Capítulo 8.

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Después de aquello bajé al salón pero no me apetecía estar allí en absoluto. Scott no bajó y su madre tampoco y eso me ponía aún peor. Su madre nos había visto besarnos y si pretendía tener algo de simpatía con ella la había cagado pero bien ahora ella se creería que era una zorra que juega con sus dos hijos. Estaba convencida. Cuando terminaron los postres Scott bajó de nuevo. No supe descifrar la expresión de su cara pero me temía que no sería nada bueno. Así que le dije a Jackson que no me sentía bien que me llevara a casa. Su padre se disgustó mucho e intentó convencerme para que me quedara que ahora empezaba lo bueno. No tenía ganas de reírme así que con la mejor sonrisa que pude conseguir le agradecí de nuevo la invitación y salí del salón mirando una última vez a Scott que no me quitaba los ojos de encima.

– ¿A dónde vais Jackson? - preguntó su madre en el vestíbulo.

– Blake se encuentra mal y voy a llevarla a casa - Bajé la cabeza muerta de vergüenza - Volveré enseguida.

– Yo la llevaré - dijo ella con una sonrisa - Creo que tu hermano quiere decirte algo importante.

– Pues él no me ha dicho nada en la cena.

– Será mejor que vayas a buscarle, yo me encargaré de Blake - agarré la mano de Jackson más fuerte con la esperanza de que dijera que no, que él me acompañaría pero sin embargo se despidió de mi con un "mañana te llamo" y me metí en el coche con su madre.

Ninguna de las dos hablaba pero estaba segura de que el latido frenético de mi corazón, tanto ella como yo los estábamos escuchando. El trayecto no era muy largo pero jamás pensé que sería tan incómodo. Al cabo de unos minutos ella empezó a hablar de forma pausada.

– ¿Cuántos años tienes Blake?

– Cumplí veinte hace un mes.

– Eres muy joven - puntualizó - ¿Qué estudias?

– Estudio tercer año de Turismo en la universidad de Manhattan.

– ¡Vaya! es una buena universidad y una carrera preciosa.

– Por eso la elegí.

– ¿Piensas hacer algo después?

– De momento quiero sacarme la carrera y trabajar para poder pagarme la universidad. Pero cuando acabe supongo que querré ejercer de ello.

– Tienes las cosas pensadas. Eres una chica responsable con los estudios y eso es admirable. Tus padres se tienen que sentir orgullosos de ti en ese aspecto.

– Lo están.

– ¿Donde te hospedas?

– En el hotel Sinclair.

– Te preguntarás porque he querido llevarte yo casa en vez de Jackson ¿no? - no contesté pero de nuevo agaché la cabeza - Conozco a mis hijos mejor que nadie y quiero lo mejor para ellos, Blake, al igual que tus padres para ti. No me gustaría verlos sufriendo, ni pelearse por una mujer, hermanos solo hay uno y mujeres bueno, hay muchas. He visto muchas chicas pasar por la vida de mis hijos Blake y ninguna era buena para ellos, solo les importaba el dinero y unos segundos de fama. Y no estoy dispuesta a que el nombre de mi familia salga otra vez en la prensa porque una muchacha de New York quiera jugar con uno de los hermanos Hale a que sea su novio de verano.

Aquello me dolió más que una bofetada, la cual prefería antes de que esa mujer me dijera que yo solo estaba con sus hijos por dinero o unos segundos de fama. Yo no era así, y no iba a dejar que nadie me dijera eso, por muy madre suya que fuera.

– Disculpe señora Hale pero yo no soy una caza fortunas, ni una chica que busca un minuto televisivo a costa de su familia. La fama me importa bien poco y si yo fuera eso de lo que usted me está acusando ya habría salido en la prensa desde el día que conocí a cualquiera de sus hijos. Por otro lado, yo nunca he tenido nada con su hijo Jackson y él lo sabe, ya que se lo dejé bien claro desde que nos conocimos. Respecto a Scott, no conocía de su existencia y él mismo se lo puede corroborar. El mundo del deporte no me entusiasma y mucho menos la fama que eso produzca. Mi vida no es fácil y tal vez, no tenga todo el dinero que usted tiene, pero me siento una persona muy digna trabajando para labrarme un futuro. Tengo que cuidar de mis hermanos porque tengo una madre que trabaja sin parar desde la muerte de mi padre, a la cual me paso semanas sin ver. Así que párese a pensar un momento. ¿Si quisiera fama no la hubiera obtenido ya? Salí en la televisión con su hijo Jackson el día del partido, si hubiera querido hacer declaraciones lo hubiera hecho y ganar esos minutos de fama que usted dice, pero no lo he hecho. Entiendo que le preocupe que una cualquiera que viene de viaje a Florida cree una enemistad entre sus hijos, pero, yo no decido quien me gusta o deja de gustarme Señora Hale. Y si ahora ha terminado de ponerme como una furcia barata caza fortunas me gustaría irme. Gracia por traerme.

Tenías que ser tú (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora