Angry Birds

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-Hyung - dijo Jimin antes de meterse otra cucharada de cereales en la boca. Era domingo, por lo que ninguno tenía que ir a trabajar y podían desayunar tranquilamente.

Yoongi gruñó ligeramente, mirando la pantalla de su teléfono fijamente.

-Hyuuuungg - insistió el menor.

-¿Qué? - preguntó esta vez el pelinegro, sin despegar la mirada del aparato.

Jimin abultó los labios, molesto.

-¿Puedes dejar de mirar la pantalla y prestarme atención?

-Mhm - murmuró, pero no lo hizo, por lo que Jimin entrecerró los ojos, y una idea le cruzó la mente, haciendo que una sonrisa traviesa surcara su rostro.

-Hyung - repitió esta vez con tono meloso, pero su novio no le hizo ni caso.

Se levantó de la silla lentamente, desabrochando los primeros dos botones de la camisa que llevaba, y se dirigió a su novio moviendo las caderas exageradamente.

-Yoongi - dijo, casi en un susurro.

-Un momento, estoy a punto de pasarme el nivel.

El mayor no le dedicó ni una mínima mirada, por lo que se desató un botón más y, sin que se lo esperara, se sentó encima de sus piernas, apoyando la espalda en el borde de la mesa.

-¿Qué haces? - preguntó su chico, confundido, pero mirando el teléfono.

-Nada, hyung, nada. Sigue con lo tuyo - susurró, empezando a besar el cuello del pelinegro.

Oyó como un gruñido escapaba de la boca de Yoongi cuando mordió ligeramente su cuello y succionó, pero no estaba seguro de si había sido por él o por el dichoso juego con el que estaba obsesionado.

-Jimin - dijo Yoongi con la voz más grave - para, me harás perder.

-Mhm - le imitó, ignorando sus palabras y empezando a mover las caderas de adelante hacia atrás, creando una perfecta fricción entre sus miembros, sin despegar sus labios del cuello del mayor.

-Joder, Jimin - sintió como el pálido agarraba su cintura con una mano, mientras la otra seguía aguantando el teléfono, y como su pene reaccionaba a sus movimientos.

Jimin sonrió ligeramente sobre la piel del mayor y subió los besos hasta su rostro, pasando por su mandíbula, recorriendo sus mejillas y llegando a sus labios. Cuando iba a besarlos, Yoongi apartó la cara por inercia, centrándose en la partida, y en ese momento fue en el que el menor se enfadó.

-Hyung, ¿prefieres perder la partida o a mí? - preguntó, separándose del mayor y haciendo un puchero.

-¿Eh? - el chico parpadeó, confuso.

-¿Prefieres perder la partida o a mi, Yoongi? - esta vez, endureció el tono, cansado del maldito aparato.

El pelinegro calló unos segundos, pero cuando estos pasaron y Jimin ya se iba a levantar, habló.

-A la mierda - por fin, apagó la pantalla del móvil y lo lanzó sin cuidado hacia el sofá, posando su vista en el pelirrosa que lo miraba fijamente. Sin esperar ni un instante más, agarró la nuca del menor y acercó su rostro para besarlo con lujuria.

-Te juro que como vuelvas a ignorarme por ese jueguecito no me vuelves a ver en tu vida, Min Yoongi - dijo Jimin entre beso y beso, pasando las manos por el pelo de su novio y rodeando su cintura con las piernas cuando éste se levantó y empezó a subir las escaleras para ir a la habitación.

-Mhm - volvió a gruñir, besando su cuello y abriendo la puerta de la habitación que ambos compartían. Jimin soltó un gemido ahogado cuando lo lanzó contra la cama sin cuidado, y Yoongi pudo ver el destello de lujuria que brillaba en los ojos del menor -. No te preocupes, cariño, acabo de pensar en un juego mucho más divertido.

Phone Addict - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora