Instagram

13.3K 1.1K 493
                                    


-¿Cómo me queda? - preguntó Jimin, saliendo del probador con una sonrisa. Se había puesto una sudadera negra con decoraciones de colores y unos pantalones tejanos rotos por las rodillas, y quería que Yoongi lo viera y le dijera lo sexy que estaba.

Y no sólo por la ropa. Jimin se había peinado distinto, con su pelo hacia un lado, y se había maquillado con sombra de ojos rosa que combinaba perfectamente con su pelo.

Pero Yoongi no lo había ni notado, ocupando mirando quién sabe qué en su teléfono.

El menor rodó los ojos al verlo, sentado en el pequeño sofá que había delante del probador y riendo por lo que sea que hubiera visto en la pantalla.

-Hyung, ¿qué tal estoy? - repitió, posando ambas manos en sus caderas.

-Guapísimo, cariño - contestó el mayor, apretando dos botones para hacer un screenshot de lo que estuviera viendo.

Jimin frunció el ceño. Su novio no lo había mirado en ningún momento. ¡Ni siquiera se había dado cuenta de su cambio de look! Estaba harto. No, estaba furioso.

En ese momento, uno de los trabajadores de la tienda pasó, cargado con un par de chaquetas. Era alto y musculoso, con el pelo castaño casi cubriéndole los ojos y una nariz que a Jimin le recordó a un tucán. Era realmente atractivo.

El pelirrosa sonrió, con una idea apareciendo en su mente, y esperó a que el chico dejara las prendas de ropa en su sitio para acercarse.

-Disculpa - dijo, tocando ligeramente su brazo. Pudo notar que era realmente musculoso, y eso solo mejoró las cosas -. ¿Cómo crees que me quedan?

Dio un paso atrás y estiró los brazos, mirando al desconocido directamente. Este lo miró de arriba a abajo, con un ligero rubor cubriendo sus mejillas, y asintió.

-Bien, muy bien - se mordió el labio inferior, y Jimin sonrió, contento.

-¿De verdad? ¡Gracias! - miró de reojo a Yoongi, a menos de dos metros de ellos, que seguía sin despegar la mirada de las fotos que había colgadas en la web.

-¿Necesita algo más? - preguntó el más alto, captando de nuevo su atención.

-Sí - aumentó el tono de voz para que su novio lo oyera claramente desde donde estaba -. ¿Cómo te llamas?

Sonrió de lado, acercándose peligrosamente al chico, y vio que el sonrojo volvía a estar presente en su rostro.

-Jungkook.

-Encantado - se acercó un poco más, quedando a pocos centímetros de su pecho -. Soy Jimin. ¿Tienes número de teléfono?

-Ah... C-claro - tartamudeó Jungkook, y el pelirrosa sacó su propio móvil del bolsillo trasero del pantalón que acababa de probarse.

-¿Me lo das?

-Ah, no, ni de coña - oyó, antes de notar unos brazos girándolo y cargándolo en su hombro.

-¡Yoongi! ¡Suéltame!

-Disculpa, pero mi novio no va a aceptar tu asqueroso número de télefono, rata inmunda.

Yoongi cogió las cosas de Jimin del probador y salió de la tienda, dejando un gran fajo de billetes en el mostrador y disfrutando de la cara de sorpresa del trabajador, que seguía parado ahí en medio.

-¡Gracias por su compra! - gritó la chica de detrás de la caja, apretando un botón para parar las alarmas que habían empezado a sonar cuando salió por la puerta.

-Yoongi, bájame ahora mismo.

-No.

-¡No tienes ningún derecho a comportarte así!

-¡Estabas ligando con otro delante de mis narices!

-¡Porque tu me ignorabas por tu estúpido teléfono, de nuevo!

El mayor frenó, sacando las llaves de la bolsa de Jimin y abriendo la puerta de su casa.

-Eso no te da derecho a ligarte a otro cuando tienes novio.

-Pues tal vez tenga que dejar de tener un novio que me ignora, entonces - Jimin se arrepintió de esas palabras cuando salieron de su boca y Yoongi le dejó en el suelo.

El mayor iba a decir que no le ignoraba, pero al ver el aspecto de su novio se quedó sin palabras.

-Joder, Jimin, ¿qué te has hecho? - preguntó, con la garganta repentinamente seca y notando como una descarga pasaba por todo su cuerpo hasta su entrepierna.

El menor bufó, cruzándose de brazos.

-Tal vez si me prestaras atención lo habrías notado antes.

-Joder.

Jimin no quería, de verdad que luchó contra ello, pero no pudo evitar sonrojarse al ver la mirada de deseo que le dedicaba el mayor, pasando sus ojos por todo su cuerpo y dejándolos unos segundos más en sus ojos y su pelo.

-Deja de mirarme así, no vamos a tener sexo. Me has estado ignorando toda la mañana, así que ahora te jodes.

Se dio la vuelta para ir a cambiarse, pero una mano le agarró del brazo y lo giró, y los brazos de su novio le rodearon la cintura con fuerza.

-Jiminnie, lo siento -murmuró Yoongi, apoyando la frente en su hombro -. Tienes razón, soy un novio de mierda, he estado todo el día pegado a la pantalla. Lo siento muchísimo.

-Un lo siento no va a hacer que esté menos cabreado.

-Lo sé, pero debía disculparme de todas formas - levantó la cabeza para mirar al pelirrosa a los ojos, rozando sus narices -. Te quiero, lo sabes. Te quiero demasiado.

Jimin murmuró un asentimiento y juntó sus labios en un ligero roce.

-Y yo a ti - le dio un pico al mayor y se separó cuando este intentó profundizar el beso -. Pero sigues castigado.

Cabe decir, que Jimin no aguantó ni dos días sin sexo, pero Yoongi no quería arriesgarse, así que cerró su cuenta de Instagram y estuvo toda la semana sin usar el teléfono cuando su novio estaba delante.  

Phone Addict - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora