Welcome To The Madness

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Welcome To The Madness
El novio que cada noche te invita a la locura.

02 de la madrugada.
-Beka.
No obtuvo respuesta.
-Beka- volvió a susurrar en su oído- Quiero hacerlo de nuevo.

Pero Otabek  seguía durmiendo.

Entonces Yuri, tuvo que modificar su estrategia.
-Beki yo sé que tu también quieres..
Y comenzó a dejar besos marcados sobre el torso desnudo de su novio.

-Yuri, estoy cansando- respondió aquel, con los ojos cerrados.
-¡Oye yo soy el que debería estar cansado,  no tú!- le grito con voz indignada.
-¡¿Y quién es el que hace todo el esfuerzo?!- preguntó, divertido mientras aún seguía con los ojos cerrados.
-Asi, ¿Y quién es el que recibe todo el esfuezoooo...-

Yuri, termino de decir aquello en medio de un grito, porque Otabek,  en un movimiento rápido, lo dejo boca abajo, colocándose encima de este.
-¿Así esta bien?- preguntó con voz sensual.
Mientras dejaba besos por su espalda, lo que siempre ocasiona cosquillas en el menor.

Dejó que Yuri se volteara a verlo.
-Aunque sabes... -continuó.
El rubio pudo ver  esos ojos lujuriosos de su novio que tanto amaba.

-Me gusta ver tu precioso rostro sonrojarse,  mientras entre suaves gemidos, pronuncias mi nombre- terminó por decirle.

Y Yuri se sonrojo tanto, que Otabek comenzó a reírse.
-Pero ahora,  solo quiero descansar... ¡Buenas noches, mi amor!.
Besó su frente, y se acostó al lado.
Dejando al ruso sin palabras.

¡Mierda Otabek!

Juro vengarse de su novio.
Y la venganza llegaría más pronto de lo que se hubiera esperado.

Su traje para la exhibición de la gala, estaba listo.
Y por Dios que sexy era,  consistía en unos ajustadísimos pantalones, una playera con cortes y la parte de atrás estaba rebajada,  dejando muy poco a la imaginación.
Y él lo usaría esa misma noche, pero no precisamente para patinar.

Otabek, descansa cómodamente en la cama, mientras lee un libro.
Le extraña que su Yura no estuviera en el dormitorio, pero lo atribuyó a su enojo de la noche anterior.

Un Rato después..
-Bekaaaa.
Otabek dejo el libro de lado, para observarle.
Ahí estaba su gatito insaciable, de espalda con unos pantalones que marcaban todo ese  perfecto trasero.
Se quitó una chaqueta color rosa que traía puesta, dejando al descubierto esa sexy playera que poco cubría.

A nuestro kazajo, ya se le salían los ojos mirando con  deseo a su novio.
-Beka, lo usare para la gala ¿Qué te parece?- dijo con la voz más sensual que tenía.
Pero Otabek no salía de su impresión, y ya estaba pensado en como quitarle esos pantalones y hacerlo suyo como tantas veces.

Eso sí, no contaba con que Yuri, como un gato se fuera acercando lentamente hasta colocares a  horcajadas en las piernas de su kazajo. 
Éste ya estaba a punto de poner sus manos es ese escultural trasero, pero fue rechazado.

Yuri puso su dedo índice, en los labios de Otabek.
-Se mira, pero no se toca.
Bajó de la cama, y se fue con una sonrisa entre sus labios. 

¡Demonios Yuri!
Venganza concretada.

Tras esas dos noches de abstinencia,  al tercer día pudieron disfrutarse mutuamente.

Y por la mañana, la espalda arañada de Otabek, era curada con una pomada por el propio responsable de aquello, Yuri.

-Perdón amor- le decía avergonzado,  mientras seguía esparciendo la crema.
-Más me preocupa  que puedas caminar bien Yura- respondió entre risas.
-¡Otabek!- gritó sonrojándose.

El nombrado, se volteó pera besar sus labios con pasión, siendo levemente mordisqueado por el menor.
Cuando el aire les empezó a faltar, terminaron el beso y se miraron a los ojos.

-Te amo Yuri.
-Te amo Otabek.

-¡¡Pero nunca más me dejes con las ganas!!- se  dijeron al unísono.
Para luego volver  a estregarse, como a ellos les gusta...

Amorosa y alocamente a la vez.

Tres Yuris Para Un Solo OtabekOnde as histórias ganham vida. Descobre agora