EP.1

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Cansada de tantas peleas te aprovechaste de la situación y decidiste tomar el control. Sujetaste a Jimin por el cuello y lo acomodaste a tu altura para entrometer tu lengua fácilmente.
Comenzaste a besarlo mientras que con tus manos libres desabrochabas los diminutos botones de su camisa negra.
Luego de despojar la prenda, bajaste lentamente hasta llegar a su abdomen y marcar cada rincón, mientras podías oír jadeos de parte de Jimin.
Cuando terminaste de contrastar cada espacio de su abdomen comenzaste a masajear sus muslos y a morderlo mientras ibas subiendo poco a poco a sus labios.
Jimin pedía más y tu ya podías notar como se iba endureciendo aquel espacio que hacia su hombría, así que te separaste de el unos momentos para guiarlo al sillón que solía utilizar contigo y allí lo despojaste.
Segundos después, aprovechaste a sentarte en ese lugar con una pierna de cada lado para mover tus caderas, pero dejando que la ropa pudiera separar la unión de aquellos órganos. Con una cinta cubriste sus ojos para jugar con el a ciegas.
Lo besaste profundamente mientras te tomaba de las caderas, pero tapar sus rasgados ojos no fue suficiente. Lo necesitabas a tu disposición para jugar con él y lograr que desate su furia luego.
Amarraste ambas muñecas y comenzaste a torturarlo lentamente.
Te ubicaste frente a él, posicionaste tus manos en su pantalón y bajaste su cierre, el cuál estaba a punto de estallar.
Cuando lograste despojar la molesta prenda, dejaste a Jimin en ropa interior y nuevamente te posicionaste sobre el mientras que ambos se rozaban.
Sentías ese algo desesperado por entrar en ti.
Una vez que te sentaste éste se sobresalto puesto que ansiaba tocarte, entonces ahí fue cuando comenzaron sus jadeos de desesperación, necesitaba tu cuerpo en sus manos, necesitaba estar dentro de tí, pero para tí esto recién era el principio.
Mordiste las caras internas de sus muslos hasta llegar a su bóxer.

—Hazlo por favor...Siento que voy a explotar.—Jadeó y apretó los puños con fuerza. 

Entonces besaste la punta de su miembro. En verdad querías meterlo en tu boca, pero si lo hacías acabarían muy rápido y tu planeabas dejar lo mejor para después, torturándolo con cierta lentitud.
Te detuviste y fuiste al baño a buscar un producto que no habían utilizado aún.
Era un aceite con un increíble aroma.
Al abrirlo frente a Jimin derramaste intencionalmente un poco sobre el bóxer, provocando que su miembro reaccionara a causa del imprevisto.

—¡Diablos!—Dijo entre dientes.

No dudaste en contestar con una sonrisa entre tus labios.

—Lo siento Jimin, aún le debo unas lamidas a tu miembro.—Al terminar la frase esparciste el aceite por su zona ya descubierta y masajeaste todo el espacio.

—No me hagas esto...Por Dios, no aguantare mucho más.

Movió su cabeza hacia atrás y notaste como apretaba sus dientes a causa de la excitación.

—Cariño, viene la mejor parte.—Lo besaste apasionadamente mientras que con tus manos ibas hacia arriba y abajo repetidas veces, logrando que Jimin sintiera placer.—Algo me dice que tu cuerpo lo disfruta.

No ibas muy rápido, ya que eso estimularía mucho más.
Ahora sí tomaste su miembro y lo metiste en tu boca, en verdad necesitabas eso pero antes de que acabara en tu boca, decidiste detenerte.

—!Maldita sea! Ya veras...cobraré venganza por esto.

Lo callaste y de imprevisto te montaste en el colocando su miembro en tu entrada y poco a poco comenzaste a moverte lentamente mientras tus paredes internas se contraían. Entre tanto observaste sus carnosos labios, algo húmedos de tanto relamérselos.
No dudaste ni un segundo y mientras saltabas sobre su cuerpo fuiste hacia su inferior y lo mordiste, buscando provocar a aquel Jimin impulsivo que conocías perfectamente.
Sin dejarte pensar ni dos segundos, se soltó y te tomó de la cintura mientras quitaba la cinta que cubría sus ojos.

—Estas jugando muy sucio.

Comenzó a besarte y a controlar tus movimientos para que esta vez sea a su manera. En un abrir y cerrar de ojos, el estaba sobre ti como un animal hambriento. Te arranco lo que traías puesto y comenzó a morder, lamer y pellizcar tus pechos como si fuera su última vez, mientras aumentaban los movimientos pélvicos.
Luego de una pasada intensa de embestidas asesinantes, ambos gimieron de tal forma que se podía oír a calles de allí...y así fue como llegaron al clímax, juntos.
Quedaron así y sin despegarse el uno del otro, respirando con dificultad, trataron de devolver a sus pulmones todo el aire necesario.
Luego de un juego de besos cada vez más húmedos sobre las sábanas blancas de su cómoda cama matrimonial, reconciliarnos el sueño.

Al día siguiente Jimin te despertó con suaves besos en el cuello.

—Cariño ¿Aún no olvidaste que te dije que cobraría venganza?—Dos de sus dedos comenzaban a ejercer una leve presión sobre tu zona sensible mientras que sus susurros cerca de tu oído no hacían más que excitarte debido a su profunda voz en la mañana.





One Shot [+18] - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora