Un Styles Muy Celoso (Harry, Niall Y Tú)

Cap. 11

Niall: Annie, yo...lo siento. Tienes razón, deberías ir a verlo, yo iré contigo.
Yo: No, es mejor que vaya sola. Si nos ve juntos se alterará. Veré cómo puedo sacarlo de allí.
Niall: Esta bien, pero al menos déjame llevarte hasta allá. Prometo esperar afuera.
Yo: De acuerdo. Iré a vestirme.

Subí al cuarto y me puse lo primero que encontré, me maquillé un poco y cuando bajé Zayn ya se había ido. Mi pobre hermano en la cárcel, eso le destrozaría el corazón a mamá y a Gemma.

Yo: Es mi culpa por no resolver el problema con él desde un principio.
Niall: No, es su culpa por comportarse como un animal. Ya es un hombre, tiene que madurar- me dio un beso en la mejilla y se cambió veloz como un rayo. Subimos al auto y me llevó a la comisaría.

Cuando entré me dio miedo ver las condiciones en las que se encontraría Harry. Tomé aire y me armé de valor. Me aferré al bolso que traía colgado del hombro. Habíamos pasado por la mansión buscando ropa limpia y algo de comida. Me acerqué a la recepción y le hablé con la chica que se encontraba frente a un ordenador.

Yo: Buenos días, quisiera... saber si una persona se encuentra aquí recluida.
Recep: Nombre de la persona.
Yo: Harold Styles- tecleó rápidamente.
Recep: Sí, aquí se encuentra. ¿Desea verlo?
Yo: Si es posible...- estaba muy nerviosa.
Recep: ¿Usted es...?
Yo: Annie Styles, soy su hermana.
Recep: ¿Trae algo para el recluso?
Yo: Sí, ropa y un poco de comida.

Tecleó unos segundos, verificó mi identificación y me dio un permiso de visita. Pasé por control, me revisaron para asegurarse de que no estaba armada, revisaron la comida y la ropa. Finalmente me dejaron pasar al área de detenidos en espera. Pasé una a una las jaulas donde vi varios hombres de diferentes edades, casi de último lo encontré.

Me partió el corazón. Estaba tumbado en el suelo totalmente sucio, llevada la misma ropa con la que lo vi la última vez. Había vomitado, había llorado, estaba despeinado y olía terrible. Ni siquiera alzó la mirada hacia mí cuando el guardia me abrió la reja y la volvió a cerrar.

Me arrodillé frente a él y lo miré fingiendo que no me dolía.

Yo: Harry...- Susurré su nombre casi como un suspiro, él alzó los ojos rojos e hinchados.
Harry: Linda...- alargó su mano hacia mí y la tomé para darle un beso.
Yo: ¿Qué fue lo que hiciste Hazza? Pudo haberte pasado algo y ¿qué sería de mí?
Harry: Te irías con Niall, eso es lo que quieres- hablaba tan bajo que debía estar muy cerca de su rostro para escucharlo.
Yo: ¿En serio todo esto es por él? ¿Harry estas celoso en serio?- se levantó y caminó alrededor de la minúscula celda revolviéndose el cabello.
Harry: ¿Quieres que te lo demuestre de alguna otra forma?- dijo soltando aire como si estuviera exhausto después de correr.
Yo: Pero... ¿Por qué? Algún día tendría que conocer a alguien, algún día tu conocerías a alguien.
Harry: ¿Pero uno de mis mejores amigos? ¿Justo uno con el que tengo que verte todos los días y enterarme de todo lo que hacen?
Yo: No lo hice con esa intención, cariño; pero así pasaron las cosas. Me enamoré de él, ya no lo puedo cambiar. No sabía que esto te hacía tanto daño, jamás me lo dijiste.
Harry: Sólo... No quiero que me reemplaces por él- sus ojos se humedecieron y tapó su cara para que no notara que estaba a punto de llorar. Lo abracé tan fuerte como pude y él descargó por fin un sollozo- Annie, yo te necesito. Nunca he vivido sin ti y me cuesta aceptar que ya estás creciendo, te he visto y te he cuidado toda la vida. Me duele que ahora sea otro quien lo haga. No quiero que te olvides de mí por estar con él.
Yo: Harry mírame- tomé su rostro con cuidado y limpié sus lágrimas calientes, sus labios temblaban-  Jamás podría olvidarme de ti. ¿Ok? Tú eres mi familia, eres mi hermano mayor, eres mi héroe. Y siempre voy a estar para ti. Vivamos o no juntos. Mamá nos enseñó a estar siempre unidos, somos un equipo y no te voy a abandonar. ¿De acuerdo?

Acaricié su cabello suavemente, sus ojos fijos en mí, su corazón latiendo a mil por hora. Era un gran hombre, solo estaba asustado por el vínculo tan grande entre los dos y lo entendía. Yo tampoco querría perderlo.

No respondió, solo me miraba respirando lentamente. Lo seguí acariciando y de pronto lo sentí tan cerca, mi cuerpo pegado a la pared, su cuerpo acercándose, sus ojos brillando llenos de dolor. Y sin esperarlo nuestros labios se entrelazaron en un profundo y sensual beso.