Se dice que la luna azul atrae a los enamorados, une las almas y el hilo rojo que une a dos personas se encoge hasta unirlas de nuevo. Esta luna mágica logro ese cometido una vez con dos almas las cuales estaban destinadas a estar juntas, pero su ti...
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Los ojos del CEO no se podían despegar de aquella fina figura que estaba delante de él haciéndose preguntas del por qué aquella tristeza que reflejaba, que tan profundos serían sus ojos, su piel sería tan tersa como parecía?, mientras su dulce aroma golpeaba directamente sus fosas nasales como una droga que lo invitaba a respirar de ella una y otra vez. Un golpe en el costado lo saco de sus pensamientos haciendo que volteara al lado de él bajando un poco la mirada para poder ver a su primo el cual lo vio con una mirada entre divertida y sorprendida además que estaba seguro que no había prestado atención a la pregunta que le acababan de hacer además que todos lo veían con atención esperando su respuesta, menos aquel que tenía completamente robada su atención y que se negaba a regalarle una vista de sus ojo, como si temiera que algo pasará si lo hacía.
-CEO Kim? – pregunto el hombre que lo veía aún pendiente de su respuesta
-Disculpe no lo escuche – tuvo que decir a regañadientes y con recelo de tener que quitar la vista del bailarín
-Le preguntaba que si está de acuerdo en que nuestro Jong In sea la estrella de la fiesta de fin de año que organiza año con año – hablo el hombre nuevamente con una sonrisa en los labios mientras que Jong Dae dejo de ver de reojo al de mejillas regordetas para poder poner un poco más de atención a lo que estaría por responder el lobo.
-Claro, será un buen cambio en nuestro programa anual – respondió con voz seca como era usual en el aun que por dentro algo se removía y no sabía por qué le había molestado tanto el que aquel hombre hubiera dicho nuestro Jong In, no quería pensar en eso en ese momento por lo que solo se concentró de nuevo en un futuro negocio porque sabía que aquello no era solo por darse a conocer, como todo hombre de negocios implicaba un precio el cual el pagaría incluso el doble para poder resolver el misterio que el bailarín suponía.
-Perfecto, en ese caso le daré mi tarjeta para poder tener una cita y así poder hablar de eso con más calma - la voz gruesa de Jong Dae sonó y saco un par de tarjetas de presentación entregándole una al CEO y luego una al abogado con una sonrisa bastante marcada de manera ladina -Pueden llamarme cuando gusten – dijo con un tono algo sugerente cuando el de mejillas regordetas tomo la tarjeta de sus manos arrancando un leve sonrojo de sus mejillas lo que hizo que el felino sonriera aún más.
No habían medido el tiempo que había pasado desde que llegaron a aquella mesa pero alguien que se retiraba se acercó al anfitrión para poderse despedir de él lo que hizo que los lobos también lo hicieran aunque el CEO lo hizo un poco frustrado ya que no pudo escuchar ni una sola palabra de los labios del bailarín y tampoco había podido ver sus ojos ya que los mantenía celosamente lejos de él y de cualquier otra persona en el lugar.
-Nosotros también nos retiramos y estaremos en contacto con ustedes lo más pronto posible para poder llegar a un acuerdo de su presentación - hablo el más bajo de los lobos mientras empujaba disimuladamente a su primo para que se moviera y luego de un asentimiento de cabeza de ellos el cual fue respondido por un inclina miento de 90° del anfitrión se retiraron.
Ya afuera del lugar Jun Meyon bufo molesto pero más que nada frustrado de no poder obtener algo más de aquel chico y sobre todo no sabía por qué se había obsesionado tanto en tan poco tiempo, solo había sido un instante y ahora quería saber todo con respecto a aquel chico, tenía que averiguar y lograr acercarse a él, sabía que estaba mal pero tenía que hacerlo para poder sacarlo de su mente y poder estar de nuevo tranquilo.
Al llegar a su residencia salió al patio donde por lo regular pasaba la mayoría de las tardes solo, meditando o simplemente disfrutando de la tranquilidad del silencio de ese lugar, levantó la vista viendo aquella maravillosa luna más luego de unos instantes su ceño se frunció, que a caso no ya había pasado la luna llena ese mes?, pero su vista no lo engañaba, era de nuevo Luna llena pero algo había distinto en ella, era ese color azul que irradiaba y al notarlo no pudo evitar recordar que el día de su boda esa misma luna brillaba con la misma belleza en el firmamento.
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