Capitulo 3.

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Ya han pasado dos meses, vaya... Es como si hubiera pasado un año.
Su ausencia sigue doliendo.
Nuestra manera de terminar fue muy dura, sigo sin creer que ya no esté y me haya dejado sola... No lo culpo, su vida tampoco es fácil pero yo quería estar ahí para alivianarle los problemas.

Yoongi, ¿para ti fue tan fácil dejarme?

Cerró aquél cuaderno que guardaba cada uno de sus secretos y sentimientos dejándolo sobre su escritorio, soñolienta y aún pensativa se dejó caer sobre su blanda cama quedando dormida al instante.

Escuchó la alarma entre sueños pero aún asi no se levantó, hasta escuchar la melodiosa y dulce voz de su madre gritándole desde la sala.

Se cubrió el rostro con la almohada bostezando en ella. Odiaba tanto que la despertaran de esa forma, pero aún así se levantó a duras penas. Estiró sus brazos y observó a su pequeño compañero durmiendo a los pies de su cama, le dió unas suaves caricias antes de ponerse de pie, caminó hasta su armario del cual sacó su uniforme para luego ponérselo mientras observaba atenta su celular que se hallaba sobre la mesita de noche alado de su cama, era estúpido que aún esperara un mensaje de él, pero sabiendo aquello jamás perdió la esperanza de que aquél chico la buscara..

Bajó las escaleras con calma y lentitud mientras acomodaba su cabello, se sentó en la mesa comiendo lo que su madre le había preparado unos segundos antes y al cabo de unos minutos se puso de pie nuevamente caminando hasta la sala.
“¡ya me voy!”, fue lo último que dijo antes de salir de su hogar con su mochila sobre sus hombros, tomó sus audífonos caminando con calma hasta el lugar donde estudiaba, observó un gato a lo lejos que adorablemente jugaba con su cola, no pudo evitar acercarse a él para acariciarlo... Le dedicó una última sonrisa y volvió a emprender el rumbo a su lugar de estudio.
Mientras caminaba escasos recuerdos se venían a su mente, que extrañamente la hacían sonreír.
Su vida jamás fue perfecta, aquella chica creció en un ambiente de agresiones y problemas en su pequeña familia, pero aquella tormentosa vida se arregló cuándo tres personas en específico llegaron, brindándole todo el cariño, apoyo y alegría que hace mucho necesitaba.
Sus mejores amigas que lo eran y son todo para ella, hay noches en las que se plantea lo difícil que sería su vida sin ellas..

Al cabo de media hora al fin llegó a su destino, caminó por los pasillos del lugar hasta llegar a su salón de clases y se sentó recostándose sobre la mesa a esperar que otra aburrida clase comenzara..

Y si me querías, ¿por qué me lastimaste?Where stories live. Discover now