One Shot [+18] - BTS

EP.21

—Noona!

Era la primer palabra que escuchabas al despertarla voz agradable de Jungkook sobre tu oído mientras susurraba era algo agradable.

—Noona!, despierta. Tengo algo que enseñarte...

No tardaste en abrir los ojos cuando lo viste con algo en sus manos mientras se acercaba a tu cama nuevamente.
Su expresión era feliz y provocaba en ti una gran sonrisa.

—¿Recuerdas que hace unas semanas me diste un regalo?. Pues, hoy tendrás el tuyo.—Jungkook sacó de su mochila una caja envuelta con papel de regalo, un detalle que causaba mucha ternura.—¡Vamos Noona!, puedes abrirlo.

Asentiste mientras que quitabas la envoltura rápidamente.
Al notar que era lo que tanto querías, por inercia saltaste a abrazarlo y a dar besos por todo su rostro.
Jungkook sonreía pero intentaba apartarse, ya era grande para recibir ese tipo de cariño.

—Esta noche la veremos juntos.—Sonreíste.—Papá y mamá estarán en una reunión del trabajo, así que será noche de hermanos...

Ambos sonrieron mientras te levantabas de la cama para comenzar el día.

Mas tarde, papá y Mamá al fin se habían ido, Jungkook se daba un baño y tu preparabas algo para la película junto a unos refrescos.

—¡Noona!. Olvidé traer una toalla, ¿Podrías alcanzarme una?

El menor gritó desde el baño.
Tomaste una que se encontraba por ahí y sin tocar la puerta hiciste ademán de entrar cuando te encontraste con tu hermano menor de espalda, con el cabello y cuerpo húmedos debido a la ducha que se había dado.
Tus pensamientos te jugaron una mala pasada, pero golpeaste la puerta para pasar, dejar la toalla allí y hacer como si nada hubieras visto.

Una vez en la cocina, pensaste en que ese Jungkook que habías visto ya no era tu pequeño hermano, si no todo un hombre de pies a cabeza. El calor invadió tu cuerpo cuando sentiste como se acercaba a tu oído mientras te tomaba de la cintura.

—Siento mucha hambre, noona. ¿Qué harás para tu hermanito?.—Finalmente se alejó para ir al televisor y poner la película que te había dado como regalo de agradecimiento. Por suerte Jungkook se adaptaba a tus gustos así que también miraría esa película de terror.

Luego de varios tarros de palomitas y muchos sustos, Jungkook se dejó caer sobre tus piernas.

—Acaríciame noona, eso me relaja.

Obedeciste y comenzaste a dar suaves caricias sobre su cuero cabelludo, haciendo que en cuestión de segundos cerrara los ojos para dormirse.
Con la yema de uno de tus dedos, paseaste lentamente por su cuello hasta llegar a sus labios y rozarlos. Realmente parecía un pequeño bebe mientras abultaba sus labios, pero no podías negar que no lo era. El sueño se estaba apoderando de ti así que intentaste despertarlo dando leves caricias sobre su abdomen.

—Vamos amor, despierta...—Dijiste en un susurro, para no espantar al menor.

Jungkook abrió los ojos con una expresión algo molesta ya que le fastidiaba que le interrumpieran su profundo sueño, pero aun así se levantó y caminaron hasta el siguiente piso, donde estaba la habitación de Jungkook.
Como buena hermana abriste sus sábanas para que pudiera acostarse y se colocó allí estirando los pies.
Cuando te acercaste a la puerta te interrumpió.

—¡Noona! Duerme conmigo por favor...la película me asustó.

No podías negarte, solo con un poco de compañía lograría conciliar el sueño nuevamente.
Jungkook se acomodó dejando un espacio entre sus brazos para poder abrazarte mientras daba cálidos besos en tu frente.
No sabias por qué lo hacía, pero sin importar la razón, te encantaba tal sensación.