Who are you?

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Regina. Regina Regina

Escuchaba mi nombre a lo lejos pero aún estaba demasiado cansada como para despertar, así que giré sobre mi cama para acurrucarme y volví a caer en mi profundo sueño.

¡Regina!

Mis ojos abrieron de golpe y me incorpore lo más rápido posible, sentí un dolor agudo en mi brazo izquierdo y trate de enfocar a la puerta de donde provenían los gritos, fue en ese momento que vi la silueta de César. Estaba recargado en el marco de la puerta, su brazo derecho reposaba mientras que el izquierdo se encontraba dirigiendo una botella de whisky a su boca. Maldición de nuevo está tomando. Ni siquiera eran las 10 am y él ya estaba con su adicción.

-¡Dame de desayunar! Tengo que irme – dijo en mala actitud.

-Voy – dije sin ánimos y me levanté de mi cama, tenía miedo de pasar a su lado no quería un golpe más. Pase rápido a su costado y fui directo a la cocina.

-Llegare tarde así que deja la cena en el microondas y no me marques estaré ocupado. – Yo solo asentí mientras preparaba un omelette, sin darme cuenta él ya estaba sujetando la coleta de mi cabello y me jalo hacia él - ¡CONTESTAME CUANDO TE HABLO! – grito en mi oído jalándome del cabello con todas sus fuerzas

-Si - dije con un cierto temblor en mi voz- dejare la comida en el microondas – me soltó de la coleta y con sus manos en mi espalda me empujo, yo solo pude sostenerme con mis manos en la pared.

Terminé de hacer su desayuno y me fui al cuarto para hacer la limpieza del cuarto, aun había cristales de la botella que rompió al estar furioso del dinero que perdió en las carreras.

Cuando escuché que la puerta principal se cerró pude soltar mi aliento eso significaba que estaba sola y que podía andar en mi propia casa sin tener miedo, así que lo primero que hice fue ir a la sala y poner mi música favorita. Ahora todo era muy diferente cuando él se iba, todo era muy tranquilo, me sentía segura, es difícil porque justo hace unos meses esto no era así, él era tan diferente, tan amoroso, tan adorable sigo sin entender que paso.

Después de bañarme hice lo mismo que todos los días, salí al patio trasero, me senté en el piso y disfrute del cálido clima, el sol estaba a todo lo que da, pero fue muy agradable, tome mi libro y empecé a leer. No tenía ni 10 minutos leyendo cuando sentí que una pelotita choca con mi pierna derecha, levante mi mirada y ahí estaba la hermosa hija de nuestros vecinos, ella sonrió y corrió para tomar su pelota, la tomo con sus manitas y me la ofreció sin dudarlo sonreí y tome su pelotita.

-Hanna ella está ocupada – dijo Negan, mi vecino, quien a pesar de tener una pequeña sonrisa en su cara podía ver que él tampoco estaba teniendo un buen día

-Para ella siempre tengo tiempo – empecé a jugar con Hanna y su pelota. Negan era una gran persona, era un gran padre y un gran esposo, todo el tiempo se la pasaba con su hija o mimando a su esposa. Pero desde hace unos meses justo cuando mi infierno inició el de el también, a su esposa le diagnosticaron cáncer en el estómago y temían que estuviera lo suficientemente avanzado como para poder salvar su vida. Al principio el lucio optimista, pero con el paso de los días y las peleas que se escuchaban hasta mi hogar sabía que eso estaba cada día empeorando. Lo vi a los ojos y el a mí se veía tan agotado.

-Gracias no es un gran día. – sonrió y de nuevo confirme mi teoría, Negan era un hombre sumamente guapo y atractivo.

-No debes agradecerme, sabes que cuando quieras puedo cuidarla – Hanna fue por más de sus juguetes que se encontraban en el patio trasero de su casa y empezó a jugar de nuevo.

-Escuché mucho ruido en la noche, ¿todo bien? – no pude sostener su mirada y la desvié rápidamente.

-Perdió mucho dinero en las carreras de anoche solo aventó algunas cosas – me levante y me acerque a él.

-¿Has pensado en lo que hablamos el otro día?

-Si, solo necesitó un poco de tiempo para poder aceptar y lidiar con el dolor.

-Te repito, de la universidad yo conozco a muy buenos abogados que pueden ayudarte.

-Te avisare cuando sea momento – sonreí y el hizo lo mismo, pero al desviar su mirada vi que se concentró en las marcas de mi brazo izquierdo, hice lo mismo que el vi mi brazo y los dedos de César estaban marcados en mi piel con un color morado intenso.

-¡Dijiste que no te había tocado de nuevo! – dijo en voz baja, pero con un poco de rabia.

-Mentí. Y ya no puedo más con el temor al escuchar la puerta abrirse y saber que él puede hacer que el infierno sea aún más horrible. – deje caer una lagrima.

-Vivimos en un infierno que nos consumirá hasta matarnos si no ponemos un alto. – cuando dijo esas palabras entendí que no solo yo estaba sufriendo, él también lo hacía, pero en un momento algo cambio por completo y sentí un escalofrío correr por mi espalda, gire poco a poco y César estaba en la puerta que daba al patio, sabía que esto no sería bueno.

-¡Qué diablos haces afuera! – camino rápidamente y me tomo del brazo jalándome.

-¡Suéltala! – Negan le grito mientras se acercaba a nosotros. Mientras que César me soltaba, soltó una carcajada y con una sonrisa le contesto-

-¿Quién eres? - dijo César con un tono amenazador.

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ASSASSINS | NEGAN | The Walking DeadWhere stories live. Discover now