Los Markov.

6.3K 725 33
                                    

Parte tres; Nuevos Comienzos.

Klaus.

Observo como las rosas negras brotaban, tan hermosas y tristes, las enredaderas rodeaban la estatua del ángel caído como si no quisiera que el ángel se alejara de ellas.

— Mi señor –hablo una sierva– os traje una copa de vino y un vaso de agua para su hermano.

— déjalo en la mesa del centro –ordeno sin girarse a verla– dile a Khaled que quiero hablar con él.

— Como usted ordeno amo.

Y la puerta de su habitación fue cerrada, giró la cabeza hacia la izquierda para mirar a Aiden que estaba acostado en su cama, estaba tapado hasta mitad del pecho con el edredón, el cabello blanquecino todo desordenado y estaba durmiendo.

Desvió la vista de su hermano para mirar la mancha de sangre donde minutos antes había estado Aiden. Ahí donde se había sacado el corazón, y el órgano se volvió una rosa mitad roja y mitad negra.

Un inmortal no moría por pequeñas cosas mucho menos por extraerse el corazón el cual se regeneraba al miembro de ser extraído. Mandaría a limpiar la mancha de sangre, camino hasta donde estaba la copa de vino, la agarro y acerco a su boca justo cuando Aiden decía.

— ¿No te han dicho que deberías ir a un grupo de alcohólicos anónimos?

— Te iba a dar agua pero pensándolo mejor, ahora será veneno –respondió–

Dejo la copa sin haber tomado un sorbo, agarro el vaso de agua y se lo llevo a Aiden.

— ¿Que vamos hacer? –pregunto Aiden aceptando el vaso de agua, lo olía para ver si tenía veneno– hay que prevenir.

Si pudiera expresar cualquier emoción habría rodado los ojos ante las estupideces de Aiden. Se arrepentía de haberlo tirado de la cuna, quizás hubiera sido algo normal, pero ya no había forma de remediar al imbécil de su hermano.

— Tu vas a procurar no llamar la atención de los iluminatis e investigar quienes os quieren muertos.

— Pero...

— Nada de peros Aiden, ahora cállate y descansa.

La puerta de la habitación se abría dejando ver a Khaled que tenía el pelo desordenado y el traje mal puesto.

— Supongo que tu estado no se debe a un tornado común –ironizo Aiden– tienes labial en el cuello.

Khaled le mostró el dedo medio a Aiden mientras se ajustaba el cuello de la camisa y caminaba hasta el pequeño sillón.

— Que valga la pena la interrupción –gruño Khaled– estaba ocupado.

Kluas iba a decir algo pero Aiden se adelantó.

— Ahora gobernar es más placentero en la cama –se río Aiden– no puedes dejarla embarazada más de lo que ya está.

Él hizo una mueca, estos dos no podían estar juntos sin comenzar a discutir.

— Una palabra más, y os encierro en las mazmorras –amenazo–

Le dio una dulce mirada a Aiden cuando iba a protestar, su hermano se quedo callado e hizo una mueca, él no iba hacerle nada Aiden o a Khaled, mandaría a Mariketa hacer el trabajo sucio.

El celular de Aiden sonó.

— ¿Que pasa Ashaya?

Los ojos de Aiden se abrieron de par en par y no necesito preguntar, había escuchado lo que la fémina le decía Aiden.

Vlad estaba muerto, asesinado a manos de los dos demonios que estaban fuera de su control, tomo asiento a un costado de la cama, Kai estaría devastada, además Altair estaba siendo cazada por los ángeles.

La población angelical estaba en un desequilibrio en estos momentos, al igual que el infierno.

— Ordena a Alocer y Baal que quiero a esos dos demonios en mis pies en dos días o ellos van a morir. –le ordeno a Khaled–

Ya se había cansado de jugar al gato y al ratón, e iba a tener una charla con el líder del grupo iluminatis a ver si salía vivo el pobre humano. Había arrebatado algo que era suyo e iba a pagar por ello.

El silencio reino en la habitación por un rato hasta que todos sus nietos entraron haciendo un caos.

Aura estaba caminado sin ver por den iba, tenía entre sus manos el celular jugando, la hija menor de Darrow tenía un estilo gótico que había ido tomando desde hace unos años, una pequeña falda escocesa de cuadros rojos, unas medias negras de rayas blancas, unas botas hasta las rodillas, una blusa negra de calaveras algo holgada, un collar de púas, el cabello rubio tenía mechas rojo oscuro. Todo eso se debía a que se había juntado mucho con Aiden.

Lia tenía un estilo muy andrógino, un short corto de color verde oscuro, una blusa sport blanca con un chal tejido largo hasta las rodillas, tenía un moño en la frente y el largo cabello negro le caía en ondas con puntas verdes, todo ese conjunto iba con unos tenis color rosa. Alanna iba vestida con normalidad, una pantalón negro, una blusa manga larga color roja y su rubio cabello trenzado, Hope llevaba un vestido blanco largo hasta los tobillos, el cabello negro en una coleta y un collar de perlas.

Lia y Alanna estaban cantando una canción de NeAngely llamada Tvoya, Hope miraba a sus primas riendo, detrás de todas ellas Abdel gateaba arrastrando a Dix que tenía cara de pocos amigos. Esbozó una sonrisa al ver a Kai peleando con Hex sobre churros, a esos dos siempre le seguían los mocosos.

Lía y Alanna se lanzaron sobre él, las sostuvo para que no lo lanzarán a la cama, las dos mocosas comenzaron a hacerle bromas.

Aiden se burlo de él por lo que le lanzó a Dix a la cara.

— Te odio, Klaus.

Abdel grito enojado al no tener a Dix, Klaus vio como Kai lo cargaba y Abdel reía feliz al ser cargado.

— Esto parece una guardería –río Khaled algo malhumorado–

— Y yo las tengo que aguantar todo el día –suspiro Hope– por eso los chicos no se me acercan.

— Yo creo que es por los engendros del mal que tenemos –soltó aura– tienes como abuelo a Khaled y Kluas, nuestro padre no es precisamente bondad pura, tienes un tío sádico y psicópata que mataría a cualquier tipo que se te acerque. ¿Siegues teniendo duda?

El rostro de Hope parecía asustado.

— No, moriré virgen.

— información que no necesitamos saber –gruño Hex–

Se levanto y fue hasta donde estaba la mujer que más quería, la beso para sentir su sabor en él porque extrañaba tenerla cerca. La abrazo y eso hizo que Abdel gritara enojado al ser aplastado.

Cargo a Abdel para contentarlo, se parecía mucho a hex de pequeño, celoso y posesivo.

Entonces recordó, a él y a Aiden siendo niños y a su madre jugar con ellos, pero Aiden siempre quiso jugar con los otros niños a pesar de que lo trataban mal, a él siendo lo posible para que su hermano sonriera y le restará importancia a los demás.

Recordó también a ellos dos estando en la biblioteca leyendo, Aiden se le había lanzado encima para hacerle cosquillas, los dos habían acabado sin plumas en las alas por que su madre les había curado para que le volvieran a salir las plumas. Eones que no recordaba esos recuerdos, extraño que los hiciera ahora pero quizás no, su madre estaba muerta.

4. LA OBSESIÓN DEL DEMONIO. (Evil 4)Where stories live. Discover now