ¿estás bien?, ¿t-te hicieron algo estos imbéciles?!

- No, gracias a ti -le sonríe y lo abraza- Gracias, Rick-comienza a llorar- Estaban a punto de-

- Shh, -la calla- ya no pienses en eso -le acaricia la cabeza- l-lo importante es *URRP* que estás bien. Ahora, vámonos a casa...

- S-Si -se limpia las lágrimas-

Volvieron a casa en la nave, pretendiendo que nada había pasado. La noche transcurrió normal, al menos el mayor había conseguido lo que quería. Meh sólo costó una casi violación, nada que valga la pena. Además, Melanie es sólo mercancía. Trató de engañarse el científico. Puede reemplazarla con alguien más, ¿verdad?

By. Lady_Symphony

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Eh, hola de nuevo, espero hayan disfrutado el nuevo capítulo. Lamento mucho no haber estado activa durante este, ¿mes? Oh, my Asgore...Bueno, tengo un par de semanas de vacaciones, así que trataré de ponerme al corriente con ustedes.