Capítulo 3.

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Los Florida Club había conseguido la copa Webb Ellis y todos estaban eufóricos. Blair estaba como loca al igual que Jackson que había chillado como posesos durante el partido. Al rato, cuando se repararon de mí, Jackson vino hasta donde yo estaba, me cogió en brazos y me estrujaba contra él mientras seguía gritando con los demás el triunfo de su hermano, el tal Scott. Cuando decidió soltarme, vino Blair loca de contenta para abrazarme también y después me dejó para hablar con su padre, así que me fui con Libi ya que Jenna se estaba comiendo los morros con uno de ellos. Yo flipaba. Libi estaba igual que yo, bueno parecido, a ella le gustaba esto pero no era una fan incondicional como Blair. Estuvimos hablando un poco sobre el partido y le pedí que me explicara sobre alguna jugada de la que poder hablar en la fiesta si alguien me preguntaba que me había parecido. Ella se rió pero al final me explico algunas con algo de paciencia. No sé cuánto tiempo perdió en ello pero fue el suficiente para que no fuéramos del estadio hasta el sitio donde se celebraría la fiesta de los campeones. De nuevo, metidos en la limusina pero estaba vez  bebiendo champán para ir alegrando la cosa y cantando a saber que canción, es que no me sonaba ni el estribillo. Estaba perdida en el mundo del deporte, cada vez me quedaba más claro. Colin tendría trabajo cuando volviera a casa. 

La fiesta se celebraba en una de las mayores azoteas de la ciudad de Florida. Desde allí había unas vistas impresionantes, incluso mejores que las de nuestro hotel y eso ya era decir mucho. Había mucha gente allí y no sabía quiénes eran ni la mitad, me sonaba alguna cara de las revistas de Blair pero poca cosa. Todo el mundo sonreía cuando pasabas a su lado y más si Jackson Hale te llevaba cogida de la mano. Le había suplicado o más bien implorado que no me cogiera de la mano allí y que me hiciera lo que hizo antes del partido pero pasó de mi culo e hizo lo que le salió de ahí mismo. Menos mal que estaba vez Blair estaba a mi lado y se desenvolvía mejor que yo en esto. Ella era la que estaba acostumbrada al rollo este de las galas benéficas y las fiestas donde se corría el champán y se celebraba hasta que el gato de un rico había parido seis gatitos. Todo esto me superaba. 

Había pasado más de una hora cuando la gente empezó a aplaudir de forma notable y un griterío empezó a formarse allí. El equipo había llegado. Como no, Blair me había estrangulado el brazo. Incluso la oí gritas un par de improperios. Jackson volvió a tirar de mí y yo de Blair que casi se mata con los tacones al avanzar. Me llevaba entre la gente hasta que estuvimos en el centro de la sala donde le dio un toque a un chico en la espalda. Este se volvió hacía su hermano y esta vez fui yo la que estranguló el brazo de Blair. 

Tenía una sonrisa increíble y unos ojos que hacían que el mundo se parase a tu alrededor. Por un momento me olvidé de respirar y no podía quietar los ojos de encima de Scott Hale. Un chico así no podía ser real. Jackson presentó a Blair que tenía los ojos llorosos cuando Scott le dio dos besos y un abrazo tras felicitarle por el éxito. Y después me presentó a mí que era la primera tía que no era fan de su hermano. Cuando lo dijo, eso pareció ofender a su ego machito. Entonces se acercó a mí para darme un beso en la mejilla que sentí como si fuera un calambre. 

-Que no se te olvide respirar, chica dura- Me susurró en el oído y sentí como sonreía. 

-Tranquilo que no. Espero que esto no haya herido tu orgullo de machito y de rompe corazones con las mujeres. 

-Creo que podré superarlo.

-Pues mejor- Dije con una sonrisa falsa antes de coger una copa de champán e irme de allí. 

"Puto creído" Me decía a mi misma aún sin creerme como había reaccionado al verle. Vale que estuviera buenísimo y que le hubiera hecho un hijo allí mismo en medio de la sala pero ¿Pero como se creía que me iba a dejar a mi sin respiración el muy imbécil? Me sentí lo bastante mareada por el champán que me fui a comer algo y después a un lugar apartado donde quitarme los tacones que me estaban matando aun que fuera solo un momento. Una vez metidos mis pies en la piscina cogí mi móvil y vi que tenía siete llamadas perdidas de mi madre  ¡Genial! lo había, visto estaba segura. No me apetecía llamarla y tener que inventarme una historia, porque contara lo que le cantara no se creería ni una sola palabra. Resignada me dejé caer sobre mis manos con unas ganas inmensas de llorar. Encima estaba pedo por culpa del champán este caro que daban aquí y encima ni me gustaba. Odiaba mi vida. Este no estaba siendo me viaje que había pensado, llevaba aquí un día y ya me había metido en dos líos. Uno, salir en la televisión con un chico que no conocía y después parecer una idiota delante de Scott Hale el hermano del primero y la súper estrella del fútbol americano del momento. Oí unos pasos detrás de mi y supuse que era Blair porque se acercó a mí y también metió los pies en la piscina pero el olor a colonia me hizo levantar la cara de entre mis manos y le encontré allí, junto a mí. Scott Hale.

Tenías que ser tú (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora