Los chicos llegaron a la barra,
-me da dos copas de wisky por favor.
Pidio Brad.
-toma dijo sonriente.
-gracias. Respondió Laura.
-¿y como te va con tu esposo?
-bien, diría que mejor que nunca. -me alegró por ti, Lau.
-¿quieres otra?
-no, Brad suficiente con una.
-vamos solo una mas.
-esta bien pero tengo que hacer una llamada.
-esta bien.
-¿ya hiciste tu llamada?
-si.
-toma antes que se enfríe.
-no Brad enserio no quiero otra.
-pero dijiste que después de la llamada.
-pero con una suficiente.
-vamos Lau solo esta y ya no mas igual yo esta es la ultima.
-esta bien pero ya no mas.
El sonrió antes de que Laura se tomara el trago.
*10 minutos después*
-Brad no me siento bien, iré al baño.
-Laura te ves muy pálida.
-no... No me, siento bien.
-te llevo.
-no, no estoy bien, dijo tambaleándose.
-creo que ese trago me afecto.
-sabes tengo una habitación reservada, si quieres te llevo para que descanses un rato mientras se te pasa, no creo que sea nada grave.
-no Brad estoy bien solo iré al baño... Ahhhhh, ayudame me siento demasiado mareada.
-ven vamos a la habitación.
-esta bien, solo porque estoy súper mareada.
-claro que suerte que tenia la habitación reservada.
-si, pudo decir apenas audible.
Subieron hasta la habitación Laura apenas podía contenerse.
-mejor te cargo. Ella no contesto ya había perdido la conciencia.
La recostó suavente sobre la cama.
-¿ya te sientes mejor?
-Mmmm..... No se que me pasa siento como que quiero bailar como... Que ahhhhhh ven baila conmigo.
-con gusto preciosa pero no hay musica.
-no necesitamos musica para bailar.
-no mejor sera que te duermas.
-Mmmm esta bien pero primero voy a quitarme este incomodo vestido, dijo sacándose el vestido.
Brad la vio con deseo.
-¿te gusta lo que ves?
-mucho,
-ahora veras lo mejor
-no Laura No te quites la ropa interior.
-¿porque? ¿no quieres verme desnuda?
-no, duerme.
-esta bien, pero no tengo sueño.
-pero ahora si, dijo alguien detrás de ella pero cuando volteo sintió un fuerte golpe y no supo mas.
PheiferSimaiLife!!
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Casados A La Fuerza ¡Raura!
RandomRoss Lynch y Laura Marano eran dos chicos que no se llevaban bien, pero eran los hijos de los más grandes empresarios del país. Y para no perder parte de la fortuna los padres de estos chicos los obligan a casarse a la edad de 18 años. Ni Ross ni...
