12/04/17

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Te buscaba por todas partes,
en las ciudades vacías,
los silencios ruidosos
y el hielo abrasador.
Te buscaba en todas las cosas únicas
porque tú eras una de ellas,
una de esas cosas que están pero que nunca notas,
hasta que sin querer lo haces
y entonces nada vuelve a ser igual.
Y por eso te busque,
aunque jamás realmente lo hice,
y así te encontré
aunque jamás te volví a ver.
Porque así se suponía que tenia que ser,
ya que así eras tu,
algo increíble,
efímero.
Algo que llega,
te toca,
y  deja marca,
la cual jamás podrás borrar
y tampoco lo intentas,
porque esa pequeña marca,
esa insignificante marca,
es la única que te recuerda a aquel momento
en el que cambiaste,
porque en ese momento,
toque,
descubrimiento,
entendiste por fin que las cosas tan bonitas como ella,
no permanecían.
Que eran almas libres,
que exploraban distintos cuerpos,
pensamientos,
para cambiarlos
y enseñarles todo lo poético que se puede hallar en algo tan pequeño
como el roce de dos almas perdidas.

ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora