El amor de un padre (Horrortale Sans)

Capitulo 1

La humana se detuvo en la bifurcación de caminos, Sans la observo atentamente mientras ella temblaba, indecisa si volver por el mismo camino, girar en otra dirección o probar suerte con él una vez más. Si no se decidía pronto moriría congelada, no es como si al esqueleto le importara realmente. No era su culpa si la chica no se protegía adecuadamente, su especie no era muy resistente al frió y la humana debería haber tomado medidas en consecuencia. Para su desconcierto e incredulidad, la chica volvió a ir en su dirección. Sans apretó el hacha, solo un poco mas y el podría matarla, ella se lo estaba poniendo muy fácil. 

La humana se detuvo, fuera de su alcance y se sentó en la nieve, mirándole, muy a sorpresa y curiosidad del esqueleto. La chica permaneció allí sentada, su frágil cuerpo temblando por el frió que lo atacaba, pero ella parecía ignorarlo a favor de él. Si Sans no despreciara su misma existencia podría haberle parecido entrañable. Él tamborileo los dedos contra la desgastada madera, disfrutando de forma no tan secreta el nerviosismo que le provocaba a la humana, quien se removió incomoda. Ambos permanecieron de esa forma durante un rato, el esqueleto no sabia si se trato de solo unos segundos o si fueron minutos, fuese como fuese, no pensaba entablar una charla amistosa con aquella chica, a menos de que sirviera para matarla o atormentarla. 

-¿Como te llamas?- la voz de la humana era débil y temblorosa, aunque llena de curiosidad inocente. Sans no contesto, se limito a mirarla, el único ruido entre ellos era el de sus dedos contra su puesto. -Yo soy Aliza.- continuo, si realmente pensaba que le importaba, o si solo trataba de rellenar el silencio con algo mas que ruido de fondo, él no lo sabia. -La matrona dice que es de buena educación presentarse.- ¿la matrona? aquella chica era extraña... Bueno no es como si decirle su nombre cambiaría gran cosa.

-Sans, el esqueleto.- la expresión de la humana se ilumino con una gran sonrisa, él se encogió de hombros, bueno, ella si que era fácil de complacer...

Aliza continuo haciendo preguntas desde una distancia aparentemente segura, inconsciente de que lo único que la mantenía viva era su pereza. Él prefería si su presa se acercaba a su final. Desde su primera pregunta, el esqueleto no había contestado a nada mas, la humana parecía frustrada, aunque no se rendía, como si insistir fuera a dar resultados sin importar el tiempo que tardase. Sans dejo de prestarle atención, la voz de la chica convirtiéndose en un rumor lejano, apenas un murmullo de fondo. Eso se estaba volviendo ridículo y aburrido, quizás podia practicar su puntería con el hacha en la humana. ¿Se quedaría quieta? ¿o no seria tan estúpida como pensaba y huiría? Seguramente seria mas entretenido que escuchar su murmullo constante, solo que ya no se escuchaba. Curioso, el esqueleto volvió a prestarle atención. Aliza permanecía inconsciente en la nieve... ¿sus labios habían cambiado de color? Los humanos eran raros, decidió Sans. 

El tiempo volvió a retroceder, eso había sido bastante estúpido y solo confirmaba la falta de inteligencia de la humana. ¿Frisk se había reproducido con un humano o con una ameba sin cerebro? porque estaba claro que la chica se había dejado morir congelada. Esta vez no se sorprendió cuando una vez mas Aliza se sentó a una distancia prudente y comenzó a balbucear palabras a las que no presto ninguna atención. Finalmente él izo una pregunta.

-¿Que edad tienes?- no es que le interesara aquella chica, solo quería saber cuanto había tardado Frisk en olvidaros y seguir con su vida, dejándolos a su suerte. La humana sonrió de alegría, una sonrisa de oreja a oreja que era doloroso de ver. Ella contesto con entusiasmo, su voz mas alta y chillona de lo que había escuchado hasta ahora. Sans se congelo, sus dedos a medio camino de encontrarse con la madera, toda su atención fija en la chica... no, no una chica... ella no llegaba ni a la pre-adolescencia, Aliza la humana que había estado matando una y otra vez con placer, no era mas que una niña pequeña... el esqueleto no sabia como sentirse sobre eso.

Quizás, solo quizás había estado enfocando mal la situación... 

N.A: Como seguramente podéis adivinar, por beneficio de la historia Aliza sera menor de lo que es. 

Después de varios días en los que ni he podido actualizar, por fin Internet me va otra vez en condiciones.